Chile: colectivas feministas convocan para mañana a marcha antirracista y por el derecho al aborto
Desde hace seis años que la Coordinadora Feministas en Lucha, ha organizado cada 25 de julio la marcha por el derecho a un «aborto libre, legal, seguro y gratuito». Movilización que busca reivindicar el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, exigiendo el aborto libre y legal en Chile sin objeciones de conciencia, sin la imposición moral de la Iglesia y sin una ley que sólo abarque tres causales.
«Entendemos que el aborto es una práctica ancestral que las mujeres hemos realizado y seguiremos realizando, solas o acompañadas, con pastillas o con hierbas. Abortaron nuestras abuelas, nuestras madres y nosotras, en situación de clandestinidad, porque así lo han decidido los poderes políticos, clericales, económicos y patriarcales», expresaron a través de un comunicado.
Además, en esta convocatoria la Coordinadora Feministas en Lucha unirá fuerzas con Microsesiones Negras, incorporando la lucha antiracista y reconociendo el Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y Diáspora.
A continuación la declaración de la Coordinadora Feministas en Lucha:
Las mujeres y otros cuerpos gestantes, que nos convocamos este año nuevamente para ocupar las calles de las ciudades de Chile, lo hacemos una vez más para alzar la voz por el aborto libre legal seguro y gratuito y, este año 2019, también lo hacemos en conmemoración por el Día Internacional de la Mujer Negra Latinoamericana y caribeña, hito que había sido, hasta hoy, invisibilizado por la marcha por el derecho al aborto libre en Chile y que se conmemora el 25 de Julio.
Entonces, a partir del reconocimiento y respeto a las luchas de las mujeres afrodescendientes en Chile, hoy, la lucha antirracista unida a la del aborto libre se manifiesta contra las políticas racistas, xenófobas y misóginas que el estado chileno y particularmente este gobierno de derecha y liberal han instalado en este país; se manifiesta ante el abuso de la objeción de conciencia, hecho que solo ha permitido obstaculizar y no garantizar el cumplimiento de la ley de aborto en tres causales y se manifiesta contra el racismo institucional, presente en los sistemas de salud y servicios migratorios.
Entendemos que el aborto es una práctica ancestral que las mujeres hemos realizado y seguiremos realizando, solas o acompañadas, con pastillas o con hierbas. Abortaron nuestras abuelas, nuestras madres y nosotras, en situación de clandestinidad, porque así lo han decidido los poderes políticos, clericales, económicos y patriarcales.
Por eso, la vida de las mujeres está en riesgo. Está en riesgo a diario, en las calles, en la casa, en los lugares de trabajo, en los hospitales, en las escuelas y liceos, en las universidades, las iglesias, en todos
los espacios.
La clandestinidad, sumada al racismo estructural impregnado en las relaciones sociales, impone las consecuencias más severas hacia las mujeres pobres, migrantes y racializadas. Por eso, la lucha por el aborto libre debe articular las luchas contras las opresiones de género, raza y clase de forma indisociable, entendiendo a la mujer como sujeta de derecho y no tutelada.
Decimos entonces, que ellos, esos ellos que se oponen a nuestra libre decisión, no son pro vida, sino anti derechos y pro aborto clandestino. Nosotras en cambio, nos posicionamos desde la vida viva y la libertad de decidir sobre ella, nos posicionamos desde la lucha contra el capitalismo y el racismo y desde los distintos lugares de resistencia que buscan abolir la precarización de nuestra vida en todas sus formas.
Hoy, aún más que ayer, que la derecha conservadora avanza segura por toda latinoamérica. Por ello luchamos y seguiremos luchando en todos los territorios, en todos los pueblos y ciudades, por este derecho que nos han negado por años y años.
Las mujeres nos unimos, nos juntamos, nos abrazamos para dar la pelea contra todas las opresiones que cruzan nuestras vidas, contra todas las opresiones que la estructura patriarcal, racista y capitalista nos ha impuesto, contra toda fuerza que busca controlar nuestros cuerpos y nuestras vidas, contra toda creencia que busca imponerse para culpabilizarnos por ejercer nuestra autonomía y autodeterminación.
En esa lucha también saludamos el reciente reconocimiento legal del pueblo afrodescendiente en Chile, resultado de décadas de lucha protagonizada por las organizaciones negras en Arica y donde nuestras compañeras afroariqueñas tuvieron un papel fundamental.
Entendemos eso como un hito histórico en este país, que nos llama a la responsabilidad de reconocer y respetar la lucha afrodescendiente en Chile.
Finalmente queremos declarar que la lucha por el aborto libre, legal, seguro y gratuito será
antirracista o no será y decimos fuerte y claro ¡Abortemos el racismo!
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