Trump amenaza con cancelar ayuda financiera a Honduras, Guatemala y El Salvador por ola de migrantes
Trump ordena al Departamento de Estado frenar la ayuda a Honduras, Guatemala y El Salvador
Molesto por el creciente flujo de migrantes centroamericanos que están llegando a Estados Unidos cruzando la frontera sur, el presidente Donald Trump pidió este viernes al Departamento de Estado que inicie el proceso de informar al Congreso sobre el recorte de 500 millones de dólares de ayuda que fueron aprobados para Guatemala, Honduras y El Salvador.
Trump culpó a los gobiernos de la región —entre ellos al de México, con quien advirtió que cerraría la frontera la semana que viene— por no hacer lo suficiente para frenar el éxodo centroamericano, según funcionarios estadounidenses.
«No habrá más dinero para ellos», dijo Trump a los reporteros durante un viaje a Florida acompañado por los senadores Florida Marco Rubio y Rick Scott, y el gobernador Ron DeSantis.
«Les estábamos dando 500 millones de dólares. Les estábamos dando mucho dinero pero ya no habrá más dinero», señaló. «Ellos arreglan estas caravanas en algunos casos y ponen a la peor gente en ellas, no a los mejores. Así resuelven sus problemas y marchan hasta aquí».
Los críticos de esta decisión aseguran que podría poner en peligro los esfuerzos para aumentar la cooperación con los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala y así controlar el flujo de migrantes.
«Los programas de ayuda dan esperanza»
«Esto afecta a las organizaciones estadounidenses, iglesias y profesionales dedicados que están tratando de ayudar, y desarrollar estos países mientras reducen la migración», dijo un diplomático estadounidense en la región que pidió no ser identificado. «Luego están los cientos de miles de personas a quienes estos programas de ayuda dan esperanza y los mantienen en sus tierras. Quién sabe cuántas personas más van a migrar sin esa esperanza».
El Departamento de Estado inició el viernes el proceso para informar al Congreso, según reportes del diario The New York Times. El presidente se reunió el jueves con el secretario de Estado, Mike Pompeo, y tras el encuentro los diplomáticos recibieron la orden de comenzar el recorte de los fondos y notificar a los legisladores sobre el proceso, refiere el Times.
Según fuentes que hablaron con Univision Noticias, la falta de fondos ya está teniendo un impacto, ya que quienes gestionan los presupuestos intentan reorganizar el poco dinero que queda en el proceso.
«Se ha llegado a un punto crítico. Estamos a una o dos semanas de tener que cerrar programas y comenzar a despedir personas», dijo el diplomático. «Todos los programas se están reduciendo a un nivel mínimo para que no se acaben», agregó.
La demora en el desembolso de una ayuda es común dada la burocracia, pero existen restricciones legales sobre hasta dónde puede interferir la Casa Blanca en el presupuesto establecido por el Congreso. «En el caso de la ayuda para América Central, sería ilegal no gastarla como se especifica», dijo Adam Isacson, experto regional de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), un grupo de derechos humanos con sede en los Estados Unidos.
La Casa Blanca tiene hasta el 30 de septiembre para asignar los fondos, agregó.
La retención de la ayuda se produce después de las reiteradas amenazas por parte de Trump de recortar los fondos para América Central debido a su frustración por el número creciente de migrantes que llegan a la frontera sur de los Estados Unidos pidiendo asilo. «Este es el clásico Trump. Lo mismo sucedió con el muro fronterizo. Una vez que el Congreso asigna dinero y se convierte en ley, el presidente no puede hacer lo que quiere con él «, dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, un influyente grupo en Washington DC que busca influenciar la política regional.
La ayuda que el presidente cerró este viernes es parte de un programa bipartidista diseñado por el gobierno de Barack Obama para reducir la inmigración ilegal al aumentar la seguridad, a la vez que incrementa la gobernabilidad y permite la creación de puestos de trabajo en los países centramericanos desde donde está viniendo el mayor número de inmigrantes. Los fondos sirven para financiar programas judiciales, de desarrollo rural y para ayudar a los campesinos a desarrollar sus terrenos para acabar con la probreza.
