Guillaume Long, excanciller: «Lenín Moreno no es un traidor a la Revolución Ciudadana, sino a la democracia en Ecuador»

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Por José Manzaneda(*)

Guillaume Long Comon fue, entre otros cargos, Ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana en el gobierno de Rafael Correa, en Ecuador. Y, ya con el actual gobierno de Lenín Moreno, Representante Permanente de su país ante Naciones Unidas. Hasta que en enero de 2018 presentó su renuncia. Nos explica por qué.

Moreno no es solo un traidor, sino que «su proyecto político no existe: es un proceso de transición para que llegue al gobierno de Ecuador una derecha de largo alcance», nos dice. «Ganamos 14 elecciones en 10 años y no podían contra el proceso, así que necesitaban acabar con la Revolución Ciudadana desde dentro. Lo de Lenin Moreno ha sido un `atentado suicida´».

«Sacar al país del ALBA (la Alianza Bolivariana), por razones ideológicas, se puede entender. ¿Pero de UNASUR, cuya capitalidad en Quito incluso era beneficiosa en términos monetarios para el país?», reflexiona. Nos explica cómo Ecuador vuelve a estar ahora controlado por EEUU y por su poder económico, político, militar, incluso policial: nos explica los acuerdos con el FBI.

El actual ejecutivo «destruyó también el papel estratégico de Ecuador en el proceso de paz de Colombia, expulsándolo del país. Afortunadamente el testigo fue tomado con Cuba», acusa. De igual modo, explica cómo «el gobierno de Ecuador, junto a Sudáfrica y otros, lideró un proceso para que existiera un tratado internacional vinculante que regulara las empresas transnacionales, con el acompañamiento de 700 ONGs. Esto fue destruido también».

Sobre la entrega de Julian Assange, denuncia la manipulación: «conocí personalmente a Julian Assange, y su trato con nuestra diplomacia era de total respeto. Pero con Moreno esto cambió radicalmente, y se le sometió a un terrible aislamiento. Generaron tensiones y, con la ayuda de los medios, lograron convertirlo en ese `personaje extraño´” para su demonización.

Pero Long se muestra optimista: «el legado de Rafael Correa está muy alto. Su simpatía y popularidad siguen siendo enormes. Ganó las últimas elecciones locales desde un iPhone, porque no puede entrar al país». Por contra, «Moreno comenzó con una popularidad del 80 % y ahora está en el 15 %».

La Haine

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