Mariana Prado, ministra de Planificación de Bolivia: “Tenemos una mirada específica hacia lo urbano y eso está plasmado en nuestro plan de gobierno”

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Entrevista a Mariana Prado, ministra de Planificación de Bolivia

Por Manuel Díaz, especial para NODAL

Mariana Prado es ministra de Planificación del Desarrollo en Bolivia desde principios de 2017. Con 37 años, es una de las caras de la renovación del Movimiento Al Socialismo (MAS) que lidera Evo Morales. Desde que asumió su cargo ministerial, ha impulsado una serie de políticas novedosas focalizadas en el ámbito de las ciudades. Además, conversamos acerca de la perspectiva que se abre con el desarrollo del litio.

En los 13 años de gobierno del MAS, Bolivia se ha urbanizado: ¿ha habido un retraso del gobierno en darse una política pública para las ciudades?

Yo creo que nuestro proyecto político ha ido a trabajar en el espacio donde estaban la mayor cantidad de deudas sociales y ese era el espacio rural. Creo que en este tiempo hemos logrado superar muchas de esas dificultades, hacer que mucha gente permanezca en esos municipios y  que estos municipios se urbanicen. Es decir, parte del proceso de urbanización no es que todo el mundo se dirige a las cuatro ciudades del eje (La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz), sino que ahora municipios que eran rurales comienzan a convertirse en ciudades intermedias, con la consiguiente necesidad de empezar a atender un bloque de servicios, en términos de educación, de servicios básicos, de saneamiento. Entonces, creo que no tiene que ver con haber llegado tarde, pero uno como proyecto político tenía prioridades.

Ahora eso empieza a virar, en el momento en que grandes sectores empiezan a “clasemediarse” y empiezan a habitar de una manera más activa el espacio urbano. Ese es el momento en que empezamos a tener una mirada específica hacia lo urbano, que ya tiene unos cuatro años y ahora eso está plasmado en nuestro plan de gobierno.

¿Qué perspectiva hay en Bolivia con respecto al desarrollo del litio?

Tenemos una estrategia muy soberana de explotación de esta gran riqueza que tiene nuestro país. Muchos de los países vecinos han optado por sacar aquello como un recurso natural más, porque ya son otros países los que han desarrollado la tecnología. Nosotros hemos tomado el camino de industrializar lo más que podamos en territorio nacional y encarar la investigación de toda la potencialidad del litio. Ya tenemos plantas piloto que están pasando a la fase industrial, son más de cuatro plantas que van a estar en funcionamiento hasta fin de año y luego hemos hecho una apertura a trabajar el tema del litio con socios extranjeros.

Tal vez lo más interesante porque está vinculado a la industria automotriz es el acuerdo que hemos hecho con Alemania. Alemania se está comprometiendo a venir a industrializar aquí las baterías, aquí haremos los cátodos y las baterías para los vehículos que se fabrican en Alemania. No es que se llevan el litio y chau, sino que ellos vienen a producir con nosotros como socios, dejando las capacidades en el país. Lógicamente tenemos muchas dificultades. Logísticamente todo sería más fácil si se lo llevan a China, pues tienen todas las condiciones. Aquí hasta el enclaustramiento marítimo supone una dificultad, pero lo que estamos haciendo en el desarrollo del litio es que a pesar de eso, queremos hacer la industrialización en el país, es una cuestión de estado y de dignidad. Obviamente la curva de aprendizaje es ascendente, pero ya estamos arrancando, hemos tenido nuestras primeras ventas de litio ya industrializado. Ahora con lo de las baterías vamos a pegar el salto efectivo.

¿Qué políticas se está dando el gobierno de cara a esa nueva clase media emergente que habita las ciudades?

Una primera política muy fuerte, ha estado vinculada con el tema del acceso a la vivienda. Hay gente que ha empezado a mejorar sus ingresos, pero aún sufría de un déficit habitacional. Abordamos la problemática a través de dos caminos: por un lado con vivienda sociales que son netamente subvencionadas y se distribuyen en grupos vulnerables. Pero luego lo que ha sido realmente revolucionario, ha sido generar un mecanismo a través de la Ley de Servicios Financieros. Lo que hemos hecho es volcar al sector productivo y a la vivienda social el dinero que antes la banca colocaba de la manera más cómoda. Les hemos obligado a que tengan metas de cartera y que coloquen préstamos con tasas de interés del 5%, estables en el tiempo.

 Un segundo elemento es que los jóvenes de clase media han ido a la universidad, pero están teniendo dificultades de ingresar al mercado laboral. En Bolivia tenemos una tasa de desempleo del 4%, la más baja de la región, pero si te concentras en la gente de entre 18 y 35 años, está alrededor del 7,2%. Entonces diseñamos el Plan Generación de Empleo, donde lo que hacemos es levantar las barreras de entrada y, a través del incentivo a las empresas privadas, los animamos a que contraten personal joven. Entonces, si contratan a un joven de entre 18 y 35 años, el estado paga el 30% del salario, todos los beneficios sociales y, si se requiere, algún tipo de capacitación adicional.

