Argentina: el gobierno acuerda con el FMI «reperfilar» pagos y extender los vencimientos de deuda de corto plazo
Es oficial el «reperfilamiento» de deuda a corto plazo
El Gobierno oficializó el reperfilamiento de los vencimientos de la deuda a corto plazo y la postergación de los pagos de Lecap y Letes a tenedores institucionales con el objetivo de aliviar las reservas y reducir la necesidad financiera de dólares.
La medida fue formalizada a través del decreto de necesidad y urgencia 596, publicado hoy en el Boletín Oficial. En él se establece el cronograma de pagos de deuda en tres veces: para el primer pago se respetará la fecha original de vencimiento (es decir, este viernes) y se abonará el 15% del monto adeudado.
De los pagos restantes deberá hacerse cargo la gestión que gane las elecciones en octubre, ya que la segunda fecha será 90 días después de la primera y se abonará el 25% del total y sus correspondientes intereses, mientras que la tercera y última cuota (en la que se pagará el monto restante) será 180 días corridos desde el primer pago. No habrá quita de capital ni intereses en ninguno de los casos.
En cuanto a las Lecaps que tengan vencimiento a partir del 1° de enero de 2020, «el pago del saldo remanente» luego del primer pago previsto para este viernes «será atendido íntegramente a los 90 días corridos» desde esa fecha.
La postergación de los pagos no alcanzará a los títulos representativos de deuda pública nacional de corto plazo, cuyos tenedores registrados al 31 de julio de 2019 en la Caja de Valores sean personas humanas que los conserven bajo su titularidad a la fecha de pago.
Tampoco interrumpirá el devengamiento de los intereses establecidos en los términos y condiciones originales. «En caso de que dicha tasa sea variable, se continuará aplicando la misma metodología prevista en las condiciones originales según cada título de deuda», remarca el texto.
«A los fines de mejorar la actual curva de vencimientos, resulta necesario promover la modificación voluntaria del perfil de los vencimientos de los compromisos financieros de los títulos representativos de deuda pública nacional de mediano y largo plazo, tanto en los casos de deuda regida por legislación nacional como extranjera», sostiene el texto.
Para esto, «oportunamente se dará intervención al Honorable Congreso de la Nación, tanto por la actual coyuntura institucional, como por la proyección de la deuda pública involucrada, que excede largamente el término de un solo período de gestión en el Poder Ejecutivo Nacional».
Por ello, considera el Gobierno, «resulta de necesidad y urgencia adoptar medidas excepcionales respecto de los títulos de deuda pública con vencimiento en el corto plazo, mediante una prórroga inmediata y escalonada de sus vencimientos, sin afectar la respectiva moneda de denominación ni el capital ni las tasas de interés pactadas en cada caso».
En el decreto, el Gobierno asegura que debió tomar esta decisión teniendo en cuenta que en 2018 la economía argentina fue afectada por una «disminución en su capacidad exportadora, consecuencia del impacto adverso de fenómenos climáticos sobre su producción agropecuaria» y por la reversión en los flujos internacionales de capitales producto de medidas exógenas de política monetaria, que ocasionaron una «imprevista devaluación» del tipo de cambio nominal frente al dólar estadounidense. Esto dio origen a un estado de «incertidumbre en los mercados financieros».
Ante todo ello, se advierte que por razones de «prudencia que hacen a un accionar de gobierno diligente», se impone la necesidad de adoptar en forma oportuna medidas preventivas, adecuadas y razonables, que interrumpan un proceso de deterioro económico que afecta adversamente a toda la sociedad y, especialmente, a los sectores más vulnerables e impacta sobre el proceso electoral en curso.
El DNU lleva la firma de Macri y los ministros Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Guillermo Javier Dietrich, Dante Sica, Jorge Marcelo Faurie, Oscar Raúl Aguad, Alejandro Finocchiaro, Carolina Stanley, Luis Miguel Etchevehere, Germán Carlos Garavano, Patricia Bullrich y Hernán Lacunza.
