Christine Lagarde abandona al FMI para asumir en el Banco Central Europeo

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La directora gerenta del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, deja su puesto el 1 de noviembre para ocupar la presidencia del Banco Central Europeo (BCE). La noticia se conoció luego de la cumbre de líderes europeos que se realizó este fin de semana en Bruselas. “Me siento honrada de haber sido nominado para la Presidencia de @ECB. En vista de esto, y en consulta con el Comité de Ética del Directorio Ejecutivo del FMI, he decidido renunciar temporalmente a mis responsabilidades como Directora Gerenta del FMI durante el período de nominación”, confirmó a través de su cuenta de Twitter la funcionaria.

Lagarde deja el cargo luego de haber aprobado el paquete de ayuda económica más importante en la historia del organismo, el cual tuvo como destino la Argentina. La funcionaria reconoció semanas atrás que habían subestimado la inflación argentina, aunque eso no implicó que se modifique el programa de ajuste previsto para la Argentina. También se subestimó la tensión cambiaria típica del país, por lo cual se le autorizó al gobierno a utilizar los dólares del fondo para intervenir en el mercado de cambios, algo que tienen prohibido los países miembro en este tipo de ayudas según el estatuto del organismo.

Lagarde había ocupado previamente cargos en el gobierno francés como ministra de Agricultura y Pesca, de Comercio y de Economía, Finanzas e Industria. Fue la primera mujer ministra de Asuntos Económicos del G8 y en dirigir el FMI.​ Los cargos en el BCE se completan con el liberal belga Charles Michel como presidente del Consejo, el socialista español Josep Borrell como jefe de la diplomacia europea y el socialdemócrata búlgaro Sérguei Stanishev, en la Eurocámara.

Página 12


Christine Lagarde, primera mujer en presidir el Banco Central Europeo

Christine Lagarde está en camino de convertirse en la primera mujer en presidir el Banco Central Europeo. Si no hay ningún imprevisto por el camino, la actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional, será la encargada de sustituir a Mario Draghi.

Lagarde ha respondido al nombramiento a través de su cuenta de Twitter y ha señalado que renunciará a la Junta Ejecutiva del FMI pues no considera que sea ético estar al frente durante el periodo de nominación.

”Me siento honrada de haber sido nominada para la presidencia del Banco central Europeo. En vista de esto, y después de una consulta con el Comité de Ética de la Junta Ejecutiva del FMI, he decidido renunciar temporalmente a mis responsabilidades como directora durante el periodo de nominación”, ha publicado.

Este martes, los líderes europeos han logrado un acuerdo para el reparto de altos cargos de la Unión Europea que sitúa a la conservadora alemana Ursula von der Leyen como nueva presidenta de la Comisión Europea, siendo también la primera mujer que ocupa este cargo. Por otro lado, se ha otorgado al ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, la jefatura de la diplomacia europea, mientras que el primer ministro belga, Charles Michel, se hará con la presidencia del Consejo europeo.

Liberal convencida y gran conocedora del mundo de los negocios en Estados Unidos por su experiencia profesional, Lagarde ya se convirtió en 2011 en la primera mujer al frente del Fondo Monetario Internacional (FMI) al sustituir a Dominique Strauss-Kahn, otro antiguo ministro francés que tuvo que dimitir enfangado en un escándalo sexual, y será de nuevo pionera reemplazando al italiano Mario Draghi al frente del BCE. Una institución en cuyo órgano máximo, el consejo de gobernadores, sólo hay por ahora dos mujeres entre sus 25 integrantes.

Nació hace 63 años en París y estudio Derecho y Ciencias Políticas. Empezó a trabajar como abogada en esa misma ciudad en 1981, contratada por Baker McKenzie. En esa firma internacional trabajó como especialista en cuestiones laborales, de competencia y de fusiones y adquisiciones. Fue escalando en la jerarquía ya instalada en Estados Unidos: entró en 1995 en el comité ejecutivo de este bufete estadounidense, cuatro años después pasó a ser su presidenta y en 2004 responsable del comité estratégico.

En junio de 2005 dejó la empresa privada para entrar en el Gobierno del presidente conservador francés, Nicolas Sarkozy, primero en la cartera del Comercio Exterior y dos años después como ministra de Economía y Finanzas. Como responsable francesa de Finanzas -era la primera mujer en ese puesto- presidió el Ecofin en el segundo semestre de 2008 y luego el G20 durante la presidencia de su país en 2011.

Para evitar que Francia perdiera un puesto internacional tan relevante como el de director del FMI ante el escándalo de Strauss-Kahn, Sarkozy la propulsó para el cargo para reemplazarlo en julio de ese año y desde entonces pocos son los que han lamentado públicamente su decisión. Cuando terminó su primer mandato cinco años después, tras haber intervenido en primera línea en la gestión de las crisis de la deuda en la zona euro, fue reelegida por consenso, sin que ningún otro candidato se hubiera presentado.

No fue siquiera un obstáculo el hecho de que unos meses después tuviera que sentarse en el banquillo de acusados en Francia por su responsabilidad como ministra en 2008 en la atribución de una indemnización multimillonaria al controvertido empresario Bernard Tapie. Precisamente ese juicio a finales de 2016, con una peculiar condena por negligencia, pero exenta de pena, es la principal mancha de su biografía pública. Los magistrados del Tribunal de Justicia de la República, una instancia especial para juzgar a miembros del Gobierno o exministros por delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones, decidieron no imponerle ninguna sanción teniendo en cuenta su “personalidad” y su “reputación internacional”.

La Vanguardia


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