Rodrigo Londoño alias «Timochenko», líder del partido Farc: «Se trató de humillar a Santrich»

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Por Germán Gómez Polo

El viernes pasado, mientras se esperaba la salida de “Jesús Santrich” de La Picota en Bogotá, en la sede del hoy partido FARC, su director, Rodrigo Londoño Echeverri, conocido como “Timochenko”, aguardaba expectante. Mientras tanto le concedió una entrevista a El Espectador, en la que expresó su alegría por la liberación, pero, a la vez, preocupación por los asesinatos de varios de sus compañeros desmovilizados. Luego se dio la recaptura de “Santrich” a las puertas de la cárcel y todo fue zozobra. Se convocó entonces a una reunión de emergencia entre los dirigentes de la desmovilizada guerrilla. El contexto cambió y Londoño respondió algunas preguntas, cuyas respuestas muestran la incertidumbre en las que hoy se encuentran, él y la organización.

Esto dijo “Timochenko” sobre la recaptura:

“Santrich” está libre un par de minutos y luego lo recapturan, ¿cómo lee todo lo sucedido?

Es una lástima porque estaba convencido de que se iba a respetar el debido proceso. Estamos en una actuación que puede tener argumentos jurídicos, que pueden tener hasta basamentos, pero aquí hubo una actuación política, se trató de humillar a “Santrich”, a un hombre invidente, para exponerlo, sacarlo a la calle dos o tres minutos y volverlo a capturar. Es una humillación que raya en una mente muy pérfida y lo que se trata es de cobrarnos la rebeldía que tuvimos durante más de 50 años. Nos la están cobrando en el cuerpo de “Santrich”. Hay una situación nueva, dicen que hay nuevas pruebas y, antes de pronunciarnos en ese sentido, vamos a esperar a que se conozcan. Es una ignominia y algo que debemos rechazar.

¿Hay temor frente a lo sucedido?

Mucha militancia no lo va a entender y eso genera odio. Si eso existía, se podía hacer de otra manera, pero no ese “show”. El problema es que la base no entienda y tome decisiones desesperadas, pero la gran mayoría es gente con un buen nivel político y sabe que esto lo vamos a superar. La fiscalía no aportó pruebas a la JEP y luego salen nuevos elementos. Esa es la conclusión de sentido común, se trataba de humillar a “Santrich”, pero saldremos adelante por la paz de Colombia.

¿Qué sabe, cómo director del partido FARC, de las nuevas motivaciones para la recaptura?

No conocemos los elementos jurídicos y nos pronunciaremos cuando tengamos esos elementos. Estamos en una lucha muy dura entre los que queremos la paz y los que quieren que Colombia continúe en el camino de la confrontación y la violencia, y su uso en el ejercicio de la política. Pero los resultados muestran que estamos ganando los que queremos la paz y qué vamos a ganar porque tenemos la razón, la verdad y el derecho.

Y esto había dicho «Timochenko» antes de la recaptura”

¿Ustedes insisten en que con “Santrich” hubo un montaje?

De eso no me queda la menor duda. Oyendo al fiscal, mirando el famoso video que filtraron, viendo que nunca presentaron pruebas, me reafirmó en que se trata de un montaje.

¿Y cree que lo que han denominado como una persecución va a continuar?

La presión va a seguir porque se trata de construir un camino con lo de la extradición para que después de “Santrich” sigamos nosotros. Pero mientras nos mantengamos dentro de lo acordado, dentro de la JEP, estamos seguros de que eso no se va a dar. Sí cualquiera de nosotros comete delitos, la justicia ordinaria debe castigarnos.

¿Cómo ve la renuncia del fiscal general, siendo una decisión de primera instancia?

No tengo elementos de juicio, pero he estado mirando lo que dice la mayoría de la gente. Eso no fue lo que llevó a renunciar al fiscal, fue por otras cosas que muchas personas han contado con mucho detalle.