Luego, un tercer paquete de políticas públicas es el Programa de Intervenciones Urbanas. Es un programa que reconoce el trabajo que hace la sociedad civil, que antes no contaba con el apoyo del estado. A través de un esquema de fondos concursables, nosotros empezamos a apoyar emprendedores, a empujar la producción de una película, colaborar con músicos que necesitan una plataforma para difundir su música. Y algo que ha tenido mucho éxito: la participación de los bolivianos en el contexto internacional como participantes dignos. Porque siempre tú tenías el lamento boliviano, del boliviano que logra ir a un campeonato internacional y tiene que ir poco menos en burro y siempre sale en el puesto número veinte porque no tenemos las condiciones. Pues no, ahora con el Programa de Intervenciones Urbanas, estamos trabajando mucho la simbología de nuestra dignidad, de que el boliviano que está yendo al Festival de Canes, al Festival de Cine Radical, el que está yendo a las olimpiadas de natación en Corea, vaya en condiciones dignas y con el apoyo de su estado.

¿Qué rol cumplen los Centros de Alto Rendimiento?

Como parte de nuestra política de fomento al deporte, en este momento tenemos dos Centros de Alto Rendimiento, muy cercano al modelo cubano, donde uno identifica el potencial de algunos deportistas y les garantiza el entrenamiento y todo lo que supone el desarrollo de su disciplina. Ahí tienen vivienda, tienen cerca una unidad educativa, con entrenadores especializados, los suplementos nutricionales, todo para darle una vuelta a nuestra tradicional historia de que yo soy deportista, pero además tengo que trabajar de taxista para sostener mi práctica deportiva.

Hay algunas disciplinas que no son las cotidianas y no existe aquí en Bolivia gente muy especializada, entonces también financiamos que puedan ir a centros de alto rendimiento en el extranjero.

¿Qué actividades están desarrollando en el área de la cultura para las ciudades?

Es lo que hemos denominado Urbanismo Táctico Cultural. Por una parte, el trabajo que está haciendo la Fundación del Banco Central de recuperar algunos espacios y convertirlos en salas de exposición, centros culturales, devolvérselo a la gente. Mi Teleférico, que en principio es una solución de transporte público, también está convirtiendo a sus estaciones en nuevas centralidades, aprovechando su posicionamiento estratégico. Entonces en algunas de las estaciones del teleférico, uno tiene servicios públicos, áreas para el desarrollo cultural, dentro de poco tiempo vamos a tener un laboratorio audiovisual en una de las estaciones, el Centro de Investigaciones Sociales de la Vicepresidencia va a tener un café donde uno pueda ir a consultar los libros de la Biblioteca del Bicentenario.

Y luego nosotros, a través del Programa de Intervenciones Urbanas estamos recuperando espacios del estado para devolvérselos a los colectivos culturales con un modelo de cogestión. Aquí la gente vive muy hacinada, cuando preguntas sobre las preocupaciones en la ciudad, aparece la ausencia de espacios públicos. Es muy sintomático que en una ciudad empiecen a aparecer muchos centros comerciales. Un centro comercial es la expresión del fracaso de un desarrollo urbano razonable porque significa que a la gente la estás obligando a meterse al centro comercial y no le estás dando el espacio para que vaya con el niño, con el perrito, con la bicicleta, que vaya al museo ferroviario, que haya arte.

¿Qué hay del programa Mi Barrio Mi Hogar?

Este programa funciona como un fondo concursable. Proponemos a los vecinos que nos presenten ideas para mejorar sus barrios, no necesitamos diseño arquitectónico, pero lo que deben conseguir es la mayor cantidad de apoyo social. Deben presentar sus actas de la reunión, la carta de los vecinos, las fotos, el video, lo que acredite que ha habido mucha participación. Una vez que se seleccionan los proyectos, el área técnica se encarga de terminar los diseños arquitectónicos, de ingeniería y luego nos vamos a intervenir en los barrios. Debes ver Chualluma, un barrio que verás todo pintado. En ese caso, los vecinos han dicho que necesitaban estabilización de la zona, pues tenían muchos problemas de drenaje fluvial, la zona se hunde cuando empieza a llover, hay viviendas muy precarias allí. Entonces hemos arreglado las escalinatas, barandas, toda la estructura para estabilizar la zona, pero además lo que la gente dijo es que quería darle color al barrio, así que hemos conseguido una artista y ha hecho del barrio un mural vivo. En Cochabamba, hemos hecho un parque para personas adultos mayores, que tienen máquinas para sus ejercicios, otro para personas con discapacidad, áreas verdes diseñadas para ellos.


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