¿Fin del ‘piloto automático’ en Perú? – Por Jorge Chávez Álvarez

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Jorge Chávez Álvarez *

El gobierno está por aprobar el “Plan Nacional de Competitividad y Productividad”, con el cual pretende reavivar una economía en desaceleración por falta de reformas y muchos años de ‘piloto automático’.

Este plan contempla 80 medidas que apuntan a lograr 9 objetivos prioritarios en los frentes de: Infraestructura, capital humano, innovación, financiamiento, mercado laboral, ambiente de negocios, comercio exterior, institucionalidad y sostenibilidad ambiental.

Una primera crítica (constructiva) que se puede hacer a este plan es que no todas las medidas que plantea tienen verdadera relevancia estratégica. En un país con baja capacidad de gestión es mejor centrarse en lo importante.

Segunda crítica; el plan nos dice: quiero infraestructura, quiero capital humano, quiero ciencia y tecnología, quiero acceso al financiamiento, quiero ambiente laboral competitivo, quiero ambiente de negocios propicio, etc., pero no se sabe para qué. Implícitamente debe ser para elevar la productividad, pero si se hiciera explícito que es para ello, se tendría también que responder a preguntas elementales, tales como: qué producir, para quién producir, cómo producir y con qué recursos, para poder ser competitivos.

En buena cuenta al plan le hace falta un enfoque unificador y una visión compartida del futuro a largo plazo, que subraye las ventajas competitivas que han de distinguir al Perú frente a otros países y los sectores específicos en los que se pretende alcanzar los mayores niveles de productividad en los próximos 20 años.

Los sectores priorizados deben reflejar una aspiración de diversificación productiva materializada en un gran salto en las exportaciones de bienes y servicios intensivos en capital humano y en la sustitución creativa de importaciones, con gran capacidad de generación de valor agregado, desarrollo sostenible y empleos de calidad.

Para ello el plan debería contemplar objetivos estratégicos globales, que le den sentido verdaderamente estratégico a los 9 objetivos prioritarios, para evitar que devengan en compartimentos estancos. Objetivos estratégicos vinculados a aspiraciones de largo plazo en agroindustria, desarrollo forestal, metalurgia, energía o servicios intensivos en capital humano.

Llama la atención que el plan no plantee medidas concretas para potenciar el capital humano requerido por las actividades económicas con mayor potencial competitivo. Tampoco plantea medidas para dotar de competencias clave de innovación, digitalización o dominio del idioma inglés. Se repiten medidas contempladas en el plan educativo, que no apuntan directamente a aumentar la competitividad.

También llama la atención que se haya fijado como uno de los 9 objetivos prioritarios la ‘sostenibilidad ambiental’, en lugar del ‘desarrollo sostenible’. Para alcanzarla postula 7 medidas genéricas: (1) financiamiento de medidas de adaptación al cambio climático; (2) gestión integral de residuos sólidos; (3) acuerdos de producción limpia en manufactura, pesca y agricultura; (4) estrategia de energía renovable no convencional, electromovilidad y combustibles limpios; (5) bono de chatarreo; (6) plataforma de monitoreo de la implementación de las NDC de adaptación y mitigación; y (7) instrumentos para la gestión sostenible y puesta en valor de los recursos naturales y servicios ecosistémicos.

Ninguna de estas medidas plantea la reforestación, la siembra de árboles nativos, el desarrollo de plantaciones agroforestales o la lucha contra la tala ilegal y la deforestación para dar cabida a monocultivos depredadores del suelo y los cauces de los ríos, como los sembríos de eucaliptos, pinos y palma aceitera.

El plan le asigna alta prioridad a una estrategia de desarrollo de parques industriales, aunque no postula una estrategia para desarrollar parques tecnológicos y laboratorios de innovación; cruciales para países que pretenden ser competitivos.

Estos son algunos, entre otros aportes más, que podemos hacer al “Plan Nacional de Competitividad y Productividad” que el presidente Vizcarra anunciará con bombos y platillos en su mensaje de 28 de julio, con motivo de la celebración de las fiestas patrias.

* Presidente Ejecutivo de Maximixe, Consultoría de Negocios, Finanzas, Políticas Públicas y Banca de Inversión. Publicado en Alerta Económica


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