La UE y el Mercosur firmaron, de apuro, el asimétrico (y no difundido) acuerdo comercial – Por Rodolfo Koé Gutiérrez

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Por Rodolfo Koé Gutiérrez*

La Unión Europea y los países del Mercosur alcanzaron este viernes un acuerdo comercial tras 20 años de negociaciones, un compromiso calificado rápidamente de «histórico» por Brasil, y las salientes administraciones de Argentina y de la Comisión Europea y como una sentencia de muerte de las industrias y de gran parte del trabajo decente y empleo de calidad, por las centrales sindicales de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

El texto acordado entre los bloques será revisado legalmente y luego firmado por los órganos que dirigen el Mercosur y la UE, y remitido para su ratificación a los parlamentos de los 32 países que integran ambos bloques. O sea, aún falta un largo camino de al menos tres años para sea un acuerdo ejecutable.

Pero hasta ahora lo que se ha conocido de los borradores del documento ha llegado desde Europa y no desde los gobiernos de la región, y tampoco se sabe todavía cuáles de esos aspectos sobreviven en el acuerdo firmado el viernes.

Los gobiernos de Mauricio Macri (de salida) y Jair Bolsonaro (con enormes problemas económicos, sociales, de credibilidad y de corrupción) promocionaron el acuerdo como una victoria propia en el plano internacional, aun cuando ésta se produce después de 20 años de gestiones de sucesivos gobiernos.

“Un acuerdo así no genera nada para festejar sino muchos motivos para preocuparnos”, tuiteó Alberto Fernández, candidato a la presidencia del Frente Todos y casi seguro sucesor de Macri desde diciembre próximo. “No queda claro cuáles serían los beneficios concretos para Argentina, y sí cuáles serían los perjuicios para la industria y el trabajo”, consignó.

“El Acuerdo significa mayor reprimarización de la Economía y un ataque desleal a la industria nacional. No puede ser que Macri en su ocaso siga entregándonos”, indicó el cineasta y senador Pino Solanas.

En cuanto a la UE, se considera que la clave para que el acuerdo se cerrara es la situación del comercio internacional: con Estados Unidos impulsando medidas proteccionistas y dirigiendo una guerra comercial contra China, para la UE el acuerdo implica nuevos aliados en el comercio internacional y le permite mostrar su insistencia por la apertura comercial.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, confirmó la noticia. «El acuerdo comercial con Mercosur hecho! Un momento histórico. En medio de las tensiones comerciales internacionales, estamos enviando una señal potente de que apoyamos el comercio basado en normas», escribió Juncker en su perfil de la red social Twitter.Hoy es un día de duelo para la integración regional autónoma, garantía de un proyecto de desarrollo nacional y regional que permita la inclusión de nuestros pueblos y el fortalecimiento de nuestras democracias.

Una Comisión Europea desacreditada, deslegitimada, «de salida» y reconocida por gran parte de los pueblos europeos como la promotora de las políticas de austeridad que dejaron a grandes mayorías en la pobreza, firmó el acuerdo con un Mercosur funcional al capital transnacional y absolutamente ajeno a cualquier proyecto soberano y de inclusión.

Parlamentarios, investigadores y políticos señalaron que el Mercosur entrega sus posibilidades de desarrollo a cambio de nada y esperan que el acuerdo no sea ratificado en los congresos nacionales.

La Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (Ccscs) alertó sobre el funesto impacto que este acuerdo tendrá para el sistema productivo de la región en general, y para ciertas ramas de producción estratégicas en particular, tales como tecnología, sistema marítimo y fluvial, obras públicas, compras del Estado, laboratorios medicinales, industria automotriz, economías regionales (en especial, las vinculadas al aceite de oliva, vinos y espumantes, quesos y lácteos, entre otras).

La Ccscs reiteró su más profunda preocupación por la total falta de transparencia y opacidad con la que se han llevado adelante las negociaciones. Respecto de los contenidos, expresó su legítima preocupación por un acuerdo que no tiene en cuenta las sensibilidades de ambas partes en materia de empleo ni la necesidad de que el mismo contribuya a un esquema de desarrollo simétrico y equilibrado de las dos regiones.