El presidente «contradice» a sus asesores
«La postura del presidente de acabar con la ayuda al Triángulo Norte demuestra una vez más que su política exterior está basada en un mala interpretación personalista de lo que está pasando alrededor del mundo», dijo el exembajador de Estados Unidos y analista de política exterior para Univision Noticias, John Feeley.
«Sus asesores principales le dijeron que una pequeña cantidad de la asistencia extranjera ayudará a lograr la meta de frenar el flujo migratorio, y en un ataque de ira, los contradijo. No es así como un gobierno serio maneja la política exterior. Así es como funcionan las dictaduras de segundo nivel».
En octubre, Trump dijo en la red social Twitter que Estados Unidos podría «estar cortando» la ayuda a Guatemala, Honduras y El Salvador. Lo hizo luego de acusarlos de no poder detener a los inmigrantes que venían de esos países. Luego en marzo, en un discurso acusó a los gobiernos de América Central de estar enviando a Estados Unidos a personas «con mucha violencia en su pasado: asesinos, vendedores de drogas, traficantes».
Guatemala, Honduras and El Salvador were not able to do the job of stopping people from leaving their country and coming illegally to the U.S. We will now begin cutting off, or substantially reducing, the massive foreign aid routinely given to them.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 22, 2018
Pero al mismo tiempo que ha despotricado de la región, sus funcionarios tratan de cerrar acuerdos con esos gobiernos. La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, se reunirá con representantes de los tres países en Honduras el miércoles para firmar lo que llamaron un pacto «histórico» regional en migración.
Los fondos que Estados Unidos da a las naciones del Triángulo Norte han venido cayendo en los últimos años: en 500 millones de dólares en 2018, según un análisis de WOLA.
Tras amenaza de Trump, EU advierte efectos por cierre de frontera
Ante la enésima advertencia del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump con cerrar la frontera sur con México, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen advirtió que la medida traería una serie de consecuencias.
Asimismo, funcionarios estadounidenses advirtieron de que el comercio con México, el tercer socio comercial de Estados Unidos, podría desacelerarse por el desplazamiento de 750 trabajadores fronterizos desde los puertos de entrada para ayudar a procesar solicitudes de asilo.
Nielsen destacó que el movimiento de personal provocaría demoras en el comercio y mayores tiempos de espera en los puntos de cruce.
Nielsen y otros funcionarios estadounidenses dicen que la patrulla fronteriza se ha visto abrumada por un aumento dramático de los solicitantes de asilo, muchos de ellos niños y familias, que huyen de la violencia y las dificultades económicas en El Salvador, Honduras y Guatemala.
Como presidente, Trump tiene competencia para cerrar puertos de entrada, pero podría estar abierto en un problema legal si decide hacerlo con todos y de inmediato, dijo Stephen Legomsky, exabogado jefe de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos durante el gobierno de Barack Obama.
Somos un gran vecino: Ebrard
Tras las declaraciones de Trump, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, dijo que México no actúa sobre la base de amenazas.
«Somos un gran vecino», dijo Ebrard en un mensaje en su cuenta de Twitter, en el que agregó que México es «el mejor vecino que pudieron tener», en referencia a Estados Unidos.
México no actúa con base en amenazas.Somos un gran vecino. Díganlo si no el millón y medio de estadounidenses que eligieron a nuestro país como hogar, la más grande comunidad de ese origen fuera de EU. Para ellos también somos el mejor vecino que pudieron tener.
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) March 29, 2019
Un cierre fronterizo interrumpiría el turismo y el comercio entre los vecinos, que alcanzó a 612 mil millones de dólares el año pasado, según la Oficina del Censo de los Estados Unidos.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador,había dicho el jueves que la inmigración ilegal es un problema que debenabordar principalmente Estados Unidos y los países centroamericanos.
Honduras en «malestar» por dichos de Segob sobre Caravana Madre
Honduras expresó su «malestar» ante el Gobierno de México, por un anuncio de su secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, en el sentido de que en el país centroamericano se está organizando una «Caravana Madre» (grande) de inmigrantes hacia EE.UU., informó este viernes una fuente oficial.