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FMI pidió al Gobierno «reperfilar» deuda como condición para desembolso de u$s5.400 millones
No fue una iniciativa del Gobierno, fue una condición del Fondo.
La clave para entenderlo está en la deuda: para los técnicos del organismo, la Argentina comenzó a presentar un panorama de deuda que va de la calificación de “sustentable pero no con alta probabilidad” que podría llegar a la “insustentabilidad” en los números de su deuda. Llegar a esta última condición implicaría para la Argentina la imposibilidad de recibir los próximos u$s5.400 millones de aquí a fin de año.
Como es sabido, el crédito stand-by que el FMI le dio a la Argentina es “excepcional” (técnicamente hablando) porque el monto va más allá de lo que le corresponde al país. Según la normativa del Fondo, sólo podía otorgar ese tipo de programa a un país si se cumplía con determinados requisitos, entre ellos, que presentase algún tipo de proyección alentadora para conseguir fondeo en el mercado de capitales (bonos) y una deuda pública “sustentable” con “alta probabilidad”.
A pesar que la Argentina no cumplía ninguna de estas dos condiciones (no accedía al mercado, y su deuda no era considerada “sustentable” con “alta probabilidad”), el respaldo político de Estados Unidos en el FMI hizo que se diera a luz una tercera posición: la deuda argentina era “sustentable” pero “no con alta probabilidad” y además, en un primer momento, hasta se argumentaba que podían emitirse bonos a pesar de que las tasas ya eran elevadísimas. Ergo, los desembolsos se hacían lo mismo.
Ahora, el FMI parece considerar que la Argentina no puede financiarse en el mercado voluntario de deuda y que, en rigor, la deuda argentina se encuentra en una especie de limbo (que no puede ser reconocido oficialmente) ya que sufrió un deterioro desde su posición de “sustentable pero no con alta probabilidad” hasta rozar el “no sustentable”. Esto implicaría en el lenguaje del FMI frenar los desembolsos.
Como Argentina ya no puede emitir bonos (tasa alta), no accede a préstamos de otros países, la única condición que podía ofrecerle al Fondo para que comience a destrabar el desembolso de los u$s 5.400 millones es la de “reperfilar” la deuda cuyo vencimiento se produzca durante el cronograma original de repago del préstamo del FMI.
Cláusulas de acción colectiva para todos
Otra de las novedades es que no habrá, en principio, canje de deuda. Según altas fuentes oficiales, “esto se trata de aplicar cláusulas de acción colectiva”. Esto es, que si una mayoría definida aprueba modificación a los términos de emisión original, se aplica a todos los tenedores. “Los títulos bajo Ley Nueva York tienen esas cláusulas y dicen que si el 75% de una serie o el 66% de un grupo de series los tenedores lo aprueban, pasa”, señaló.
Pero el dato más relevante es que, para los bonos con legislación local como los Bonares, los Bopomo, los Bogato y los Boncer, no existe esa cláusula. La idea sería proponerle al Congreso que las incluyan. Se necesitaría, en principio, mayoría especial en ambas Cámaras. Según la fuente, “de esa manera también se le daría la oportunidad de dar el apoyo institucional a una idea que al próximo gobierno le debería interesar si es exitosa en despejar el perfil de vencimientos”.
Para eso el Gobierno estima que se aplicaría la misma cláusula en la deuda de legislación local, es decir, que se aplicarían los mismos condicionamientos que rigen los bonos con legislación extranjera.
Si bien una de las medidas consiste en que las Lecap Letes Lecer y Lelinks (se calculan unos u$s13.000 millones) en poder de los inversores institucionales serán refinanciadas, Lacunza anunció que se elevará al Congreso un proyecto de ley que provea las herramientas necesarias para promover “un reperfilamiento voluntario de vencimientos de capital bajo jurisdicción local, sin quita de capital ni intereses y con la sola extensión de plazos”. Al mismo tiempo, el Gobierno señaló que “se da inicio del proceso de reperfilamiento de los bonos bajo legislación extranjera, bajo las cláusulas de acción colectiva, con el mismo fin de extender los plazos de vencimiento, sin quitas de capital ni intereses, a fin de completar un perfil financiero menos exigente para el período 2020-23, que genere alivio financiero para la concreción de políticas económicas y sociales que inserten al país en un sendero de crecimiento sostenido”.