Hoy es un día de duelo para la integración regional autónoma, garantía de un proyecto de desarrollo nacional y regional que permita la inclusión de nuestros pueblos y el fortalecimiento de nuestras democracias, señaló la Coordinadora.

Los trabajadores resaltaron puntos de extrema sensibilidad para el interés social en general y de los trabajadores y trabajadoras:

  • Cobertura de las ofertas y ritmo de desgravación de las canastas de bienes: hemos conocido que la cobertura de las ofertas es superior al 90%, lo que indica que se trata de un acuerdo de libre comercio de carácter amplísimo, con una liberalización casi total del comercio birregional.
  • Además, se han negociado aceleraciones en el ritmo de desgravación previsto, quedando la mayoría del comercio bilateral comprendido dentro de un período de desgravación menor a 10 años.
  • Tanto la amplitud de la cobertura como la finitud de los plazos de desgravación atentan contra una transición ordenada de los sectores productivos hacia una situación de libre comercio birregional, que podría tener impactos sustantivos tanto sobre la cantidad como la calidad del empleo en ambas regiones, así como resultar en situaciones no previstas de dislocación social (migraciones del campo a la ciudad, desempleo industrial masivo).
  • Reglas de origen flexibles: se negociaron reglas «flexibles» para la determinación del origen de los productos, con el objeto de poder utilizar insumos importados de terceros países. Esta «flexibilidad» conlleva un alto riesgo de  «triangulación» de productos que son elaborados mayoritariamente en países ajenos al acuerdo, de bajísimos salarios y en donde no se respetan los derechos laborales más básicos, y que con un mínimo procesamiento o etiquetado podrían gozar de los beneficios de las preferencias otorgadas.
  • Servicios estratégicos para el desarrollo de las naciones sudamericanas, como la inclusión en la negociación de algunos sectores de servicios que son estratégicos para el desarrollo nacional, tales como el transporte marítimo y fluvial, los servicios audiovisuales, los servicios energéticos y los servicios financieros.
  • Mantenimiento del poder de compra del Estado: históricamente el poder de compra y contratación del Estado ha funcionado como una potente herramienta para el desarrollo industrial, por lo que era necesario mantener dicha potestad por parte de los distintos Estados nacionales a todos los niveles (nacional, provincial y municipal), específicamente en lo que respecta a la obra pública, y evitar otorgar el «trato nacional» a las empresas de la UE.
  • Rechazo a la extensión de las patentes y a la protección de los datos de prueba: la realidad muestra que el sistema de patentes en el caso de los medicamentos sólo sirve para excluir del mercado a nuevos competidores, puntualmente a los productores públicos o privados de medicamentos genéricos.
  • Los trabajadores rechazaron la inclusión de cláusulas de extensión de patentes y de protección de datos de prueba en el marco del capítulo de propiedad intelectual, con objeto de fomentar la producción local de productos farmacéuticos y facilitar el acceso a la salud y a los medicamentos para ambas poblaciones.
  • Fomento de sectores productivos específicos: todo acuerdo que pretenda el desarrollo simétrico y armónico del conjunto de las partes requiere de la existencia de mecanismos que permitan un proceso de reestructuración de los sectores más sensibles y de fomento de nuevos sectores productivos generadores de empleo de calidad y valor agregado.
  • Un acuerdo de estas características requiere mantener e incluir instrumentos tales como salvaguardias comerciales, cláusulas de industria naciente, regímenes suspensivos y licencias de importación, todos ellos permitidos y regulados actualmente por la Organización Mundial del Comercio (OMC), que no serían parte de esta negociación.
  • Promoción de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs): si bien existen cláusulas específicas en la negociación en materia de PyMEs, las mismas se limitan a mejorar la circulación de la información técnica y legal del acuerdo. De modo de beneficiarse efectivamente con el acuerdo, las PyMEs requieren de apoyo financiero y de transferencia tecnológica para poder afrontar positivamente un proceso de apertura comercial, modernización tecnológica y mejora de la competitividad, elementos que no se encuentran previstos en la actual negociación.
  • Inexistencia de estudios de impacto finalizados: es imprescindible contar con estudios y de impacto finalizados que revelen los verdaderos resultados del acuerdo. El Mercosur ni siquiera presentado un análisis similar. Es impropia la firma de un acuerdo con la amplitud del presente sin conocer los resultados económicos y sociales del mismo en términos generales, y mucho menos sin haber estimado el impacto sobre la cantidad y calidad del empleo.

