Venezuela | Reinaldo Iturriza, sociólogo y ex ministro: “Estamos viviendo la etapa del ocaso del plan Guaidó”

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Por Lucio Garriga y Gerardo Szalkowicz*

Reinaldo Iturriza es uno de los principales estudiosos del chavismo como sujeto histórico. Muchas de sus reflexiones aparecen condensadas en su libro El chavismo salvaje y en su blog Saber y poder. Sociólogo y escritor, fue además ministro de Cultura y de Comunas, y siempre se mantuvo muy vinculado al movimiento popular y comunal venezolano. En esta entrevista, afirma que “Venezuela está literalmente bajo el asedio económico de EEUU, que es una forma de anticiparse o de conjurar la posibilidad de una intervención militar”. También asegura que “la clase política antichavista está pasando por el peor momento de los últimos 20 años”. Además, expone los debates actuales al interior del chavismo y analiza las perspectivas del escenario latinoamericano.

-¿Qué expresó el golpe fallido del 30 de abril?

-Lo fundamental que hay que entender es que Guaidó es literalmente un muñeco de ventrílocuo, un peón de la estrategia del gobierno de los Estados Unidos. Creo que la clase política antichavista está pasando por el peor momento de los últimos 20 años. Guaidó era una persona desconocida en Venezuela hasta que Estados Unidos le levanta la mano en su autoproclamación del 23 de enero. Es una ficha que mueve EEUU, parte de una jugada que debía producir un desenlace muy rápido. Calcularon que se iba a producir una fractura en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana o un levantamiento popular. La realidad ha sido muy distinta, no se dio lo que EEUU planificó. Lo que se puede llamar el efecto Guaidó duró apenas un mes, hasta el 23 de febrero, cuando ocurre ese intento fallido de pasar por la fuerza la mal llamada ayuda humanitaria. A partir de entonces su figura cae en picada. Desde entonces ha convocado a muchas manifestaciones y prácticamente han sido un fracaso. Ahora estamos viviendo la etapa del ocaso de plan Guaidó, mientras que el chavismo sigue demostrando una gran fuerza de unidad y movilización.

Aun estando en una situación económica muy deteriorada, que genera un gran malestar popular, el gobierno de Maduro es un gobierno legítimo, resultado de elecciones legítimas, donde participaron candidatos de la oposición, y que sigue teniendo una base social de apoyo muy importante y una Fuerza Amada leal.

Es imposible saber qué otra cosa tramaron para el intento del golpe fallido del 30 de abril, pero viendo los resultados se ve que sirvió para sacar un poco más de escena a Guaidó y reflotar la figura de Leopoldo López, que es el jefe político de este grupo. Este tipo de personajes que EEUU utiliza como peones son lo más a la derecha de la derecha venezolana, un antichavismo que es más propenso a la antipolítica, a la violencia callejera, al terrorismo, que participa entusiastamente de los linchamientos callejeros. El problema es que nada indica que ellos estén pensando en retomar la solución política del conflicto.

-Muchas veces se invisibiliza el hecho de que el chavismo es mucho más que un gobierno. ¿Cuáles son los debates actuales al interior del chavismo?

-Hay varias discusiones intensas. Hay una discusión abierta sobre la orientación económica. Maduro convocó recientemente a una jornada de debate nacional para recoger las propuestas y las críticas -que son muchas- de la base social del chavismo. En general tienen que ver con la necesidad de un recambio de la dirigencia y la importancia de la participación protagónica de las bases populares. Cosas que siempre han sido demandas muy sentidas del chavismo. También está la necesidad de abrir espacios permanentes de interlocución. Estas cosas no están ocurriendo mucho. En los últimos años ha habido un importante repliegue popular de la base social del chavismo por diversas razones pero, a la vez, como un ensimismamiento de la clase política. Existe la urgencia de crear estos canales de interlocución para que permitan que fluyan las críticas, las observaciones y las propuestas. La demanda por estos mecanismos de interlocución es una de las principales por parte del chavismo popular.

-¿Cómo se vive en Venezuela la amenaza constante de una intervención militar por parte de Estados Unidos, que podría darse con algún ejército irregular tipo mercenarios o paramilitares?

-La invasión comenzó hace mucho tiempo. La invasión vía agresión económica es algo que tiene muchos años en Venezuela, algo que data desde que estaba Chávez, quizá no con la virulencia de estos años. Las primeras sanciones se aplicaron en 2015 y en 2017 comienzan a atacar al corazón de la economía nacional que es la industria petrolera. A partir de 2017 ya es un ataque abierto y descarado a la economía nacional y esto tiene un impacto tremendo en nuestra cotidianeidad. Justamente después de las sanciones de 2017 es que comienza la espiral inflacionaria. Entonces es evidente que no todo es un problema de cómo se está gestionando la economía, sino de que también EEUU crea las condiciones para que sea sumamente cuesta arriba gestionarlas. La dificultad para adquirir medicamentos y alimentos no es propaganda oficial, es una cosa real. Hay cerca de 30 mil millones de dólares que nosotros no podemos utilizar por esas sanciones. Venezuela está literalmente bajo el asedio económico de EEUU, que es una forma de anticiparse o de conjurar la posibilidad de una intervención militar.

Creo que ellos han estado apostando permanentemente a la implosión. Han hecho todo lo posible para que se produzca esa fractura militar o popular y no ha ocurrido eso, pero en vista de que eso no ocurre no retroceden y arrecian aún más en el asedio económico para caotizar aún más la cotidianeidad del país.

Yo no veo viable un escenario de los marines aterrizando aquí en Caracas, cayendo en paracaídas o lanzando misiles, pero sí absolutamente viable la vía del paramilitarismo, de la creación de una fuerza irregular que cometa actos de sabotaje, como de hecho ya vienen sucediendo como el ataque al sistema eléctrico nacional. Ya han pasado cosas que dan a entender que esto es posible.

-¿Cómo analizas el avance conservador en América Latina y sus nuevos liderazgos?

-Cada vez es más evidente que el neoliberalismo no es viable en América Latina. Es decir, si bien ha habido importantes y dolorosos retrocesos en los gobiernos de orientación nacional, popular, progresista, incluso en Venezuela, está visto que el liderazgo que ha emergido es absolutamente impresentable, que solamente es capaz de movilizar a su base social atizando el odio de clase, el racismo, la xenofobia, la misoginia.

Creo que estamos no sólo en la obligación ética sino también en la absoluta capacidad política de construir alternativas en cada uno de nuestros países para ir poco a poco haciendo retroceder a estas figuras nefastas de la política latinoamericana que estoy seguro pasarán -como ya pasaron otras generaciones- y quedarán en el basurero de la historia. Ya tendremos la oportunidad de seguir avanzando en la construcción de sociedades más justas. En esto estamos en Venezuela: aquí nosotros nos paramos todos los días y no nos preguntamos si tenemos que seguir peleando o no, aquí nos levantamos todos los días a pelear.

(*) Entrevista original realizada en el programa “Al sur del Río Bravo” que se trasmite por Radionauta FM 106.3 (www.radionauta.com.ar)


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