Aun así, la decisión de la JEP no fue una absolución como tal sino la garantía de que se investigará en Colombia. ¿La FARC confía en la inocencia de “Santrich”?

Confío en la JEP, confío en nuestros compañeros y tengo confianza en lo que hicimos. Cómo no vamos a tener confianza en la JEP si fue algo que surgió de los acuerdos de paz, pensando en el interés de Colombia. La JEP surge de un proceso de discusión amplio, no solo solo fue un acuerdo entre Santos y las Farc. De hecho, hubo una comisión para hablar ese tema de justicia.

¿Cómo fue ese asunto?

Ese tema estaba trabado en la mesa. Fue más de un año donde no se llegaba a una conclusión y Santos le pide a su hermano, Enrique, que converse conmigo. En esa conversación surge la idea de conformar una subcomisión jurídica, integrada por tres personas del Gobierno y tres de nosotros. Entre los tres del Gobierno hubo un estadounidense que, sin duda, representaba los intereses del Departamento de Estado. Cuando se discutió el tema de la extradición, muchas veces se retiró de la reunión a consultar. Lo decidido frente al tema de la extradición fue a conciencia y con mucha discusión, y no con el ánimo de impunidad para nosotros. Se hizo para darnos la garantía de que no íbamos a ser extraditados frente a un gobierno como Estados Unidos del que, estamos seguros, que iba a buscar vengarse de nosotros por los tantos años en que lo confrontamos con las armas.

Entonces usted cree que todo es una cuestión de honor…

Estoy seguro de que se trata de un cobro de cuentas de la clase dirigente que no pudo derrotarnos en el campo de batalla. Ahora que estamos desarmados, inmersos en la vida política y legal del país, quieren hacernos desaparecer como organización. Pero no lo van a lograr.

La decisión de la JEP revive la discusión sobre reformar el Acuerdo, la JEP o, como dice el presidente Duque, hacer aclaraciones al pacto. ¿Aceptarían algunos cambios?

Esa justicia está muy clara, lo que pasa es que tergiversan el sentido. Hay más de 100 excombatientes que están siendo investigados por la justicia ordinaria a raíz de presuntos delitos cometidos después de la firma del Acuerdo, incluso hay unos que ya están presos. De eso no nos hemos quejado. Yo hice una circular interna diciendo que quién se aparte de lo acordado, tiene que atenerse a las consecuencias. El partido no se va a solidarizar con aquellos que cometan delitos, de cualquier tipo, después de firmar el Acuerdo.

En el Congreso hay iniciativas que buscan hacer ley asuntos como la no conexidad de delitos de narcotráfico o sexuales con el delito político, ¿les preocupa ese movimiento legislativo que es paralelo a las intenciones del Gobierno de hacer reformas al Acuerdo?

Los que apoyan la construcción de la paz en Colombia no se crean el cuento de qué se empiecen a cambiar cositas. Se puede enriquecer, como aumentar el tiempo de vigencia de la Comisión de la Verdad, pero, de resto, no se le puede cambiar ni una coma, a no ser que sí se quiera cambiar el espíritu y la esencia del Acuerdo.

¿Y la Procuraduría, que apeló la decisión de la JEP sobre “Santrich”?

Respeto la decisión de una institución que hace su propia interpretación. Estamos seguros de que saldrá un veredicto favorable a “Santrich”, porque estamos convencidos de que las cosas se están haciendo por el derecho.

Con lo que ha pasado esta semana, algunos hablan de constituyente. Esa era su propuesta como Farc durante la negociación en La Habana, ¿hoy cuál es su posición?

Esa fue una bandera que se levantó inicialmente porque había las condiciones para eso. En este momento creo que no es lo que necesita el país. Se necesita que se cumpla el Acuerdo, que se implemente, para que paremos la estigmatización, que es un elemento que está haciendo mucho daño porque genera violencia, y en eso juegan un papel clave los medios de comunicación. Es muy complejo cuando uno da una entrevista, cómo me sucedió alguna vez, en la que un periodista me dijo que era para resaltar aspectos humanos, pero, al final, dijo que se estaba frente al principal asesino de este país.

