Lenín Moreno, presidente de Ecuador: «La integración latinoamericana no debe tener banderas políticas»
El Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, quien participó el viernes en La Moneda en el lanzamiento del Foro para el Progreso de América del Sur, Prosur, alertó a sus colegas sudamericanos de supuestos «intentos desestabilizadores», tanto para su gobierno como para la región, detrás de los cuales estarían su antecesor, Rafael Correa, y el mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Moreno dijo que basaba sus acusaciones en informes del servicio de inteligencia de su país y advirtió que «habría dineros oscuros de ellos dos, para favorecer a candidatos del mal llamado ‘socialismo del siglo XXI'», en elecciones que se realicen en la región.
En una entrevista por escrito con «El Mercurio», el Presidente rechazó una intervención extranjera en Venezuela y abogó por el diálogo como la mejor manera de solucionar esa crisis.
-Caracas celebró la decisión de su gobierno de salirse de Unasur porque «no podemos tener traidores en las filas». Usted, como socialista, ¿cree que ha «traicionado» a la izquierda latinoamericana al dejar esa entidad?
«Ecuador tomó la decisión de abandonar Unasur, pero no abandonó su compromiso de trabajar por una verdadera integración, tan necesaria para la región. Unasur nunca se consolidó debido a que lo transformaron en una instancia de manipulación para defender una determinada postura política. Así pues, un proceso de integración que solo responde a una ideología y no a los intereses de la región está condenado al fracaso. Los que traicionaron a América Latina son aquellos presidentes que permitieron actos de corrupción y se obsesionaron por el poder».
-Con respecto a Prosur, se ha dicho que es lo mismo que Unasur, pero con un signo de derecha, ¿qué opina? ¿Qué espera de este nuevo organismo?
«Somos enfáticos en afirmar que la integración latinoamericana no debe tener banderas políticas. Debemos generar un proceso de integración que responda a los intereses y objetivos de todos nuestros pueblos, que trabaje por una mejor América Latina; centrarse en el desarrollo de los países en materia de crecimiento económico, seguridad, lucha contra la corrupción, desastres naturales, entre otros temas.
El país está abierto a escuchar las propuestas de nuestras naciones hermanas y adherirse a proyectos conjuntos con objetivos comunes. Para nosotros es importante estar unidos y combatir problemas que afectan a toda la región».
-Cuando lo entrevisté hace poco más de un año, usted no quiso calificar a Nicolás Maduro como dictador. ¿Qué piensa ahora?
«Ecuador es muy respetuoso de la política de terceros países; sin embargo, el mundo ha sido testigo del manejo irresponsable de un país. Quien gobierna a espaldas de un pueblo, quien violenta sus derechos, quien provoca una migración de 3 millones de sus ciudadanos, generando la mayor crisis humanitaria de la historia de Venezuela, ¿cómo se denomina? Consideramos que, ahora, la Asamblea Nacional es la depositaria de la legitimidad democrática al haber sido libremente electa por la ciudadanía venezolana. Eso nos llevó a reconocer la presidencia interina de Juan Guaidó».
-Sé que usted no es partidario de una injerencia extranjera en Venezuela. ¿Por dónde ve usted la solución para esta crisis?
«Así es, el gobierno ecuatoriano defiende los principios de libre determinación de los pueblos y la no injerencia en los asuntos de terceros países. Sin embargo, no ha pasado por alto asuntos que son de dominio público y que se refieren al respeto de los derechos humanos. Hemos rechazado categóricamente los actos de violencia generados por un gobierno indolente.
La solución deberá darse mediante un diálogo claro y sincero en busca de beneficios comunes y con la participación de todos los involucrados mediante mecanismos pacíficos y democráticos. Ecuador y otros países pueden y deben aportar en cuanto esté a su alcance para facilitar una salida bajo los parámetros que he descrito. El diálogo es la marca registrada del Ecuador en la solución de conflictos.
Ecuador no cree en soluciones que impliquen una intervención militar en el país y hace un llamado a la paz y el diálogo en el conflicto venezolano».
-¿Usted afirmaría que Nicolás Maduro terminó por sepultar el «socialismo del siglo XXI»?
«Venezuela es un pueblo libertario y democrático que vive bajo la sombra de Nicolás Maduro, quien ha mostrado el verdadero lado del llamado socialismo del siglo XXI: politiquería perversa que lo único que ha hecho es llevar hacia una crisis a su pueblo.
Todos hemos sido testigos del deseo y obsesión por el poder por parte de aquellos políticos que defendieron aquella ideología. Ecuador ha salido de ese abismo en que le colocó el socialismo del siglo XXI».
