Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y el Caribe del gobierno de México, en la Cumbre sobre Venezuela: «Ningún extranjero tiene derecho a decidir sobre la voluntad soberana»
Uruguay y México convocaron para el 7 de febrero a una conferencia internacional en Montevideo para abordar la situación política que atraviesa Venezuela. Bajo el nombre “Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela”, la reunión fue presenciada por miembros de la Unión Europea, CARICOM, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, España, Suecia, Reino Unido, Bolivia, Costa Rica, Ecuador y los mencionados México y Uruguay. Con el diálogo y el respeto a los derechos humanos como eje, el presidente anfitrión Tabaré Vázquez advirtió que “la mayor disyuntiva que tiene planteada Venezuela es la paz o la guerra”.
Para conocer más detalles del encuentro NODAL entrevistó a Maximiliano Reyes, subsecretario para América Latina y el Caribe del gobierno de México.
Por Pedro Brieger, director de NODAL
Usted participó de la reunión del Grupo de Lima donde se trató el reconocimiento a Juan Guaidó como “presidente encargado”, resolución que México no firmó. Usted también participó de la Cumbre por Venezuela en la ciudad de Montevideo donde se hicieron presente otros países de América Latina y el Caribe y de Europa ¿qué diferencias encuentra entre ambos encuentros?
No hay ninguna diferencia entre el Grupo de Lima y el Grupo de Contacto Internacional sobre Venezuela. La única diferencia son los países, el intervencionismo es exactamente el mismo. México y Uruguay convocaron a esta reunión con la idea de encontrar una salida pacífica y democrática, una salida que no termine en la violencia civil o en alguna manifestación de violencia armada.
En la reunión surgieron acuerdos y diferencias, ¿en qué puntos hay acuerdos y en cuáles diferencias?
Hay acuerdo en que todos queremos una salida pacífica, todos queremos que la paz y la estabilidad regresen a Venezuela. Ese es el acuerdo aunque los mecanismos son distintos. México apuesta porque la decisión quede en manos de los venezolanos pero todo el mundo apuesta porque la decisión sea tomada en el exterior.
¿Qué balance hace del encuentro en Montevideo y cuáles son los próximos pasos para avanzar en el diálogo?
El mecanismo de Montevideo que signamos los países del CARICOM, Uruguay y México es nuevamente una opción para establecer un puente de comunicación que impida una intervención militar extranjera, una guerra civil y que conduzca todo por las vías diplomáticas. Lo del Grupo de Contacto de la Unión Europea nos parece una situación completamente injerencista. Hubiésemos querido en México encontrar un lugar común pero no lo hay con estas posiciones tan extremas. Ningún extranjero tiene derecho a decidir sobre la voluntad soberana, ese el punto principal.
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