En suma, el movimiento sindical del Cono Sur reiteró su planteo de sus principales preocupaciones y exigencias para que la negociación avance hacia un verdadero acuerdo de asociación que permita reforzar las relaciones políticas, sociales, económicas y culturales entre ambas regiones, y que sea capaz de potenciar el respeto a los derechos humanos, el empleo digno, el trabajo decente, el desarrollo sostenible y los valores democráticos.

Sin embargo, los trabajadores denuncian que no han obtenido las respuestas esperadas ni una verdadera y efectiva participación en las negociaciones, lo que motiva su absoluto rechazo al presente acuerdo en lo que respecta tanto a sus formas como a sus contenidos.

Repercusión

La cancillería uruguaya, destacó que la UE en su conjunto es el segundo destino comercial del Mercosur en general y de Uruguay en particular (fue en 2018 y 2017 el segundo destino de las exportaciones uruguayas, por montos en torno a los 1.500 millones de dólares, siendo los principales productos la celulosa (49%), la carne bovina (22%) y la madera y subproductos (7%).).

“Hemos ganado en rubros como arroz, carne, miel, cueros, citrus, merluza; se mantienen los regímenes especiales de admisión temporaria, no hay ningún capítulo de propiedad intelectual, que era un área que siempre estuvo bajo una mirada muy atenta”, enfatizó el canciller Nin Novoa.

En Brasil la Confederación Nacional de la Industria aseguró que su país podría aumentar las ventas a la UE 23,6%, lo que equivale a unos 10.000 millones de dólares, y que el acuerdo permitiría la creación de 80.000 puestos de trabajo. Por su parte, el ministerio de Economía y la cancillería repitieron que el Producto Interno Bruto crecerá 87.500 millones de dólares en 15 años como consecuencia del acuerdo firmado ayer, especialmente por la llegada de nuevas inversiones y el aumento de las exportaciones.

Marcelo Abdala, secretario general de la central sindical unitaria PIT-CNT, adelantó la discrepancia con el método de negociación por no ser transparente, y señaló que la central obrera solicitará una reunión con el canciller para obtener más información del acuerdo.

Afirmó que los acuerdos son “declarativos”, por lo que después hay que analizar “las posibilidades de utilizar herramientas del desarrollo, me refiero a las compras públicas, a la reglamentación de la industria de medicamento para poder generar caminos propios de investigación tecnológica y soberanía en materia de salud, me refiero a los certificados de origen, a las formas de promoción efectiva del trabajo en la región y al tratamiento de las asimetrías”.

En Argentina, la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN), rechazó en forma terminante el anuncio de la firma de un Tratado cuyas negociaciones se llevaron a cabo sin transparencia alguna, impidiéndose a organizaciones empresarias y sociales y a las pequeñas y medianas empresas (Pymes)- que representan el 95% de los establecimientos, el 45% del PBI y generan el 80% de los puestos de trabajo -el acceso a información concreta .

Ya solo con la información parcial con que se cuenta es posible afirmar que la producción y el trabajo nacional se verán impactados profundamente de concretarse este acuerdo: como señalaron públicamente las propias autoridades de la UE, brindaría enormes ventajas para ellos y solo marginales para los productos del Mercosur, al proteger Europa sus sectores agropecuarios.

“Este acuerdo compromete e hipoteca las herramientas imprescindibles para dimensionar la producción y el empleo nacional, para un desarrollo inclusivo y soberano, y terminará profundizando la dependencia y las asimetrías actualmente existentes”, añaden.

(*) Periodista económico argentino, analista asociado a al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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