México: AMLO despliega a la Guardia Nacional en la frontera sur para frenar la migración

946

En frontera sur, 2,400 elementos de la Guardia; no detendrán a migrantes, asegura el gobierno

El gobierno federal prevé que solo unos 2,400 efectivos de la Guardia Nacional sean desplegados en la frontera sur para frenar la migración, de los 6,000 elementos que se acordaron con Estados Unidos para evitar la imposición de aranceles.

Lo anunció Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y el Caribe y encargado de presentar el Plan de Atención y Desarrollo para Migrantes provenientes de Centroamérica, que el presidente Andrés Manuel López Obrador va a implementar en el sureste de México.

La cantidad de 6,000 elementos, precisó, se desplegará por todo el país, no solamente en la frontera sur. En los 960 kilómetros que comparte México con Guatemala se observará el 40% del total.

“El objetivo es garantizar los derechos de los migrantes”, dijo en conferencia de prensa en Tapachula, Chiapas. Esto en la práctica quiere decir incrementar los controles para detener, arrestar y deportar a las personas que entran en el país sin los papeles en regla.

El plan forma parte del despliegue acordado con Estados Unidos el 7 de junio, por el que México logró evitar los aranceles a sus productos a cambio de enviar más agentes a su frontera sur, y aceptar en su territorio a los solicitantes de asilo en el norte.

La presencia del subsecretario anunciando el plan dirigido a los migrantes muestra el peso de la cancillería dirigida por Marcelo Ebrard, que ha desplazado de los asuntos migratorios a la Secretaría de Gobernación, en manos de Olga Sánchez Cordero.

Desde el sábado en Chiapas se ha podido ver a militares con brazalete negro con la sigla GN, de la Guardia Nacional.

Por ahora el despliegue se limita a 426 efectivos, que se trasladaron el sábado, según Reyes. El objetivo de la militarización es controlar los 68 pasos fronterizos sin vigilancia detectados por las autoridades.

Según dijo el subsecretario, los miembros de la Guardia Nacional no practicarán arrestos. “Los únicos que pueden hacer acciones de rescate es el Instituto Nacional de Migración (INM). La Guardia respalda física y logísticamente las detenciones”, dijo.

Para desarrollar este plan, el INM tiene previsto sacar a la calle a mil agentes más en las próximas dos semanas. “Ya habían hecho el trámite para incorporarse al servicio. Son personas que en una primera convocatoria hicieron solicitud a la Guardia Nacional. Ya se están haciendo las evaluaciones y capacitaciones”, dijo Reyes.

“Tenemos una estrategia seccionada en toda la frontera. El propósito es que muy pronto, en estos días, esté cubierta con tecnología y efectivos la totalidad de la frontera”, afirmó.

Entre los puntos que han comenzado a vigilarse está el paso del río Suchiate. Se trata de un punto en el que la frontera con Guatemala se atraviesa en pequeñas embarcaciones de madera y neumáticos, que suelen acarrear productos que no pasan por aduana.

Reyes no ofreció datos sobre cuánto costará a las arcas mexicanas todo el despliegue. Dijo que, por el momento, no han solicitado ningún incremento al presupuesto. Lo que está previsto es pedir un crédito al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al menos de 20 millones de dólares, para mejorar las condiciones y ampliar la capacidad de las estaciones migratorias de Tapachula, Acayucan y Tenosique.

El funcionario dio el dato de que a diario se registra la salida de dos vuelos con migrantes que son deportados hacia Honduras.

Animal Político


Crueldad, base de la política del gobierno de Trump para migrantes y refugiados

El régimen de Donald Trump está preparando campos de concentración para migrantes, incluidos menores, continúa sin ubicar a miles de niños que separó de sus padres, advierte que mantendrá a familias enteras presas y, en violación abierta a las leyes de asilo nacional e internacional, deportará casi de inmediato a miles de refugiados a México, todo mientras siguen sus operaciones de persecución interna a comunidades inmigrantes a lo largo del país.

La crueldad es la base de la política migratoria de este gobierno, denuncian una y otra vez defensores de derechos humanos, de libertades civiles, abogados de migración y una amplia gama de legisladores y otros políticos.

Andrea Pitzer, experta en campos de concentración de los nazis y otros países, comentó a Esquire que parte de la respuesta del gobierno de Trump al flujo migratorio es “lo que yo llamaría un sistema de campos de concentración… y la definición de eso es la detención masiva de civiles sin un juicio”.

Por cierto, la semana pasada se reveló que el gobierno de Trump usará una base militar en Oklahoma que fue campo de concentración para japoneses-estadunidenses internados durante la Segunda Guerra Mundial, para detener a unos mil 400 niños inmigrantes no acompañados.

Y hablando de niños, el New York Times reportó sobre el más joven de los inmigrantes separados de sus padres: Constantin, un bebé de cuatro meses, quien, cuando finalmente fue retornado, había vivido ya la mayoría de su vida apartado de sus padres, quienes habían intentando migrar desde Rumania (son de la comunidad minoritaria romaní) a través de México. Hasta la fecha las autoridades no han explicado porqué separaron a la familia.

El hecho de que aún no se sabe el número preciso de niños separados a la fuerza de sus padres después de ser detenidos al cruzar la frontera sigue asombrando a defensores de derechos humanos tanto dentro como fuera del país.

