Nicolás Gandini, director de EconoJournal: «Se priorizó la energía hidroeléctrica que es más barata y demanda menos subsidios del Estado»
Entrevista a Nicolás Gandini, director de EconoJournal
Por Carla Perelló, de la redacción de NODAL
El domingo 16 de junio Argentina y Uruguay amanecieron a oscuras. Las redes sociales, principalmente en Twitter, reflejaron el problema y fueron las fuentes de información en el tiempo en el que las baterías y la señal fueron suficientes. La falla fue general e histórica. De los dos países, sólo la provincia de Tierra del Fuego y Ticino, un pequeño pueblo cordobés, en Argentina, estuvieron exentos del “blackout” por generar su propia energía. El secretario de Energía argentino, Gustavo Lopetegui, desestimó teorías conspirativas y sostuvo que hay “cero posibilidades” de que un problema así vuelva a repetirse. NODAL dialogó con Nicolás Gandini, director de EconoJournal, una agencia de noticias con foco en la actualidad de la agenda energética, y especialista en energía, petróleo y minería, para comprender lo sucedido y cuáles son los próximos pasos.
Tras el apagón masivo del domingo en Argentina y Uruguay con repercusiones en otros países limítrofes, un informe preliminar dio a conocer que el gobierno incrementó las compras de energía hidroeléctrica para reducir costos sobrecargando un corredor que ya venía debilitado a causa de la salida de servicio de una torre de la línea de transmisión Colonia Elía – Nueva Campana, que lleva energía desde las centrales Yacyretá y Salto Grande en Buenos Aires. Ante este panorama ¿qué llevó a este colapso? ¿Cuál es la situación del sistema energético de la Argentina en la actualidad?
En las últimas horas del domingo, después del histórico apagón, CAMESA, que es la empresa mixta a cargo del Estado que administra el mercado eléctrico mayorista y principal responsable del despacho de energía para cubrir la demanda en todo el país, registró una sobreexposición. Concretamente, lo que hace CAMESA es seleccionar o diseñar semanalmente cuáles son las centrales de generación eléctrica, hidroeléctrica, termoeléctrica, nucleares y de energías renovables que se van a utilizar cada día para cubrir la demanda proyectada. Lo que dice la empresa es que registró esta sobreexposición en el corredor de alta tensión del litoral argentino, básicamente dejó entrever que había habido algún tipo de riesgo que se pasó por alto porque ese corredor de alta tensión es muy importante: trae la energía que viene desde la represa binacional Yacyretá y desde Salto Grande, y además ese domingo estaba importando energía de Brasil. Es que, ese corredor en realidad funciona con dos corredores paralelos, uno de los cuales estaba fuera de servicio desde abril por el reemplazo de la torre 412 de alta tensión. CAMESA, entonces, lo que estaba admitiendo es que tal vez ahí se dieron las condiciones para que se produjera esa primera falla de alta tensión que terminó desembocando en un colapso general del sistema. Esto se da, en algún punto por lo que dice mucha gente del gobierno y admiten por lo bajo desde el sector eléctrico. En este escenario de déficit cero, de ajustar todas las cuentas públicas, de cuidar los recursos del tesoro porque no hay dinero en términos fiscales, se dejó de generar con gas natural energía termoeléctrica en centrales que quedan cerca del área metropolitana para priorizar el despacho de energía hidroeléctrica que es más barata y que indudablemente demanda menos subsidios del Estado. La energía hidroeléctrica es más barata que la generada con combustibles fósiles, gas natural, gasoil o fueloil.
¿Cuáles deberían ser los pasos de ahora en adelante? ¿Es posible delimitar responsabilidades sobre lo sucedido?
En este momento hay un equipo que se está terminando de integrar con funcionarios de la Secretaría de Energía, de otros estamentos del Poder Ejecutivo, directivos de CAMESA y también hay funcionarios de Transener, que es la empresa que opera el sistema de alta tensión de 500kw que recorre todo el país, el Sistema Argentino de Interconexión Eléctrico (SADI). Lo que hay que hacer ahora es que cada uno de los actores que intervino ese día en el despacho de energía, tanto Transener, como CAMESA, las distribuidoras de electricidad, las generadoras, aporten al Estado y pongan a disposición sus registros históricos, sus registros de fallas o de procedimiento. Todos los actores que participan del despacho de energía están obligados a llevar un registro que segundo a segundo toma nota de qué es lo que se hizo, es un registro automático que se hace con un sistema digital. A partir de esa información hay que analizar y empezar a desclasificar esos archivos para ver qué fue lo que falló, tratar de encontrar una hipótesis y probarla con esos registros. Eso es difícil más que nada porque el proceso de análisis de esa información más allá de que teóricamente se sabe cómo hacerlo, nunca fue necesario porque nunca se produjo una falla de este tipo en la Argentina, nunca había habido un colapso general del sistema que deje por varias horas sin electricidad a todo el país, salvo Tierra del Fuego que está por fuera del sistema interconectado nacional. Justamente, la idea es delimitar las responsables sobre lo sucedido. Está claro que hay algunas empresas como Transener o CAMESA que a priori aparecen como las principales responsables en algún punto por acción o inacción o que por lo menos ocupan el centro de escena de toda esta investigación.
Este apagón tuvo impacto en países limítrofes, ¿qué importancia e implicancias tiene la integración energética en la región?
El blackout general del sistema es el último mecanismo de defensa que tiene el sistema eléctrico para protegerse a sí mismo y proteger la integridad de sus equipos tanto centrales de generación como transformadores y equipos de transporte de energía. Esa reacción terminó afectando a los países limítrofes fundamentalmente a Uruguay, que está totalmente integrado al sistema eléctrico argentino. La generación base de Uruguay es la represa Salto Grande que es una represa binacional, entonces, como la falla que se produjo en la Argentina afectó las líneas de alta tensión que traen energía de las represas de Salto Grande. Así, el blackout se llevó puesto el sistema de interconexión nacional, afectó a Uruguay que en los hechos funciona como un distrito más de abastecimiento de energía de todo este sistema de interconexión. También afectó al sur de Brasil y hubo versiones de que afectó a algunas localidades de Chile y de Paraguay. Ahora resta tener en claro qué es lo que pasó finalmente ahí, pero sí está claro que Uruguay y el sur de Brasil fueron afectados…..La realidad es que un sistema de interconexión es sinónimo de fortaleza en el despacho de energía porque busca justamente evitar que un país o una localidad se quede sin electricidad si es que falla alguno de los centros de generación. Eso quiere decir que si en Uruguay, que consume buena parte de su energía a través de Salto Grande, de repente hay una falla en la generación, puede inmediatamente cubrir esa falla con energía que trae de Argentina, desde una generación termoeléctrica instalada en Buenos Aires, en Córdoba o en Entre Ríos. Por eso, esa interconexión es un sinónimo de fortaleza. Cuando tenés una falla masiva y un colapso medio catastrófico como pasó el domingo a la mañana, esa fortaleza termina transformándose en una debilidad por eso la única provincia que tuvo electricidad fue Tierra del Fuego, que es la única provincia que está por fuera del sistema interconectado. Ahora bien, uno de los reclamos históricos de Tierra del Fuego es que quiere ser parte de ese sistema interconectado porque cuando falla su central termoeléctrica se queda sin electricidad, en este caso le jugó a favor.