Manuel Zelaya, expresidente: «El golpe en Honduras se dio por los intereses de las petroleras de EEUU y la orden era liquidarme, igual que a Allende»

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Por Ezequiel Sánchez

Durante la madrugada del 28 de junio de 2009, militares irrumpían en la casa del presidente hondureño José Manuel Zelaya Rosales para sacarlo en pijama de su casa y meterlo en un avión rumbo a Costa Rica, inaugurando el primer Golpe de Estado en Latinoamérica del Siglo XXI. Una década después, el político nos recibe en la sede del Partido Libre, fundado en su regreso al país tras el exilio, para hacer un balance de lo ocurrido en los últimos años.

Para comenzar, le quería consultar cómo fueron esas primeras horas del 28 de junio de 2009. Usted se fue a dormir como presidente en vísperas de lo que era la primera consulta popular en la historia del país.

Un político no duerme. Yo llegué a mi casa a las cuatro de la mañana y a las cinco, cinco y diez, empezó el traqueteo. Disparos, balazos. Sometieron a mi guardia, que sólo eran dos personas, y entraron a mi domicilio a punta de bala. Después del secuestro, los militares me dejaron botado [tirado] en Costa Rica. Como perro me trataron. Qué destino el de un presidente de un país pobre, de un país del tercer mundo, república bananera, someterse a los dictados imperiales simplemente porque [el expresidente de Venezuela] Hugo Chávez nos mandó petróleo. Y Estados Unidos considera que los amigos de sus enemigos, no son sus amigos. Simplemente por ese detalle.

El argumento que dieron quienes lo sacaron del poder, era que usted se quería reelegir cuando eso, en teoría, está prohibido por la Constitución hondureña.

¿Cómo me iba a reelegir? Si estábamos proponiendo una urna adicional para el día de las elecciones. Eso es un argumento torpe, no tiene sentido. Este presidente que está ahora, Juan Orlando Hernández (JOH), se reeligió en 2017 y todos los que en aquel momento criticaron que la reelección era ilegal, ahora se quedaron callados. O sea que era una farsa. Son fariseos. Aprovecharon una consulta popular que estábamos haciendo, que se llamaba Cuarta Urna, NO vinculante. Fue un golpe de Estado brutal, estúpido. Nunca me llevaron a un tribunal, nunca me metieron un proceso. Sino que en la mañana llegaron los militares y me sacaron sin ningún argumento racional, sino más bien por intereses políticos de las petroleras norteamericanas. Yo estoy vivo gracias a Dios, los militares decidieron no matarme, ellos mismos me lo han dicho. La orden fue liquidarme, igual que a Allende.

¿Qué medidas son las que se tomaron en su gobierno que enojaron a los golpistas?

Tratar de darle derechos a un pueblo. Son medidas dentro del sistema capitalista. Yo manifesté que nuestro posicionamiento era un liberalismo prosocialista, que estábamos caminando al ALBA (Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América). EEUU me advirtió. Todos sus funcionarios, desde el expresidente George W. Bush hasta el último, me dijeron: “Si usted firma el ALBA, va a tener problemas con EEUU”. Y tuve los problemas con EEUU. Me quedé en pijama en otro país. Allá me sacaron los militares ¿Lo demás? Yo le ayudé a los maestros, a los pobres, a los obreros, a la clase trabajadora, a los campesinos. Es el único período en la historia de Honduras donde se ha reducido la pobreza, donde el crecimiento económico era como el de los tigres asiáticos, crecíamos casi al 7%. Se reducían las desigualdades sociales.

¿Qué pasó en este lapso de tiempo para que Honduras tenga hoy un 40% de indigencia o que el 20% de su Producto Interior Bruto Interno dependa de las remesas que envían los migrantes que viven en el extranjero?

¿Qué pasó en diez años? Se montó una dictadura cívico-militar. Con apariencia constitucional, pero una dictadura. Un golpe no se da para turismo, se da para apropiarse del Estado y garantizar sus ganancias, sus negocios, sus concesiones y sus privilegios. Aquí no mencionan las violaciones a los Derechos Humanos (DDHH), no mencionan los grandes crímenes que se han cometido. Asesinatos, matanzas salvajes contra el pueblo. Han endeudado al país hasta la coronilla en estos diez años, tenemos la deuda externa más grande de nuestra historia. Quedó en tres 3.000 millones cuando me sacaron y hoy está en 14.000 millones de dólares. Los obreros, los trabajadores, aplastados, reprimidos. Prohibido el derecho a la protesta.

