Antes de la veda – El País, Uruguay

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

En unas horas comenzará la veda de publicidad electoral, al menos en los medios masivos. Una campaña electoral que todos los protagonistas tildan de fría en cuanto a la participación ciudadana y, en términos generales, también fría en cuanto a los intercambios entre candidatos, dará paso a las horas de reflexión ciudadana que cada uno de nosotros nos debemos antes de ejercer el sufragio.

Ciertamente que desde el punto de vista legal el voto no es obligatorio, y la participación de los electores ha venido descendiendo elección tras elección con solo un 37% de concurrencia en las pasadas elecciones internas. Es importante, sin embargo, llamar la atención sobre una elección que puede ser bisagra y en la que desde este domingo comenzamos a elegir presidente. De la suerte que corran los distintos candidatos en la interna partidaria y cómo procesen la elección de la fórmula dependerá en buena medida la suerte de los partidos en la carrera hacia octubre y noviembre que comenzará este mismo domingo.

El clima de opinión pública es notoriamente de cambio. La evaluación de la gestión del gobierno y la popularidad del presidente nunca estuvieron tan bajas, con amplia mayoría de uruguayos insatisfechos. La economía también está golpeando al oficialismo. Los índices de confianza del consumidor están en área de pesimismo, se han perdido más de 50.000 puestos de trabajo en el actual período de gobierno y una gran mayoría de las personas evalúan la situación como mala o muy mala.

Los candidatos del partido de gobierno, notoriamente, no generan entusiasmo ni expectativas de lograr un nuevo impulso. Entre bostezos y lugares comunes transcurrió la interna frentista que solo Óscar Andrade parece haber aprovechado para pedir un lugar en los futuros liderazgos del Frente Amplio. Veremos este domingo qué marcan las urnas, pero más allá de la interna es el partido el que luce desmotivado y agotado. Sin ideas nuevas, sin nuevas propuestas y con pésimos resultados en los grandes temas que afectan la vida de los uruguayos como la seguridad, la educación y salud, se le vuelve muy cuesta arriba pedirle el voto a la ciudadanía para lograr en un nuevo período lo que no pudieron en 15 años.

El panorama de la oposición es más variopinto. El principal partido de este bloque, el Partido Nacional, tiene la gran responsabilidad de mejorar su clima interno, ya sea acordando o depurando su interna a partir del resultado del domingo. El Partido Colorado presenta una interna atractiva y competitiva, por primera vez desde que existen primarias en nuestro país. El peso de un estadista como Julio María Sanguinetti movió la aguja e hizo crecer al partido de Rivera; en los últimos meses Ernesto Talvi logró posicionarse como un importante animador de las elecciones, planteó ideas relevantes y se metió mucho más activamente que su rival en los principales asuntos en debate. Los colorados definirán entre dos candidatos que han mostrado buenas cualidades en la campaña.

El Partido Independiente tiene la dificultad de pasar sin pena ni gloria una elección en que no se juega nada, poniendo todas sus baterías en la elección de octubre. El naufragio de la Alternativa parece estarle pasando facturas en las encuestas y tendrá que rehacerse con creatividad en los próximos meses, en un panorama sumamente competitivo con gran diversidad de partidos. La sorpresa en las encuestas está siendo Cabildo Abierto, con el excomandante Guido Manini Ríos como candidato presidencial. Es interesante notar que con muchos menos recursos y tiempo de exposición figura en algunas encuestas con mayor intensión de voto que Sartori o Talvi, por ejemplo, por lo que es una de las figuras a prestarle atención en los últimos meses.

El Partido de la Gente parece haberle dado un nuevo empuje a su campaña con una nueva estética y mensajes, aunque sufre, como todos los partidos, la dispersión de votos por la elevada oferta de candidatos y partidos. Para Edgardo Novick el partido empieza luego del 30 de junio y allí se verá su capacidad para recomponerse (o no) en un escenario más adverso del que existía cuando lanzó, quizá prematuramente, su candidatura y su partido.

La democracia uruguaya tiene fortalezas importantes. Elecciones limpias, periódicas, desarrolladas en un clima de libertad de expresión y pensamiento que son fundamentales. En esta elección interna conocimos nuevos mecanismos de fake news y campañas sucias ajenas a nuestra mejor tradición pero que, existen buenas chances, desaparezcan también este 30 de junio.

El País

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