Elecciones primarias en Argentina: influencia de la política internacional, encuestas e irregularidades – Por Juan Guahán

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Por Juan Guahán *

Estamos a menos de 30 días de la celebración de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la primera jornada electoral. Estas PASO no tienen importancia si son consideradas como unas “internas abiertas”, porque sobre los cargos más importantes no habrá votación.

Sí, adquieren mucho peso como una aproximación a las generales de octubre. No solo por ser una gran encuesta y mucho más creíble que el “festival de encuestas” que hoy nos inundan. En segundo lugar porque su resultado puede tener efectos sobre la situación económica, cambiando el futuro escenario electoral.

En una breve recorrida por distintos temas que tienen ver con este proceso, veremos desfilar cuestiones que van desde temas de la política internacional a los datos de las encuestas, el riesgo de ciertas irregularidades y el juego de los medios de comunicación.

La influencia de la política internacional

No caben dudas que el tubo de oxígeno que mantiene con vida al actual programa económico de Mauricio Macri es Donald Trump: sin su presión y el peso del voto estadounidense para el apoyo del FMI este programa del macrismo ya formaría parte del basural de la historia.

Más allá de ese aval, hasta hace algunas semanas, daba la impresión que el macrismo estaba perdiendo el apoyo internacional. La designación de Alberto Fernández como candidato presidencial del peronismo-kirchnerismo les había llevado una cierta tranquilidad al sistema de poder mundial, pero cuando vieron que Macri podía revivir y con él sus mayores beneficios, vuelven a la carga para jugarse por su candidato.

Ahora ese poder mundial se ha vuelto a alinear con Trump. De todos modos subsiste un punto de fricción, las relaciones con China. Es sabido que a EEUU no lo afectan mayormente las relaciones comerciales argentinas con China, pero son intransigentes en impedir acuerdos sobre cuestiones vinculadas a otros temas estratégicos: las comunicaciones (el despliegue G 5); infraestructura y manejo logístico (la base en Neuquén) y cuestiones de energía nuclear (una nueva central).

Esos son temas sensibles y EEUU presiona sobre el gobierno argentino para reducir, si no puede impedir los acuerdos sobre estas cuestiones. Lo dicho para Macri, en medio de la actual campaña, es trasladable a los problemas que, sobre estas cuestiones, tendrá el próximo gobierno.

Los datos de las encuestas

Estamos padeciendo una avalancha de encuestas y cuesta creer en la mayoría de ellas. Esa desconfianza tiene dos pilares: Uno, los comprobados y gruesos errores cometidos en otras oportunidades y dos, la duda -proveniente del sentido común- acerca de cómo es posible la reelección de Macri en medio de la crítica situación que padece una porción importante de nuestro pueblo.

Esta última cuestión es la que más conmociona, sobre todo porque muchos vislumbran que puede darse en las próximas elecciones. En ellas la mediación entre la situación de vastos sectores y el voto no está ocupada por los intereses de esas necesidades reales sino por los deseos, fuertemente sostenidos por las redes sociales y la comunicación digital.

La tendencia general de las encuestas marca una creciente polarización del voto y una ventaja, cada vez menor y cercana a un empate técnico, a favor de “los Fernández” (Alberto y Cristina) y todavía en detrimento de Macri-Pichetto. Eso vale para la primera y una eventual segunda vuelta, son excepcionales los casos de encuestadoras que den otro tipo de resultados, para las PASO de agosto.

Es en la cuestión del uso de las tecnologías digitales donde el macrismo tiene las mayores ventajas. Lo tiene, según la mayoría de los especialistas, por acumulación de conocimientos y por la mayor experiencia en la formación de equipos para el manejo de las mismas.

Manejo de medios y riesgos de ciertas irregularidades

No obstante el señalado peso de las redes sociales, los llamados “medios hegemónicos” siguen cumpliendo su rol. En ese sentido parece haber terminado el “período de gracia” con el que se encontró Alberto Fernández en las primeras semanas de su candidatura presidencial.

Exacerbados incidentes menores con periodistas marcan ese cambio. Ahora, algunos medios que inicialmente aplaudieron su designación, están recargando los aspectos negativos de dicho candidato.

Otro aspecto destacable de los últimos días gira en torno a los riesgos sobre eventuales irregularidades en el proceso electoral. Ellas tienen dos vertientes. La, denunciada por el Partido Justicialista, modificación de diez normas electorales y las manipulaciones en los votos y la trasmisión de los mismos.

Esta segunda cuestión es la que más debates genera. Ellos incluyen a la legisladora macrista Elisa “Lilita” Carrió y a variadas y múltiples denuncias de la oposición. Carrió sostiene, sin mayor fundamento, que los viajes de Cristina a Cuba serían aprovechados para tener “reuniones con los rusos en Cuba para el hackeo electoral”.

Mucho más precisas y sólidas son las denuncias de la oposición sobre el contrato con Smartmatic la empresa proveedora del sistema de recuento de votos y trasmisión de datos con una tecnología electrónica y digitalización de telegramas, cuestiones sobre las cuales se hizo un fallido simulacro.

El apoderado del PJ ha denunciado que no ha sido invitado a nuevos simulacros. Recordemos que la intervención de la empresa Smartmatic en diversas elecciones, en distintos países, ha sido duramente cuestionada.

* Analista político y dirigente social argentino, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)


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