¿Qué mensaje debe enviar frente a lo sucedido con “Iván Márquez”?

El mensaje es que nos tengamos confianza, que de nuestro lado está la razón, la verdad y el derecho, pero, además, que los intereses de Colombia están de por medio. Estamos corriendo riesgos y lo sabemos. Se ha especulado mucho y se sabe que los sectores de extrema derecha están presionando al presidente, pero tengo confianza con sus declaraciones, cuando dijo que iba a respetar la Constitución, las instituciones. Sí eso lo dijo con sinceridad, va a respetar a la JEP.

¿El llamado a “Márquez”, entonces, es a que se presente?

Les hago el llamado a todos en general. No le prestemos ese servicio a la derecha, ni a los que quieren hacer fracasar este proceso. Cada vez hay más gente apoyando lo que hacemos y eso es lo que buscábamos. En la guerra buscábamos que la gente nos acompañará en nuestro proyecto con las armas en la mano. Ahora estamos llamado a que nos acompañe en este proyecto de paz y cada vez hay más sectores que se acercan. Incluso personas que difieren de nuestro pensamiento ideológico.

Hablemos de las elecciones, ¿cómo se preparan para las regionales de octubre?

Cómo todo lo que se hace por primera vez: con muchas expectativas, preguntas, inquietudes y, seguramente, cometiendo muchos errores. No hemos logrado que se implemente el acuerdo de reforma política y las reglas electorales no favorece a los sectores alternativos, pero la gente está muy animada en las regiones, aunque con mucha preocupación por los signos de violencia.

¿Qué enseñanzas les dejaron las elecciones de 2018?

Me parece que no fue lo más acertado que hicimos, pero estamos ahora ante condiciones distintas. Estamos aprendiendo de los errores y buscamos como en los departamentos logramos hacer coaliciones con los que quieren defender el proceso de paz y los acuerdos de La Habana.

¿Qué cuentas manejan ustedes en cuanto al tema de seguridad para los excombatientes?

Independientemente del número, así sea uno, tiene que preocuparnos. Esto no debió haber pasado. Hoy vimos la intervención del presidente Duque sobre el compañero asediando en Norte de Santander y nos alegra. Ojalá logremos no descubrir sino prevenir los próximos asesinatos. Aquí hay fuerzas oscuras que la gente sabe quiénes son. Llama la atención que, por ejemplo, en el último tiempo, cuando se estaba en el Catatumbo y se cometía una indisciplina, se dejaba ver en el día, salía por donde no era, caían los aviones y los helicópteros a bombardear. Ahora hay hechos de violencia muy visibles, y no sé encuentran quiénes nos están asesinando.

¿Había mayor diligencia en los tiempos de guerra que en los tiempos de paz?

No quisiera especular, pero sería un elemento importante.

¿Por qué cree que ha sido difícil garantizar la vida de los excombatientes en varias zonas del país?

Porque falta voluntad política. Necesitamos reactivar la Comisión Nacional de Garantías. Otra de las razones de no poder ir a Villavicencio a acompañar las exequias de nuestro compañero es porque los escoltas no tienen tiquetes para ir con nosotros. Es decir, los viajes aéreos que hagamos tienen que ser sin escoltas. Incluso, compañeros que están en la Mesa Técnica, que hacen trabajos de prevención, no tienen viáticos y tienen que viajar con plata de su bolsillo. Hay situaciones que contradicen lo que se dice públicamente.

¿Quién los está matando?

No puedo dar nombres ni quiero señalar. Diría que los enemigos de la paz, que en las regiones saben quiénes son y qué las autoridades tienen información.

¿Se puede comparar lo que sucede hoy con lo que sucedió con la UP?

Es un precedente que pesa mucho en todos nosotros y también de parte de nosotros está en que esa situación no se repita.

El Espectador


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