Brasil | Carlos Nobre, experto en la Amazonía: “El gobierno de Bolsonaro ha incentivado este crimen ambiental”
Por Lucio Garriga y Gerardo Szalkowicz*
En las últimas semanas el fuego ha quemado y destruido más de un millón de hectáreas de bosque de la Amazonía brasileña. La deforestación y las políticas de Jair Bolsonaro de destruir a la selva más grande del mundo para expandir la frontera agrícola-ganadera y favorecer al lobby terrateniente ha provocado que los incendios aumentaran más de un 80% en relación al año pasado.
Ante este panorama, Carlos Nobre, investigador especializado en la Amazonía de la Universidad de San Pablo, asegura que estos incendios han sido “provocados por los agricultores, los ganaderos y por el crimen ambiental”. Además, marca las responsabilidades del presidente brasileño: “El modelo de desarrollo de Bolsonaro es reemplazar todo el bosque por agricultura y ganadería”.
¿Cuáles son las principales causas de estos incendios y qué rol está jugando el gobierno de Bolsonaro en el incremento de este fenómeno?
-En primer lugar, es importante entender que no son incendios naturales, son incendios provocados por los agricultores, los ganaderos y también por el crimen ambiental. Hay mucho robo de tierras, invasión de tierras indígenas y de áreas protegidas. Es una región de mucho crimen para sacar la tierra y venderla. Entonces, lo que hacen es derrumbar los árboles, dejarlos secar dos meses y después se producen los incendios provocados por el hombre. Este año nosotros tenemos observaciones satelitales de muchos más incendios, más del doble de incendios del mismo periodo de 2018, también los índices de deforestación son mucho más altos, tal vez 30% que un año atrás. Es una realidad muy triste para Brasil. Es claro que también tenemos que ver que la política del gobierno de Bolsonaro ha incentivado mucho este crimen ambiental. El presidente dijo muchas veces que lo agricultores y los hacendados deberían entrar en la Amazonía, que el bosque no tiene valor. Es un discurso que incentivó mucho la deforestación y los incendios.
¿Lo que está ocurriendo en estos días está fuera de los parámetros normales de los incendios que ocurren todos los años en la Amazonía?
-Hay muchos incendios y deforestación desde hace 15 o 20 años atrás, lo máximo de deforestación fue en el año 2004, pero desde 2005 Brasil empezó a implementar políticas ambientales. Tuvimos una reducción de la deforestación en un 80% entre 2005 y 2012, después hubo un pequeño aumento hasta 2014 y está creciendo desde 2015 pero hubo mucho crecimiento y mucho aumento este año. Entonces, no es correcto comparar con 20 años atrás, es correcto comprar con, por ejemplo, los últimos años, con el periodo mínimo de deforestación. En ese periodo había una política muy efectiva de impedir el crimen ambiental, la invasión de tierras, los incendios criminales, ahora esta política desapareció por falta de presupuesto. La política de este gobierno es reemplazar todo el bosque de la Amazonía por agricultura y ganadería.
Bolsonaro culpó a las ONGs de los incendios…
-Claramente es una afirmación absolutamente ridícula, las ONGs pelean mucho por la conservación, por un modelo de desarrollo sostenible. Hay muchas ONGs que trabajan con los agricultores, con las personas de la ganadería para que utilicen fuego de manera que no haya propagación y con trabajos educacionales. Es una mentira total acusar a las ONGs, es algo de una persona psicológicamente perturbada. Lo que ocurre con la Amazonía es un total descontrol de fiscalización. La fiscalización fue muy efectiva por muchos años, pero ahora hay mucha menos plata para hacerla, hay una presión política muy grande del presidente por sobre los fiscales, es un momento muy trágico para la política ambiental de Brasil.
¿Qué consecuencias a largo plazo, qué daños irreversibles, pueden traer estos incendios para el mundo, para el ecosistema y para el medio ambiente?
Es claro que habrá consecuencias para el planeta. La Amazonía almacena una cantidad muy grande de bosque tropical que almacena carbón y es muy importante mantenerlo en el bosque para que no salga a la atmósfera porque es un gas de efecto invernadero. Si perdemos la Amazonía va a ser muy difícil llegar a los objetivos de los acuerdos de París. Entonces, es muy importante para la seguridad climática del planeta. La Amazonía tiene la mayor biodiversidad, entonces si perdemos la Amazonía serán centenas de miles de especies que van a extinguirse. Hay un peligro muy grande, nosotros hemos hecho muchas investigaciones para saber qué puede ocurrir. Llegamos a la conclusión de que si la deforestación continuara y traspasamos el límite del 25 por ciento de toda el área del bosque deforestada va a haber un punto de no retorno, la Amazonía se va a transformar en una sabana muy pobre, con pérdidas de más de 100 mil millones de toneladas de carbón. Esto es muy grave para el clima global.
Lo que tenemos que hacer es luchar mucho para impedirlo. Tenemos que llegar a una política de deforestación cero antes de 2030. Es algo urgente que tenemos que pelear como pueblo, todos los brasileños, y en el resto del mundo no deberían comprar productos de la Amazonía que vienen de áreas deforestadas.
(*) Entrevista realizada en el programa “Al sur del Río Bravo” que se trasmite por Radionauta FM 106.3 (www.radionauta.com.ar)