-Ecuador estuvo muchos años alejado del FMI, pero ahora usted recurrió a ese organismo y obtuvo un crédito por US$ 4.200 millones. Lo mismo hizo Mauricio Macri en Argentina y seguramente lo hará Juan Guaidó como Presidente encargado en Venezuela. ¿Es el nuevo signo de los aires que soplan en Latinoamérica?
«Nuestro gobierno heredó una situación económica compleja, no solo por el endeudamiento millonario que dejó el gobierno anterior, sino también por su corrupción galopante en que dilapidó más de 60 mil millones de dólares. Estas son condiciones contra las que tuvimos que luchar al llegar a la Presidencia, adoptando medidas concretas a través del plan económico del gobierno.
No es casual que otros países que también formaron parte del malhadado eje del ‘socialismo del siglo XXI’ tengan, como herencia, sus economías destrozadas. Sin embargo, nosotros trabajamos de acuerdo a nuestra realidad y no obedecemos directrices ni recetas impuestas por ningún gobierno u organismo. Nuestras decisiones son fruto de un manejo responsable de nuestra economía. Respetamos las decisiones económicas que adopta cada uno de los países de la región, pero sí anhelamos que en nuestra América Latina soplen vientos de democracia y libertad, alejados de cualquier signo de autoritarismo».
-El otorgamiento de este crédito, ¿es un reconocimiento al plan de reformas de su gobierno?
«El gobierno nacional ha tomado decisiones económicas encaminadas a enmendar una economía enferma y enrumbarla efectivamente hacia su saneamiento. Hemos puesto en marcha nuestro programa económico denominado ‘Plan de Prosperidad 2018 -2021’, fundamentado en cuatro pilares: la consolidación fiscal y estabilidad monetaria, igualdad de oportunidades y protección social, empleo y reactivación productiva y un manejo eficiente y transparente de los recursos públicos.
Esto nos ha permitido generar confianza en la comunidad internacional y haber obtenido una amplia e inédita cooperación por más de US$ 10.200 millones, provenientes del Banco Mundial, Banco Europeo, Banco Interamericano de Desarrollo, Fondo Monetario Internacional y la Comunidad Andina de Fomento».
-El expresidente Rafael Correa (2007-2017) sigue presente, por lo menos a través de las redes sociales, criticando cada una de sus decisiones. Hace poco lo acusó a usted de no haber realizado ninguna obra concreta durante su gobierno. ¿Cómo le responde?
«Respondo con los hechos. Heredamos del gobierno anterior una economía enferma, un fuerte endeudamiento, evidencias de gran corrupción y cientos de obras con problemas. Poner en orden la casa fue el primer gran reto nuestro, y eso lo estamos logrando. Atacarnos es parte de una estrategia que busca tender cortinas de humo frente a las denuncias de corrupción que involucran a altos exfuncionarios del gobierno de Correa. Hoy Ecuador es un país democrático, libre y garantista de los derechos humanos».
-Tras la reforma a la Ley Orgánica de Comunicaciones, conocida como «Ley Mordaza», que durante años significó represión y censura a la prensa, ¿usted puede afirmar que hoy en Ecuador hay libertad de prensa?
«Hemos cumplido nuestra palabra de recuperar la libertad de expresión y de prensa en el país, para fortalecer la democracia y la defensa de los derechos humanos. Desmontamos todo un Estado de propaganda construido en el pasado régimen, desechamos los componentes punitivos presentes en la anterior Ley Orgánica de Comunicación y hemos reconstituido un ambiente social de tolerancia y respeto ante la crítica y opiniones diferentes.
Además, el mes pasado ratificamos nuestro compromiso mediante la suscripción del Acuerdo de Chapultepec. Con esta declaración y con la nueva Ley de Comunicación ratificamos el respeto a la normativa internacional sobre comunicación».
«Ecuador no cree en soluciones que impliquen una intervención militar en el país (Venezuela) y hace un llamado a la paz y el diálogo en el conflicto venezolano».
«Hoy Ecuador es un país democrático, libre y garantista de los derechos humanos».
«Venezuela es un pueblo libertario y democrático que vive bajo la sombra de Nicolás Maduro, quien ha mostrado el verdadero lado del llamado ‘socialismo del siglo XXI’: politiquería perversa que lo único que ha hecho es llevar hacia una crisis a su pueblo».
«Hemos cumplido nuestra palabra de recuperar la libertad de expresión y de prensa en el país, para fortalecer la democracia y la defensa de los derechos humanos».