#8M: así fue el paro internacional de mujeres, lesbianas, travestis y trans en América Latina

845

Argentina – Masivo paro y movilización feminista en todo el país

Con el lema «Aborto Legal ya; No al ajuste de Macri, les gobernadores y el FMI, Basta de Violencia», miles de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries salieron a las calles de la Ciudad de Buenos Aires y de todo el país en otro 8 de marzo potente, en reclamo de sus derechos.

El Ni Una Menos sigue vigente en una Argentina que desde que comenzó 2019 registró 45 femicidios y en el que hace pocos días dos nenas de 11 y 12 años se vieron forzadas a dar a luz hijos producto de violaciones.

Motivos para marchar sobran y duelen y para parar, muchos más. En este tercer Paro Internacional de Mujeres, la medida quedó limitada por la falta de acompañamiento de la gran mayoría de los gremios, donde la empatía para con el colectivo feminista es casi nulo, salvo contadas excepciones. Para colmo, los gobiernos nacional y porteño anunciaron que descontarían el día a aquellas que se plegaran al paro.

Al ritmo de un feminismo combativo y cada día más presente en la cotidianeidad nacional, miles de personas se movilizaron en la Ciudad de Buenos Aires, que tuvo la Plaza de Mayo como centro de confluencia para luego marchar hacia el Congreso.

A partir de las 17 las adyacencias del Palacio Legislativo contraron reclamos contra los femicidios, lesbicidios, transfemicidios, travesticidios, acoso, violaciones, discriminación laboral y toda forma de explotación y violencia contra las mujeres, lesbianas, travestis y trans. Y por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, una batalla que no terminó.

Entre las reivindicaciones que se agitaron durante la jornada se destacó también «la implementación efectiva de la Ley de Educación Sexual Integral en todo el país», la reivindicación del colectivo LGBTI y la eliminación de todas las formas de violencia cis heteropatriarcal. Además, se bregará por la separación entre Iglesia y Estado.

También hubo numerosas movilizaciones en el interior del país, sobre todo en centros neurálgicos como Rosario, Córdoba y Mar del Plata, entre muchos otros.

Infonews


Ellas marcharon en todo Chile y fijan un hito en el 8M

Marcho por mis hijas, nietas y sobrinas”, decía el modesto cartel, en cartulina celeste y pintado con plumón, que se armó Alba, de 66 años, y que portaba brazos en alto, como si se le fuera la vida en ello.

Feliz. Apretujada. Cansada. Perseverante. Así iba ella. Tal como otras 190 mil personas -según calculó Carabineros-, casi todas mujeres, que caminaron pacíficamente por la Alameda, a través de los 3,9 km que hay entre Plaza Italia y Echaurren. Eran pasadas las 19 horas y la misma escena masiva se repetía en diferentes ciudades del país y en el mundo.

Hasta el miércoles se habían confirmado manifestaciones en más de 50. En Santiago había bailes, batucadas, globos, payasos y pancartas, pero, por sobre todo, ellas. Grandes y chicas. Como una sola voz.

En el Día Internacional de la Mujer que se conmemoró este viernes, también difundido como el 8M, se efectuaron diferentes actos durante toda la jornada, en la cual estaba convocada la huelga general feminista denominada “Contra la Precarización de la Vida”. El cierre fueron las marchas.

Los 190 mil asistentes que contabilizó la policía, convirtieron a la citación en una de las más masivas de los últimos años. Muy similar a la marcha del 16 de mayo de 2018, que hasta este viernes era considerada como la mayor convocatoria de un encuentro feminista.

Evelyn Cariqueo (25), una de las asistentes, comentó que “soy mitad mapuche, traje a mis dos hijos a la marcha desde que empezó, Maximiliano y Gustavo, para enseñarles que desde chicos tienen que respetar a las personas y no hacer diferencias”.

Lucía Alegre, otra asistente, destacó la presencia de carabineras. “Ellas ayudaron a cuidar a la gente, transmitían buena onda”.

Vagones y bloques

La jornada completa fue ajetreada. Por la mañana, a las 10.30, el Presidente Sebastián Piñera efectuaba en La Moneda el acto oficial del gobierno por el Día de la Mujer. Allí también anunció un proyecto contra el acoso cibernético y destacó a Michelle Bachelet como mujer pionera en la historia de Chile.

