Nueva estrategia opositora en vez de propuestas – La Época, Bolivia

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Tras fracasar en sus gestiones internacionales para inhabilitar la postulación de Evo Morales, los candidatos de la oposición optaron por una nueva estrategia política que consiste en usar determinadas noticias para cabalgar sobre ellas/usarlas y lanzar una promesa al respecto. Estas maniobras son como un camuflaje para que la gente no se dé cuenta de que carecen (a cuatro meses de las elecciones) de un programa de gobierno estructurado.

Esta estrategia suele coincidir —en su línea discursiva— también con los contenidos difundidos por tuiteros de la derecha o, a veces, son estos tuiteros quienes generan climas de opinión que luego “saltan” a los medios de difusión y a las palabras de los postulantes opositores. Sin embargo, el objetivo de estas coincidencias (¿o coordinaciones?) es posicionar ciertos temas en la agenda pública (es decir, temas que interesan a la gente) con el fin de desgastar al Gobierno y al Presidente.

Esta disputa por la agenda pública no es reciente ni es exclusiva de un país, sin embargo, se acentúa en el período electoral cuando los aspirantes buscan capturar votos del electorado.

La “teoría de la fijación de la agenda” o “Agenda Setting” considera que los medios de difusión (radio, TV, impresos y ahora las redes sociales digitales) tienen una gran influencia sobre el público al determinar qué asuntos poseen interés informativo y cuánto espacio e importancia se les da.

Vale decir, los medios proponen de “qué” tema puede hablar/opinar la gente. Para ese fin, los medios de difusión procesan las noticias, les dan un determinado enfoque o encuadre (framing), las jerarquizan, destacan a unas y excluyen a otras.

En ese sentido, varios de los candidatos de la oposición, y sus voceros, se excusaron de presentar o debatir su propuesta de país o su programa de gobierno, bajo el justificativo de que tienen tiempo suficiente. Este vacío intenta ser llenado, a veces, con algunas ideas/propuestas sueltas que no alcanzan a la agenda mediática (temas de interés de los medios de difusión) y menos a la agenda pública.

Por ello, en una clara actitud oportunista, recurrieron a la tarea de amplificar su opinión no sobre sus propuestas de país, sino sobre la coyuntura, sobre las noticias de los medios de difusión.

Por ejemplo, tras conocerse los hechos de violencia referidos a Adepcoca, el postulante Carlos de Mesa (vía Twitter) salió en defensa de un grupo de productores de coca que, según investigaciones policiales, está involucrado en hechos delictivos.

De acuerdo con el viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, la actitud de De Mesa se explica por una alianza política con esos productores para la definición de candidaturas al Legislativo.

Por su lado, el aspirante Óscar Ortiz, mediante Twitter, también usó el tema de Adepcoca para buscar visibilidad.

Otra noticia que apareció ayer en un periódico de la derecha se refiere a escuelas presuntamente abandonadas. Esta versión fue inmediatamente amplificada por Ortiz en Twitter.

El mencionado diario también difundió las declaraciones de un dirigente de Potosí. Esta noticia recibió repercusión de los opositores y de sus tuiteros afines. Inclusive, Ortiz aprovechó la noticia para plantear que “necesitamos cambiar a los políticos del pasado”.

Ayer, cuando la agenda mediática comenzó a incluir el aniversario de la Policía, De Mesa tuiteó al respecto y aprovechó esa noticia para llevar agua a su molino, ya que planteó “recuperar a la institución del control partidario, la corrupción (…)”. Días antes, el aspirante propuso descentralizar la entidad del orden. Todo ello le valió la crítica de la diputada Betty Yañíquez, quien cuestionó que De Mesa utilice el nombre de la Policía con fines electorales.

Este uso de las noticias para convertirlas en armas electorales de campaña también se evidenció en casos como la selección de fútbol, denuncias contra una radio en Riberalta, el accidente de mineros bolivianos en Chile, etc., etc.

La maniobra es usar determinadas noticias para cabalgar sobre ellas/usarlas y lanzar una promesa al respecto.

La Época

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