Sandra Torlucci, rectora de la UNA: «La sociedad tiene que asumir que este trabajo por la igualdad va definitivamente a erradicar la violencia»
Las universidades argentinas adhieren a la «Ley Micaela». Entrevista a Sandra Torlucci, rectora de la Universidad Nacional de las Artes (UNA).
Por Luca Guillén, de la redacción de NODAL
En diciembre del año pasado el Congreso argentino aprobó la «Ley Micaela», poniendole el nombre de Micaela García, una joven de 21 años asesinada en la ciudad de Gualeguaychú. La disposición estipula la creación del Programa Nacional Permanente de Capacitación Institucional en Género y Violencia contra las Mujeres con el objetivo de “capacitar y sensibilizar” a todos los funcionarios públicos que integran los diferentes niveles del Estado.
Sandra Torlucci es la coordinadora de la Red Universitaria por la igualdad de género y contra las violencias en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). Torlucci, una de las pocas rectoras en el sistema universitario argentino, propuso extender el alcance de la Ley Micaela para estudiantes, docentes, no-docentes y actores sociales que participan en las universidades. En conversación con NODAL explica la importancia de formar profesionales con perspectiva de género.
En el reciente Plenario de Rectores del sistema universitario argentino se aprobó la capacitación para prevenir la violencia de género. ¿Cómo se llegó a esta instancia?
En el año 2017 se instituye la Red Universitaria por la igualdad de género y contra las violencias en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). A partir de ese momento me toca la presidencia de la red y se crea un Comité Ejecutivo integrado por especialistas y militantes de la igualdad de derechos. En el marco del trabajo de la red, empezamos a detectar diferentes problemáticas dentro de las universidades públicas que tenían que ver con situaciones de desigualdad. También situaciones de violencias géneros, denuncias, casos que nos convocaron a definir una línea de acción concreta y precisa. Luego del inicio del trabajo se aprobó la «Ley Micaela» en el Congreso. Entonces empezamos a trabajar rápidamente para adecuar esa Ley al sistema universitario y ese fue el proyecto: una adhesión de las universidades públicas y del CIN para que se cumpla con la capacitación obligatoria para autoridades y todos los claustros universitarios, docentes, nodocentes y estudiantes.
La importancia de la capacitación es, en primera instancia, trabajar con la concientización del problema. Ya sea desde elementos, herramientas, metodologías, las cuestiones de desigualdad y violencia por razones de género u orientación sexual. El primer paso fundamental es la capacitación. porque en las universidades donde se desarrola la construcción del conocimiento, es crucial la actualización y capacitación, inclusive en cuestiones que son teóricas pero tienen que ver con la experiencia institucional. Esto hace que seguramente se pueda prevenir y mejorar la condición de igualdad de mujeres y géneros disidentes. La expectativa es muy alta en relación a la posibilidad de capacitación y lo que esperamos es que, cómo dice Yuyo García el papá de Micaela que trabaja con nosotras en la Red, no quede solo en un papel y quee las universidades, y sobre todo sus autoridades, decidan implementar rápidamente los programas de capacitación.
¿Cuál es la importancia de la aprobación de la «Ley Micaela»?
La «Ley Micaela» es muy importante para la prevención de violencia contra las mujeres porque pensada en el marco del caso de Micaela, que era una militante política feminista que planteaba encuentros y posibilidades de solución para la cultura. Su papá y su mamá, después de su femicidio, empezaron a trabajar con herramientas que ella misma había propuesto desde su militancia. Una de ellas fue el encuentro con algunas de las mujeres que ofrecieron crear programas de capacitación obligatoria, ideas que habían surgido anteriormente en el Poder Judicial por parte de juezas e integrantes del movimiento por los derechos de las mujeres. La mamá y el papá de Micaela comenzaron a trabajar en el proyecto, lo hicieron público y fueron acompañados por el Congreso. Se sancionó la ley y está en principio sancionada. Todavía hay instituciones que no comenzaron las capacitaciones, esperemos que si lo hagan con la colaboración del instituo nacional de la mujer. Implica recursos, por supuesto, que esperemos se encuentren disponibles para que se puda llevar adelante.
¿Cuál es la importancia de la capacitación y formación con perspectiva de género para las personas que integran las universidades para prevenir la violencia de género?
La importancia en el sistema universitario público es fundamental porque, a tráves de las capacitaciones y la concientización, se va a poder formar estudiantes y otros participantes de la vida social que se acercan a las universidades con perspectiva de género. Y a la larga tiene que producirse un cambio cultural. Y la sociedad tiene que asumir que este trabajo por la igualdad va definitivamente a erradicar la violencia. En la igualdad de derecho los niveles de violencia inmediatamente son revertidos. Entonces, creo que la formación, en todos los niveles educativos, pero en especial en los niveles superiores porque forman formadores, pueden acelerar un poco el proceso de transferencia del conocimiento. Es una cuestión muy estrategica.
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