También hubo hitos violentos. Dos femicidios. Uno cometido el jueves, en Quintero, y el otro este viernes, en Recoleta. Las manifestaciones espontáneas igualmente se tomaron la capital. Varias decenas de monumentos amanecieron con pañuelos verdes y morados al cuello, los símbolos del movimiento feminista. Frente a la Catedral Metropolitana hubo carteles y consignas alusivas a los abusos en la Iglesia.

“Déjennos, por un día, ser nosotras las protagonistas (…) los hombres que quieran apoyar, que ojalá apañen a las mujeres desde la casa, desde el trabajo”, pidió la diputada (PC) Camila Vallejo.

Pasadas las 18.00 horas el Metro casi colapsó, producto de la muchedumbre que quería llegar hasta Plaza Italia. Hubo ratos en que la gente no podía salir.

La marcha se dividió por bloques, que expresaban las distintas posturas del movimiento. Adelante, la Coordinadora Feminista 8M que convocó a la movilización. Luego, otros espacios solo ocupados por mujeres. Las llamadas “separatistas”. Tras ellas, los bloques “mixtos”. Mucha consigna de DD.HH. El machismo nunca fue tan apabullado. El día fue de ellas. Histórico.

La Tercera


Uruguay – Multitudinaria marcha del #8M: un grito de rebeldía y el reclamo de igualdad

La avenida 18 de julio volvió a ser, como los 8 de marzo de los últimos años, el escenario donde miles de personas se congregaron para marchar por los derechos de la mujer, con proclamas diferentes y colectivos feministas muy diversos. La marcha la encabezaron las integrantes de la Coordinadora de Feminismos, que repartieron la proclama que se leyó de forma colectiva frente a la Facultad de Derecho, en ronda y con una hoguera en el medio para recordar a todas aquellas “brujas” que “nunca pudieron quemar”. Para este año la pancarta principal, que encabezó la movilización, hacía alusión a la “huelga feminista”.

La Plaza Libertad fue el inicio de la marcha que tardó más de una hora en llegar a la explanada de la Facultad de Derecho. En ese trayecto, con cánticos de por medio y algunas paradas para mantener el ritmo de la caminata, hubo varios puntos que se destacaron. El primero fue a la altura de la explanada de la Intendencia de Montevideo (IMM) donde esperaban desde un balcón tres mujeres de avanzada edad con banderas violetas.

En ese punto, la movilización se frenó para saludar y aplaudir a esas mujeres. Unos metros más adelante, la iglesia del Cordón esperaba con vallas y seis policías de choque el paso de la marcha. La presencia de policías –a pedido de la iglesia por las agresiones del año pasado– fue leído como una provocación por algunos que pasaban por el lugar. Al llegar a la iglesia, los cánticos de la marcha se intensificaron. “Iglesia, basura, vos sos la dictadura” y “yo sabía, yo sabía, a los violadores los cuida la Policía” fueron algunos de las frases que entonaron. Aunque la movilización continuó sin incidentes, minutos más tarde la fachada de la iglesia –como sucedió en la marcha de 2018– fue vandalizada con bombas de tinta.

Poco antes de llegar al punto de concentración final, la cuerda de tambores La Melaza, integrada únicamente por mujeres, armó un pasillo al ritmo del candombe para que pasara la movilización. Sobre la vereda estaban también un grupo de mujeres, ex presas políticas, ante quienes la marcha paró varias veces para aplaudir. Una de esas mujeres lloraba y les decía a las demás: “Ellas empezaron la lucha antes que nosotras”. A pesar de los intentos para que los hombres no participaran de la marcha, fueron muchos los que se sumaron a la movilización.

“Fuera, fuera macho fuera”, se escuchó frente a la Facultad de Derecho, cuando la marcha ya llegaba a su final.

En la proclama, entre otras cosas, la Coordinadora de Feminismos señaló que las mujeres están “hartas del acoso callejero y de la violencia sexual”. “La lucha feminista conforma un entramado de resistencias frente a la avanzada fascista, misógina, racista, homofóbica, lesbofóbica y trasnfóbica que se expande en nuestro continente, orquestada desde las alianzas militar, financiera y religiosa, que redoblan las jerarquías y las violencias”, leyeron. Con la hoguera ya hecha cenizas, las feministas pidieron por cada “militante asesinada”, por las “locas”, las “presas” y las “desaparecidas”. “No, no están perdidas, las desaparecen para ser prostituidas”, cantaron sobre el final.

El Observador


VOLVER

Más notas sobre el tema