Brasil: de la autonomía al alineamiento a los Estados Unidos

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Entrevista a Héctor Luis Saint-Pierre, desde San Pablo, Brasil sobre la visita del presidente Bolsonaro a Washington y sus derivaciones.

Por Adriana Rossi

a visita del presidente Jair Bolsonaro a su homólogo Donald Trump, en Washington, fue marcada por el intercambio sobre temas como la situación de Venezuela, relaciones comerciales, militares y de inteligencia. Más allá de los magros resultados para Brasil, se puso de manifiesto el alineamiento automático de este país a la política estadounidense en todos los campos, especialmente militar.

Así lo expresa Héctor Luis Saint-Pierre, catedrático de la Universidad de San Pablo y experto en Seguridad y Defensa desde Brasil, en la entrevista realizada por Adriana Rossi en el programa de FM9, Atlas Internacional que se emite desde el Complejo Cultural Atlas de Rosario. La postura del nuevo gobierno brasileño indica un alejamiento de la anterior y tradicional política de este país, de autonomía estratégica y de no confrontación con respecto a los Estados Unidos.

Ejemplo de este giro es el acuerdo firmado con anterioridad al viaje de Bolsonaro, resultado de negociaciones llevadas a cabo durante el gobierno del Partido de los Trabajadores y que se relaciona con el uso de la base aeroespacial de Alcántara por parte de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Saint-Pierre explica la importancia geoestratégica de la base de Alcántara que está ubicada en la línea equinoccial, lo cual permite, venido el caso, el lanzamiento de misiles transoceánicos hacia el continente africano y a Europa con ahorro de tiempo y combustible.

El acuerdo prevé una serie de cuestiones perjudiciales para Brasil: desde la cesión de soberanía sobre una porción de su territorio, a la prohibición de desarrollar su propia industria aeroespacial y obtener de los Estados Unidos transferencias tecnológicas en este campo.

Señales de cambios ya se habían detectados en la política militar con la realización de maniobras conjunta en la frontera amazónica con participación de uniformados de Brasil, Colombia, Perú y Estados Unidos y con la integración de un general brasileño en el Comando Sur, organismo militar norteamericano para el control de América del Sur.

Para subrayar el cambio que se está produciendo, Saint-Pierre rememora que “desde siempre tanto en la política diplomática, cuanto en la militar, la peor hipótesis era la presencia de tropas extranjeras en la región suramericana”. Este principio de todas formas no ha perdido del todo su vigencia.

Héctor Luis Saint-Pierre

Mientras el hijo del presidente Bolsonaro avanzaba la hipótesis de un involucramiento en la desestabilización de Venezuela, tema álgido en el continente, el vicepresidente brasileño, el general Hamilton Morao, fue tajante en la desmentida. No habrá participación brasileña al lado de los Estados Unidos, ni en conjunto con un ejército sudamericano en contra de Venezuela, ni se prestará territorio para operaciones u organización de tropa norteamericana.

El vicepresidente que tuvo fuerte declaraciones antidemocráticas, se presenta en la actualidad como un “moderado” desmintiendo a Bolsonaro cuyos dichos, afirmaciones, actitudes, que en un primer momento recibieron la aprobación del electorado y que hicieron salir a flote lo peor de la sociedad, clasismo, racismo, xenofobia, les hizo perder el 15% de aprobación en sólo 75 días de presidencia. Lo cual no significa que el gobierno no tenga apoyo. La sociedad brasileña atravesada por el odio se reconoce en este gobierno que representa a la ultraderecha conservadora.

Sin embargo, según Héctor Saint-Pierre, las Fuerzas Armadas, a pesar de estar tranquila frente a la pérdida de autonomía que la nueva política diplomática-militar impone, están atravesadas por inquietudes. No quieren ver salpicado el prestigio que tienen ante la sociedad, quedando del todo pegada al gobierno de Bolsonaro que es un gobierno de militares, y posiblemente tengan algunas reacciones de disconformidad en el momento en el que se les apliquen medidas liberales previstas por el gobierno, que posiblemente en relación a las Fuerzas Armadas y en el juego parlamentario encuentre sus límites institucionales.

LT9


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