Aunque unas 2 mil 800 familias han sido reunificadas por orden judicial, a principios de este año inspectores federales reportaron que el régimen e Trump probablemente había separado a miles más de lo que había registrado y por ahora se desconoce cuándo, dónde están y quiénes son. Aún hay padres que pasarán otro día y otra noche sin saber dónde están sus hijos.

Ayer, ante la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, una delegación que incluyó a Randi Weingarten, la presidenta del gremio nacional American Federation of Teachers, su par Alfonso Cepeda Salas, secretario general del SNTE, junto con activistas de Families Belong Together, llamaron a que el gobierno estadunidense reúna a todas las familias y repitieron su consigna: aulas, no jaulas.

Según el régimen de Trump, hay alrededor de 13 mil 200 inmigrantes menores de edad bajo su custodia, gran parte de los cuales llegaron no acompañados (o eso se dice).

A finales de la semana pasada, Trump anunció que nombrará a Thomas Homan, ex director de la agencia migratoria conocida como ICE, al nuevo puesto que inventó de zar fronterizo. Homan fue uno de tres altos funcionarios que recomendó la implementación de la política de separación de familias. También fue, en ese puesto, quien implementó las medidas represivas contra comunidades inmigrantes por todo el país, incluida la multiplicación de arrestos de inmigrantes sin historial criminal, redadas, y hasta detención de activistas. La Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) dijo que el nombramiento de Homan probablemente intensificará la crueldad de las políticas fronterizas del gobierno y señaló que miles de padres y niños continúan sufriendo las consecuencias de la política de separaciones que él ayudó a impulsar.

Anoche Trump declaró en un tuit que la próxima semana el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos)iniciará el proceso para remover a los millones de extranjeros ilegales que ilícitamente han encontrado su camino hacia Estados Unidos. Serán removidos tan pronto como lleguen. México, usando sus leyes de migración fuertes, está haciendo una muy buena labor de frenar a la gente mucho antes de que lleguen a nuestra frontera sur. Guatemala se está preparando para firmar un acuerdo de tercer país seguro.

Todo esto supuestamente para reducir el flujo migratorio, sobre todo de Centroamérica. Ayer, el Departamento de Estado refrendó su decisión de suspender la asistencia que brindaba a Honduras, El Salvador y Guatemala hasta que muestren que han tomado acciones concretas para reducir los migrantes ilegales que llegan a la frontera estadunidense.

Críticos siguen denunciando toda esta política: La pesadilla en la frontera sur de Estados Unidos ha sido deliberadamente fabricada por el gobierno de Trump, afirmó ayer Michelle Brane, directora de derechos migratorios de la Comisión de Mujeres Refugiadas, señalando que Estados Unidos tiene la capacidad para manejar las necesidades de las familias que huyen de la violencia y la desesperación en Centroamérica. Eric Schwartz, presidente de Refugees Internacional, denunció como violatorio de la ley estadunidense el trato a solicitantes de asilo como criminales o animales, y subrayó que las restricciones sobre los que buscan asilo, como la política de enviarlos a México, ponen en grave riesgo a mujeres, hombre y niños extremadamente vulnerables.

La Jornada


EU envía a más inmigrantes a México; cae número de arrestos

El número de familias migrantes que cruzan ilegalmente la frontera estadounidense ha estado disminuyendo en las últimas semanas, según cifras preliminares del departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, aunque los funcionarios de ese país aseguran que es demasiado pronto para obtener una imagen completa del impacto en las tendencias migratorias posteriores al acuerdo migratorio entre los presidentes Trump y López Obrador.

Las autoridades estadounidenses detuvieron a más de 85,000 miembros de “unidades familiares” en la frontera durante el mes de mayo, un promedio de casi 2,800 por día. Ese número ha disminuido 13% desde principios de junio, periodo durante el cual Trump amenazó con imponer aranceles a México, y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aceptó controlar la inmigración para evitar la sanción.

En general, funcionarios de EU aseguran que esperan un descenso entre 15 y 20% en los arrestos en la frontera a partir de mayo, cuando las autoridades detuvieron a más de 144,000 y los niveles de migración alcanzaron su punto más alto desde el 2006.

El número de migrantes que han llegado en grupos familiares han alcanzado, durante los últimos meses, niveles sin precedentes. Unas abrumadas autoridades fronterizas aseguran que están mal equipadas para atender a muchísimos padres con hijos.

Desde el acuerdo de inmigración del 7 de junio, México ha comenzado a desplegar miles de fuerzas pertenecientes a la Guardia Nacional para establecer puestos de control en las carreteras y así atrapar a más migrantes centroamericanos mientras se dirigen hacia EU.

El gobierno de Trump está comenzando a enviar a México a solicitantes de asilo para que permanezcan en el país el tiempo necesario para que se lleven a cabo sus respectivas audiencias. El programa Protocolos de Protección a Migrantes impide que los solicitantes permanezcan en EU mientras dura el proceso de asilo.

La represión que está haciendo la Guardia Nacional mexicana se concentra principalmente en el sur de ese país, por lo que los funcionarios estadounidenses aseguran que podría tomar varias semanas para que el esfuerzo dé resultados.

Disuasión

A medida que EU regrese a más personas a México durante su proceso de asilo, las autoridades esperan que sirva de disuasión.

“Estamos viendo las primeras acciones y estamos viendo algunas señales de que las acciones están teniendo impacto”, dijo un funcionario de Estados Unidos, quien habló bajo condición de anonimato para discutir cifras preliminares que aún no son públicas. “Pero creo que todavía es muy temprano para decirlo”.

El Economista


VOLVER

Más notas sobre el tema