Itaipú como punto focal para el futuro de América Latina: controversias y alternativas de confrontación
Itaipú como punto focal para el futuro de América Latina: controversias y alternativas de confrontación
Por Ildo Sauer*
El 26 de abril de 2023 finalizará el plazo de 50 años de vigencia del Tratado de Itaipú firmado por las dictaduras militares de Brasil y Paraguay. Usando la metodología de tarifación por el pasivo, toda la inversión y el servicio de la deuda (incluyendo intereses) estarán amortizados para esa fecha. Durante este período, Paraguay ha sido obligado a vender el excedente energético no utilizado al mercado interno del Brasil. Por la naturaleza del tratado y por mecanismos ineficientes para la solución de las controversias, el potencial de Itaipú para impulsar el desarrollo de los países ha sido esterilizado durante décadas. La superación de las dificultades diplomáticas asociadas a esos tratados, impregnados de las concepciones geopolíticas y económicas de la época de su firma, demanda una revisión conceptual de los procesos de desarrollo regional y de las potencialidades de una gran empresa regional.
Una nueva visión es necesaria, incorporando los activos existentes, apalancar nuevas inversiones y construir el núcleo de una nueva concepción de operación de sistemas energéticos integrados como base para la integración productiva de América Latina. Independientemente de las controversias sobre la exactitud de los cálculos de la tarifa y de la amortización, la aproximación de esta efeméride, en conjunto con la exaltación del Presidente brasileño actual sobre el protagonismo y hegemonía de las dictaduras militares en la viabilización del proyecto, suscita el debate sobre el futuro de la usina y señala fuertes disputas en torno a la apropiación y destino de la energía y de los beneficios económicos y estratégicos asociados.
Con el retorno de gobiernos de derecha en la región la amenaza sobre el destino y usurpación de la riqueza de estos proyectos es inminente. En vez de perfilarse como pilares del desarrollo económico y social a través de la integración productiva de la región, podrían convertirse en una fuente de transferencia de valor y riqueza para los oligopolios financieros. Sin embargo, la manifestación pública de Bolsonaro sobre Itaipú, rodeada por generales de Ejército, no deja de ser paradójica e irónica. Incluso cuando el proyecto fue conducido por dictaduras que violentaron los derechos humanos, el proyecto de Itaipú se concibió dentro de la concepción del nacional-desarrollismo con influencia keynesiana: fuerte papel del Estado en la coordinación de la economía aunque a favor de las burguesías locales. No se puede afirmar lo mismo de la coyuntura actual, pues las motivaciones subyacentes se asientan en el fundamentalismo neoliberal.
Los debates que involucran el desarrollo de América Latina, incluyendo la apropiación social de la energía y otros recursos naturales, y su papel en el modo de producción actual, discuten dimensiones distintas, aunque permanentemente interconectadas: (i) la disputa por los excedentes derivados de la propiedad de recursos naturales de alta calidad; (ii) el papel de los recursos naturales en el mecanismo causal de aumentos de la productividad desencadenados por la Revolución Industrial; (iii) la participación de la región en el valor producido globalmente y el reparto desigual del valor producido en los países de la región en favor de los países centrales. La bifurcación es la siguiente: elegir entre el desarrollo autónomo de América Latina, orientando ese desarrollo o hacia la erradicación de la miseria o el camino del mantenimiento del status quo, de subordinación a los intereses de los países centrales y a la profundización de la dominancia de la esfera financiera internacional.
Las sociedades de los países involucrados deben proponer e implementar una estrategia donde Itaipú y otros embalses están en el centro de la integración productiva y del desarrollo de la región. De lo contrario, su valor será subordinado al proceso de privatización directa o indirecta teniendo como resultado la pérdida del control directo de las instalaciones y/o la pérdida de los beneficios energéticos en manos de las instituciones financieras mundializadas, ávidas por espacios de extracción y apropiación de rentas.
Las posibilidades de una Corporación Energética del Sur, núcleo de la integración productiva regional
En esta sección se presentará una estimación conservadora del valor de una empresa con la capacidad productiva de Itaipú (≈98.000 GWh anuales). Los presupuestos y parámetros económicos conservadores son los siguientes:
a) precio de la energía vendida en 50 US$/MWh. Este es un precio cercano al precio promedio de gran parte de los nuevos proyectos hidráulicos, eólicos y fotovoltaicos, en la región, y por debajo de los costos de la generación térmica;
b) tasas de descuento del 8% o del 10% a.a., por encima de la expectativa actual de retorno al capital;
c) costes de operación y mantenimiento del orden de 900 millones, pago de compensaciones de 400 millones y royalties por valor de 600 millones, con una carga anual cercana a los 1.900 millones de dólares;
Los ingresos anuales estimados (98, 000,000 MWh/año x 50 US$/MWh) serían de 4,900 millones de dólares con un flujo anual de duración indeterminada. Al descontarse costos, compensaciones y royalties, el resultado neto anual sería de 3.000 millones de dólares. Una empresa de este tamaño tiene un valor en el mercado, estimado por el valor presente del flujo de caja descontado (tasa de descuento del 8% a.a.) de 37,500 millones de dólares. Usando una tasa de descuento del 10% a.a., el valor de mercado sería de 30,000 millones de dólares. Es importante mencionar que los costos de operación y mantenimiento de 900 millones (8 US$/MWh) son el doble del estándar internacional.
En el caso de la creación de una corporación pública que genere utilidades la compensación por cesión de energía dejaría de existir. Además, los royalties pagados a los países podrían ser objeto de negociación, en favor de la capitalización de la futura corporación. Con esto el flujo anual neto superaría los 4,5 mil millones de dólares y el valor de mercado de la empresa visualizada, se incrementaría en un 50%. Esto es, a 55 y 45 mil millones de dólares, respectivamente, usando tasas de descuento de 8 y 10% a.a. Este flujo anual permitiría el apalancamiento de recursos para inversiones usando préstamos o capitalización mediante la venta de títulos, debentures o acciones; manteniendo el control de la corporación por los países miembros.
El ejercicio desarrollado en torno a Itaipú puede ser ampliado para incluir a Uruguay y Argentina (Yacyretá, con capacidad instalada de 3.200 MW y producción anual promedio de 20.867 GWh y de Salto Grande de 1.890 MW generando 8.300 GWh por año). La integración de ambas centrales en la hipotética corporación ampliaría significativamente el valor de mercado y el flujo de caja. En países carentes de inversión para financiar proyectos de infraestructura los proyectos binacionales constituyen verdaderos tanques de hibernación de capital: infraestructura productiva amortizada en diferentes grados, con mercados asegurados y con capacidad de generación de caja a largo plazo, con bajísimo riesgo.
La idea fundadora de la propuesta apunta a un proyecto de desarrollo económico y social regional capaz de atenuar las asimetrías sociales y regionales, promoviendo la autonomía de los pueblos, rescatando los valores de la libertad, la igualdad y la fraternidad. La disputa en torno al papel y futuro de Itaipú está en el centro de la cuestión: podría transformarse en un símbolo de cambios estructurales en la integración productiva de América Latina o profundizar las asimetrías y subordinación a los intereses financieros internacionales. El desarrollo del confronto político dictará el resultado.
*Ildo Sauer, profesor del Instituto de Energia e Ambiente de la Universidade de São Paulo