Valoraciones sobre las elecciones en El Salvador y el derrumbe del FMLN – Por Jorge Dalton

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.Por Jorge Dalton*

Quisiera compartir con ustedes algunas valoraciones sobre los resultados de las elecciones presidenciales del domingo, en El Salvador. Con mucha antelación he venido diciendo lo que quedó confirmado, y esta vez las encuestas no se equivocaron.

A pesar de que la afluencia de votantes, fue por debajo de otros años, ganó Nayib Bukele, un exitoso empresario de apenas 37 años de edad con 53 % de los votos. Es el mandatario más joven de América Latina y proviene de la izquierda. Ha sido, hasta ahora, el más exitoso alcalde capitalino, que ganó por amplia mayoría cuando se postuló a esa alcaldía, siendo miembro del FMLN.

Muy pronto la visión nada renovadora de la dirigencia de izquierda chocó con la visión de este joven, quien fue expulsado de las filas del partido por sus constantes críticas a la cúpula, que se niega a cambiar.  Ya echado, creó un nuevo proyecto político llamado NUEVAS IDEAS, que es lo que realmente lo llevó a la victoria ayer, y en menos de un año.

Se puso de manifiesto un rechazo rotundo hacia el partido tradicional de izquierda FMLN y al de derecha ARENA, dos organizaciones que han gobernado a El Salvador por 30 años, siendo parte de todo un sistema político que hasta ahora era imposible romper, pero que a partir de hoy ha quedado derrotado.

Es importante señalar que el FMLN carga ahora con la mayor derrota de su historia, obteniendo menos del 14% y la pérdida de más de un millón de votantes que decidieron no darle el respaldo que siempre tuvieron. Para colmo, se suma que el actual presidente Salvador Sanchez Cerén está catalogado como el mandatario peor evaluado de los últimos 30 años.

Otra de las pesadas cadenas que arrastra el FMLN se llama Mauricio Funes, el primer presidente del primer gobierno de izquierda (2009-2014), siendo responsable de uno de los saqueos más grandes de la historia salvadoreña, con el robo de casi 400 millones de dólares provenientes de fondos públicos, y que solo fue posible gracias a una sofisticada red familiar y al apoyo de allegados funcionarios del Gobierno, que en algunos casos hoy guardan prisión.

En un acto sumamente impune, miembros de la cúpula del FMLN propiciaron su huida y hoy es un prófugo de la justicia, protegido del Gobierno nicaragüense Daniel Ortega. Ese hecho también pesó en los resultados de ayer.

Hay otro aspecto que también se suma y es que cuando Funes era el presidente, vino la orden de captura de parte de España para un grupo de exmilitares genocidas, implicados en la masacre de los sacerdotes jesuitas. El presidente Funes dejó sin efecto esa captura internacional, brindando protección a esos militares genocidas. A esa protección también se sumó el FMLN.

Sin lugar a duda, habrá que hacer una valoración mucho más profunda de las causas que han llevado al derrumbe de un partido que en los años del conflicto armado era una organización que se ganó toda la simpatía y prestigio a nivel mundial en su lucha contra del régimen militar.

El FMLN es el único responsable de semejante hecatombe y tendrá que responder ante la sociedad, rendir cuentas a su gente y también ante el mundo y que fue de ese gran movimiento prestigioso y heroico en el cual se nos fue parte de nuestras vidas.

Dicho partido hoy está acabado producto de su sectarismo, de su arrogancia y su negativa a renovarse, su constante recurrir al pasado sin apostarle al futuro. Soy de los que piensa que los revolucionarios que no creen en el futuro, terminan volviéndose contrarrevolucionarios.

El FMLN abandonó muchos principios, entre ellos la ETICA REVOLUCIONARIA. Soy de los tantos que piensa y afirma de manera contundente que traicionó la causa revolucionaria y esto es parte del resultado. De la misma manera y sin ningún tapujo pienso lo mismo de Daniel Ortega y del Gobierno actual de Nicaragua.

No se puede aspirar o pretender ser revolucionario y ser corrupto a la vez, una fórmula que algunos supuestos revolucionarios han pretendido imponer siendo una de las marcas más visibles de ese derrumbe no solo del FMLN, sino del resto de las izquierdas latinoamericanas.

En el caso del FMLN sobresalió la corrupción administrativa y política, su contribución a la impunidad y el ocultamiento de la verdad, de la misma manera que obró impunemente el partido ARENA.  Yo perdí parte de mi familia en esa cruenta guerra y los pocos que sobrevivimos quedamos marcado con las huellas de ese conflicto desbastador, aun sin ver la justicia merecida.

El FMLN es el máximo responsable de pisotear e insultar de manera vil la memoria y el legado de mi padre, el poeta Roque Dalton, el haber elegido y protegido a uno de sus asesinos, pero hoy ha tenido un serio castigo. No solo quisieron manchar su nombre, no han querido colaborar en la búsqueda de su cadáver, también pisotearon a mi madre y a mi familia.

Durante estos 10 años fui el único funcionario del Gobierno (soy el director de Cine y Audiovisuales del Ministerio de Cultura) que se rebeló en contra de su propio Gobierno, y en mi lucha contra la impunidad y la búsqueda de la justicia he corrido un alto riesgo, pero que valió la pena y he sido un ciudadano común y corriente que ha contribuido con los resultados de ayer. Fui de los que denunció al FMLN por sus malos manejos, su corruptela y su maltrato y atropello en contra de la figura de mi padre y por su traición al pueblo salvadoreño.

Estuve siempre convencido que mi posición crítica y ácida jamás me haría ser un traidor, como han dicho algunos. No he sido yo ni mi hermano Juan José ni el resto de mi familia los que han traicionado la causa revolucionaria. Han sido ellos que abandonaron a sus combatientes, que se olvidaron de quienes ofrendaron su valiosa vida, entre ellos mi hermano mayor, el abandono a los que incluso dieron todo por ellos.

La maldita fórmula de impulsar proyectos sociales, y enriquecerse a la vez, ha quedado derrotada y al descubierto.  La dirigencia del FMLN deberá responder y tener, aunque sea, un ápice de dignidad y vergüenza.

No hay que sorprenderse si dirigentes renombrados del FMLN salen implicados en casos de corrupción, porque ellos han sido claves en todo eso y la verdad es más dura de lo que uno se imagina. Lo último que el FMLN hizo de manera descarada y vergonzosa fue aliarse al partido ARENA para lograr derrotar a Nayib Bukele, se convirtieron en “amigos estratégicos” en esta contienda.

Se aliaron al partido del fundador y asesino de Monseñor Romero. Eso fue el colmo, y lo último que podía esperarse para cerrar con broche de oro. Todo eso también es parte del resultado de las elecciones de ayer.

Al ganar Nayib Bukele en primera vuelta, sale fortalecido con su nuevo partido NUEVAS IDEAS y no GANA. El partido GANA ha sido el vehículo electoral, un cascaron del cual yo no comparto ni un poquito. GANA jamás hubiese ganado ninguna elección y, por lo tanto, la victoria de ayer se le debe a NUEVAS IDEAS y no a GANA. Lo que quiere decir que Nayib ahora sí tiene más poder y potestad de elegir quienes lo acompañarán en este gobierno.

Por último, queridos amigos y familia, yo creo en el futuro y, por ende, en las nuevas generaciones. No se puede volver al FMLN, ya que retornar a ellos significa regresar al pasado y al fracaso y para mí el futuro pertenece por entero a los jóvenes.

(*) Cineasta salvadoreño-cubano.

Havana Times

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