Por último, según las autoridades, “además de haber cumplido estrictamente con todas las metas fiscales y monetarias del acuerdo con el FMI para dar continuidad al acuerdo vigente, hemos propuesto a ese organismo internacional iniciar el diálogo, que inexorablemente deberá concluir en el próximo mandato, para reperfilar los vencimientos de deuda con ese organismo internacional”.
Macri vuelve a culpar a las PASO y a la oposición por la crisis
El presidente Mauricio Macri aprovechó el acto de botadura de un buque para volver a culpar a los resultados de las recientes elecciones primarias por la crisis económica y la decisión de reestructurar la deuda . Dijo que las PASO están “mal diseñadas” y son apenas “una encuesta que debe ser la más cara de todas” pero tuvieron “la capacidad de desencadenar una crisis como la que estamos viviendo”.
En línea con su libreto de responsabilizar a los votantes que decidieron darle la espalda y acompañar al candidato opositor Alberto Fernández, Macri habló de “lo que pasó hace poco más de dos semanas» y sostuvo que «los argentinos estamos viviendo a partir del resultado de las PASO un clima de preocupación y de angustia”.
Reiteró que tras las primarias “se ha generado una incertidumbre política” y que esas elecciones “han tenido lamentablemente consecuencias económicas”. “Expresaron en las PASO el cansancio de nadar contra la corriente hace mucho tiempo y especialmente el último año y medio, que fue muy duro para todos”, evaluó el mandatario sobre el voto en su contra. “Entiendo el desahogo y el enojo de muchos argentinos”, repitió.
A pesar de asegurar que se hace “cargo de lo que está ocurriendo”, Macri volvió a apuntar a la oposición como corresponsable de la crisis. “Tenemos 59 días por delante hasta las elecciones, que transcurran de la mejor manera es mi responsabilidad como Presidente, pero nunca depende solo de un gobierno”, expresó el mandatario mientras de fondo comenzó a sonar una curiosa sirena. El Presidente insistió: “Todos los que ocupamos de alguna u otra manera el rol de liderazgo en nuestro país sabemos el peso que tiene cada paso que damos y como incide en el presente y el futuro de los argentinos”.
Sobre las medidas anunciadas ayer por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, para “reperfilar” los vencimientos de la deuda , Macri aseguró que son ”para reducir la incertidumbre”. “Estamos focalizados en lograr reducir el impacto de la inflación y la incertidumbre que afecta el bolsillo de los argentinos”, lanzó el mandatario sobre las medidas que apuntan más a los mercados financieros que a la mayoría de la población.
Macri también dijo que desde su gobierno se hicieron “cargo del tema de la deuda para defender la estabilidad cambiaria en el corto, mediano y largo plazo”. El mismo presidente que emitió un bono a 100 años también planteó que su decisión es “no patear los problemas para adelante”.
En el Gobierno buscan alejar el fantasma del “default”, tras las medidas de emergencia
El equipo de Mauricio Macri quiere evitar que las medidas de ayer se relacionen con un “default”. Así lo comentó un funcionario, tras la reunión de Gabinete que encabezó Macri con sus ministros y referentes en el Congreso como Emilio Monzó, Mario Negri, Luis Naidenoff y Federico Pinedo.
El Presidente apeló esta mañana otra vez a la “responsabilidad” de la oposición para mantener la estabilidad hasta las elecciones del 27 de octubre. “Faltan 59 días”, precisó el mandatario en la empresa Tandanor. Luego encabezó una reunión de gabinete en la Casa Rosada que duró al menos 90 minutos, más de lo que se suelen extender.