El «malestar» de Tegucigalpa lo ha hecho saber la canciller hondureña, María Dolores Agüero, en una carta enviada a su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard, indicó la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras en un comunicado.
Añade que «Honduras manifestó su malestar ante el Gobierno de México por las declaraciones sin sustento vertidas por autoridades mexicanas, las cuales considera que se convierten en detonantes de la migración irregular, a la vez que solicitó más espacios para coordinar acciones migratorias conjuntas».
La diplomática hondureña señaló que «las declaraciones de las autoridades mexicanas asegurando que en Honduras se está organizando una movilización con más de 20 mil personas carecen de sustento y se convierten en un detonante para estos movimientos migratorios irregulares».
«A la vez, la canciller Agüero dejó claro el malestar del Gobierno hondureño por la ausencia de espacios donde las autoridades de ambas naciones puedan hacer una más efectiva forma de gestión migratoria», añade la información oficial.
Señala además que en la carta a Ebrard, la canciller Agüero afirmó que hasta el miércoles «los cuerpos de inteligencia hondureños descartaban cualquier tipo de movilización en forma de caravana, de igual forma que se descartaron las fallidas convocatorias del 17 de febrero y 17 de marzo, y ‘esta potencial nueva caravana convocada para el 30 de marzo tenía hasta ayer (miércoles) la misma connotación'».
Agüero lamentó que las declaraciones de Sánchez hayan desatado «un movimiento extraordinario e inesperado de redes sociales, activando todos los portales web desde los que habitualmente se han realizado convocatorias para los desplazamientos masivos de personas», como la primera caravana de inmigrantes que salió de Honduras en octubre de 2018.
«Sugiero respetuosamente que, al contar con información de este tipo, sea compartida con el Gobierno de Honduras, previo a realizar declaraciones públicas que, como hemos comprobado, se convierten finalmente en estímulos detonantes de acción por parte de las organizaciones que activan y conducen estas formas de movilización migratoria», expresó Agüero, según subraya el comunicado.
La Cancillería de Tegucigalpa también recordó que desde 2014 el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, ha hecho un llamamiento a que el tema migratorio sea visto desde el principio de «responsabilidad compartida pero diferenciada».
«En ese contexto se ha venido trabajando de forma conjunta con los países del Triángulo Norte (de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras), Estados Unidos y México en aras de impulsar un desarrollo inclusivo en la región», añade la información.
Agüero expresó además que su Gobierno «mantiene un llamado permanente para que los hondureños no pongan en riesgo sus vidas en este camino de dolor y muerte, en el que se exponen a estafas, cárteles de drogas, extorsiones, violencia sexual, tráfico de personas, secuestros, mutilaciones, lesiones y hasta la muerte».
El reclamo de Honduras ha coincidido con la nueva amenaza, el jueves, del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cerrar la frontera sur al criticar la inacción de México, Honduras, Guatemala y El Salvador para frenar el flujo de inmigrantes con destino al país del dólar.
«México no está haciendo NADA para ayudar a detener el flujo de inmigrantes ilegales a nuestro País. Solo hablan y no toman medidas», escribió Trump en su cuenta de Twitter.
«Igualmente, Honduras, Guatemala y El Salvador han tomado nuestro dinero durante años, y no hacen NADA. A los demócratas no les importa, unas leyes NEFASTAS. Puede que cierre la Frontera Sur!», agregó.
Además, el reclamo de Honduras a México ha coincidido con la V Reunión de Ministros y Secretarios de Estado de Seguridad de los países del Triángulo Norte de Centroamérica y Estados Unidos.
En la reunión, que se celebró el miércoles en Tegucigalpa, Estados Unidos estuvo representado por la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.
La funcionaria estadounidense dijo en Tegucigalpa que su país y el Triángulo Norte de Centroamérica enfrentan una crisis migratoria «sin precedentes» e instó a los Gobiernos a trabajar juntos para asegurar una «migración segura y legal».
