Colombia continúa siendo el mayor productor de coca del mundo, advierte informe de la ONU
«Nos preocupa el aumento del cultivo ilícito de arbusto de coca y de la fabricación ilícita de cocaína en Colombia», señala Viroj Sumyai, presidente de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), en el informe anual de este organismo, presentado este martes en Viena.
En el reporte de este organismo independiente dentro del sistema de la ONU se recuerda que el cultivo de coca sube «constantemente desde 2013, de las 48.000 hectáreas registradas en 2013 hasta las 171.000 en 2017».
El 64 % del incremento de la superficie se concentró en los departamentos de Antioquia, Putumayo, Norte de Santander y Cauca, precisa la JIFE.
Al ser Colombia el mayor productor de hoja de coca y cocaína del mundo, es también el principal punto de partida de esa droga que se consume en sus dos principales mercados: Estados Unidos y Europa.
«En América del Sur, la fabricación ilícita de cocaína tuvo un impacto en el mercado europeo, donde la evidencia de una mayor disponibilidad y uso es motivo de preocupación. En Colombia, tanto el cultivo ilícito de arbusto de coca como la fabricación de cocaína aumentaron en 2017, en un 17 por ciento y en un 31 por ciento, respectivamente, alcanzando un máximo histórico», detalla el documento.
El organismo recordó que en marzo de 2018, los gobiernos de Colombia y Estados Unidos acordaron formular un plan quinquenal para reducir los cultivos ilícitos en un 50 por ciento para 2023 en relación al nivel de cultivo ilícito de arbusto de coca en 2018: «En ese sentido, el 14 de junio de 2018, el Ministro de Defensa de Colombia presentó un libro blanco sobre la erradicación de cultivos ilícitos en Colombia, que contenía un plan quinquenal para el período 2018-2023. El objetivo principal del plan es revertir la tendencia del aumento de cultivos desde 2013. Además, el plan está destinado a garantizar la continuidad de los esfuerzos actuales dirigidos a la erradicación e interdicción y al fortalecimiento de la cooperación con los Estados Unidos».
El plan del gobienro colombiano contempla la erradicación manual de 70,000 hectáreas y, según cifras del MInisterio de Defensa, a junio de 2018 habína sido sustituidas voluntariamente 42,000 ha más, de las cuales 14.000 han sido certificados por la UNODC como reemplazados por cultivos lícitos.
Sin embargo,la JIFE señala que pese a que hubo un aumento en los esfuerzos para erradicar los cultivos de coca, eso no significó una disminución en las cifras de producción de cocaína. De hecho, según los datos recopilados en el informe, la producción pasó de 1,053 toneladas métricas en 2016 a 1,379 toneladas métricas en 2017.
«En 2017, las incautaciones de cocaína en Colombia aumentaron en un 20%, en comparación con 2016. El 26 de junio de 2018, el Presidente saliente de Colombia anunció que, después de una serie de pruebas piloto, el Ministerio de Salud y Protección Social y el Ministerio de Medio Ambiente y El Desarrollo Sostenible había autorizado el uso de drones para la pulverización de glifosato a un nivel de concentración 50 por ciento más bajo que el utilizado anteriormente; la fumigación aérea de glifosato en cultivos de coca se había suspendido desde octubre de 2015. Según la declaración presidencial, los drones que volaban a baja altura eran similares a la práctica actual en la que las cuadrillas de erradicación en tierra pulverizaron herbicida de glifosato desde tanques montados en su respaldos», explica el informe.
Según datos del Observatorio de Drogas de Colombia, en 2017 se incautaron 435 toneladas de cocaína, 52 toneladas de pasta base de cocaína, 240 toneladas de cannabis y 521 kg de heroína. Además, se desmantelaron 321 laboratorios de cristalización de cocaína.