Allí participaron los ministros y referentes del oficialismo en el Congreso. El protagonista fue el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, que explicó las medidas del miércoles por las que extenderá el vencimiento de pagos de Letras entre tres y seis meses a estas entidades y a las empresas. Tras el encuentro, un funcionario quiso dejar en claro que el reperfilamiento que propuso el Gobierno “no es un default”. Esta es una lectura que están haciendo ciertos analistas del mercado y que enarbolan también desde la oposición.
El ministro fue el último en retirarse del encuentro, junto con el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Por la tarde, el referente de Hacienda se reuniría con el ex ministro de Economía y actual candidato a senador por Juntos por el Cambio, Martín Lousteau. El Gobierno necesita un consenso político para las medidas que anunció este miércoles, tanto del oficialismo como de la oposición. De ahí, que haya decidido enviar al Congreso un proyecto para “reperfilar” el vencimiento de la deuda con el FMI. La preocupación que queda es cuándo desembolsará el Fondo los u$s 5.400 millones, lo que por el momento parece estar en Stand-By.
Macri se despide declarando el default de la deuda
La economía macrista termina en default. El 28 de agosto de 2019 pasará a ser el día en que el gobierno de Macri reconoció que, después de liderar el más vertiginoso ciclo de endeudamiento de la historia argentina, no puede cumplir con los vencimientos de capital e intereses en las condiciones pactadas. El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, informó que habrá una reestructuración amplia de los vencimientos de corto y largo plazo, incluyendo el préstamo del Fondo Monetario Internacional. O sea, casi toda la deuda pública hoy está en default y sin acuerdo vigente con el FMI .
La megadevaluación macrista arrojó a la economía a un escenario de imposibilidad de pagar la deuda. Es impactante la caída. Macri recibió una economía desendeuda, con muy buenos indicadores de solvencia y sustentabilidad, para entregarla en default. Y lo hizo en apenas dos años. Pudo sobrevivir desde abril del año pasado por el inmenso préstamo del FMI, avalado por los Estados Unidos de Donald Trump. Pero esos dólares se acabaron. El desembolso previsto para mediados de septiembre formará parte de un nuevo pacto con el FMI. No habrá que esperar esos dólares; formarán parte de otro paquete financiero.
El ciclo de endeudamiento macrista ha sido tan desaforado que incluyó la emisión disparatada de un bono a 100 años, colocación de deuda liderada por el entonces ministro de Finanzas, Luis Caputo. Recibió además un crédito stand by récord de 57 mil millones de dólares del FMI. El anuncio de Lacunza busca evitar un default descontrolado. Lo que hizo fue reconocer que impulsa una cesación de pagos ordenada.
Lacunza afirmó que el problema de la deuda es de liquidez, es decir que faltan dólares, y no de solvencia. No es así. No alcanzan los dólares y el macrismo lanzó a la economía a la insolvencia. El indicador que expone esa vulnerabilidad es la relación Deuda/PIB. Lo recibió con la cifra de 37,6 por ciento y a lo largo de estos casi cuatro años lo fue empeorando, hasta superar ahora el ciento por ciento. O sea, el total de la deuda del sector público es equivalente al Producto. Y con un horizonte inmediato de una mayor caída.
Semejante fracaso en la administración de las finanzas públicas no puede disimularse con desvaríos filosóficos y políticos acerca de los resultados de las elecciones, triste papel que tuvo Lacunza antes de declarar que el gobierno de Macri no puede pagar la deuda. La forma de maquillar el default fue presentarlo con la propuesta de extender los vencimientos de la deuda de corto y largo plazo, de legislación local e internacional.
El mensaje de la misión del Fondo liderada por el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, cuando dejó trascender que no hay un poder político establecido para negociar, fue que en las actuales condiciones no puede haber otro desembolso del organismo, estimado en unos 5400 millones de dólares. El interrogante acerca de qué iba a hacer el FMI tuvo de ese modo respuesta. Lo que siguió fue la declaración del default.
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