Cuba enfrentaría más sanciones de EEUU si no acepta emigrantes deportados
El presidente Trump durante una visita a una división de la Oficina de Protección de la Frontera y las Aduanas se refirió a los países que se niegan a recibir a los ciudadanos de su nación que hayan sido deportados por Estados Unidos.
Washington – El presidente, Donald Trump, amenazó el viernes con imponer sanciones y aranceles o incluso cortar la ayuda financiera a los países que no acepten acoger a los ciudadanos de su nación que hayan sido deportados por Estados Unidos, entre los que se encuentran China y Cuba, según informes.
«Si no los aceptan, impondremos sanciones a esos países. Impondremos aranceles a esos países. Los aceptarán tan rápido que les dará vueltas la cabeza», dijo Trump durante una visita a una división de la Oficina de Protección de la Frontera y las Aduanas (CBP, en inglés).
Briefing @POTUS w @CustomsBorder @ICEgov @USCIS on the challenges faced by our officers everyday trying to stop the flow of illegal immigrants and drugs across our borders and into our communities pic.twitter.com/7ZYuIr4ufu
— Secretary Kirstjen M. Nielsen (@SecNielsen) February 2, 2018
«Simplemente impondremos aranceles a sus bienes que entren aquí, y los aceptarán en dos segundos. Hay mucha gente de esos países, y los aceptarán» cuando sean deportados, agregó el presidente. «Y otra cosa, damos mucha ayuda a algunos de esos países. Y a esos países, les dejaremos de dar ayuda, y los aceptarán de vuelta instantáneamente», subrayó.
Trump también amenazó en la misma reunión con cortar la ayuda financiera a los países que no eviten la entrada de drogas a los Estados Unidos, que no identificó.
Today, it was my honor to join the great men and women of @DHSgov, @CustomsBorder, @ICEgov and @USCIS at the U.S. Customs and Border Protection National Targeting Center in Sterling, Virginia. Fact sheet: https://t.co/Q027Wgdzdo pic.twitter.com/NecuA0y1Sk
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) February 2, 2018
El Gobierno de Trump ya impuso en septiembre pasado sanciones, que consisten en restricciones a la emisión de ciertos visados para entrar a Estados Unidos, a cuatro países -Camboya, Eritrea, Guinea y Sierra Leona- debido a su supuesta negativa a aceptar a sus ciudadanos cuando eran deportados.
Durante la visita de Trump a las instalaciones del CBP, el subsecretario de Estado de EEUU, John Sullivan, expresó al presidente su preocupación por los «problemas» que han surgido con algunos países cuando se trata de enviar a los inmigrantes indocumentados «al lugar de donde vinieron».
Trump preguntó entonces cuáles son esos países, y el secretario adjunto de Estado para Asuntos Consulares, Carl Risch, le respondió que entre los países está «China, que tiene un largo historial de no aceptar» a sus emigrantes deportados.
Risch también mencionó a Camboya, Eritrea, Guinea y Sierra Leona, pero recordó que, en esos casos, las sanciones relativas a los visados que Washington impuso en septiembre «están funcionando», y se están registrando «algunos avances».
Trump replicó que «esos son nombres poco habituales, porque uno piensa más en términos de Suramérica que de Asia» cuando trata de imaginarse qué países no aceptan a sus emigrantes deportados. Pero acto seguido, amenazó con imponer sanciones, aranceles o cortar la ayuda financiera, y pidió una lista de los países en cuestión para poder «resolver este tema económicamente».
Según una información publicada en mayo pasado en el diario The Washington Times, que citaba fuentes de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas de EEUU (ICE), hay once países que no cooperan con las autoridades migratorias estadounidenses a la hora de aceptar a los emigrantes deportados.
Son Cuba, China, Irán, Marruecos, Birmania, Vietnam, Laos, Camboya, Eritrea, Guinea y Sudán del Sur, además de la región administrativa especial china de Hong Kong.
Una alta funcionaria de ICE, Marlen Pineiro, dijo a ese diario que las autoridades de Cuba habían accedido a aceptar a los cubanos deportados en virtud de un acuerdo bilateral que firmaron con el Gobierno de Barack Obama, pero que el proceso estaba siendo lento.