La gente hoy está en las calles. Hay huelgas de transportistas, de policías, del sector educativo, del sector sanitario. Reclama que le rebajen la luz, el agua, los combustibles, el transporte. Y han privatizado todo: carreteras, aeropuertos, puertos… Además, tienen vínculos con el narcotráfico, vínculos con el saqueo de las instituciones del Estado. Han exprimido al pueblo a través de nuevos impuestos. Hay más de sesenta o setenta nuevos impuestos en diez años. La dictadura es un fracaso y no sólo por ser represiva, criminal y asesina, sino porque no puede administrar el país. Y para administrarlo ha tenido que hipotecar por cien años más a nuestra gente y a nuestras reservas. El pueblo está asfixiado porque esta dictadura que montaron los EEUU a nombre del dictador de turno JOH, es oprobiosa y el pueblo la rechaza.

Honduras ha sido históricamente la base estadounidense en la región, ¿cómo es esa relación?

Este es un país colonizado. Es un país controlado absolutamente por el Comando Sur. NI siquiera tenemos embajador de EEUU, tenemos la teniente coronel Heide Fulton, con pasado en Irak y Afganistán, que ha estado aquí tres años manejando la embajada. EEUU ve tan pequeño a Honduras, con una economía tan débil, que no le interesa más que la ubicación geográfica, porque tenemos siete fronteras en el Caribe, porque tenemos tres fronteras terrestres, porque estamos en el centro de América y porque tienen bases militares aquí. Ahí se pueden dar cuenta que este es un país militarizado y manejado con represión y autoritarismo, con apariencia y fachada legal.

A nivel internacional, los casos más emblemáticos de represión en estos diez años tal vez hayan sido el asesinato de Berta Cáceres en 2016 o los asesinatos poselectorales de 2017.

Berta es un símbolo en Honduras. Berta fue una persona que me defendió fuertemente en el momento del Golpe de Estado. Era antiimperialista, anticapitalista y defensora de los derechos naturales de los pueblos indígenas. Y la asesinaron simplemente por defender un río, por oponerse a una represa. La lista de asesinatos de la resistencia hondureña que hay es grande y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tiene una gran labor que hacer en Honduras.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos [la expresidenta de Chile Michelle Bachelet] dijo hace poco que con balas oficiales de los militares se habían asesinado a 22 personas en el momento del fraude. La Corte Penal Internacional debería actuar en este país. Aquí se está cometiendo un genocidio en Honduras. Las formas de masacre que hay en este país sólo las hemos visto en las guerras salvajes que se promueven en otros continentes.

¿Son estas las razones por las que la gente migra en tal cantidad?

Igual que los africanos emigran para Europa, igual que los asiáticos emigran para las grandes urbes, buscando la luz, buscando alimento, buscando empleo que no se los proporciona el hábitat donde tú naces. La migración es un producto del fracaso del sistema capitalista y del montaje de la dictadura que han montado los EEUU en Honduras.

¿Cómo se explica que tanto el hijo del anterior presidente, como el hermano del actual, estén detenidos en EEUU por narcotráfico?

A mí me sacan a bala en el 2009 ¿Quién controló el país a partir del 2010? Las fuerzas militares y las fuerzas policiales porque impusieron un Golpe de Estado y una dictadura. Según los informes del Departamento de Estado, a partir del 2010 se duplicó el paso de la droga por Honduras ¿Y cómo la van a pasar si no es a través de las mismas autoridades? Y además se empezó a hablar de Honduras como el paraíso de la droga, como el país del oro. Eso dice el informe del Departamento de Estado, no lo digo yo.

¿Cuál es la salida a esta crisis?

Si el pueblo permanece en resistencia, en protesta, en denuncia, entonces la empresa privada, como lo único que les interesa es el dinero, pierden dinero y presionan a la embajada para que busque otro administrador de su dictadura. Quitan este administrador y ponen otro. La labor nuestra es que haya democracia, y para eso estamos luchando.

El Diario

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