Luis Almagro, secretario general de la OEA: “Los venezolanos deben recurrir a la desobediencia civil frente a la dictadura”

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Por Natasha Niebieskikwiat¿Qué conclusiones tiene de la conferencia humanitaria sobre Venezuela que se acaba de realizar en la OEA?

-Que el compromiso con la solidaridad internacional como principio fundador de la Organización es más relevante que nunca frente al desafío de la redemocratización de Venezuela, y de proteger a un pueblo que esta viviendo una crisis humanitaria sin precedentes en el continente. Los US$ 100 millones recaudados así lo ejemplifican. Somos capaces de dar respuesta frente a las omisiones y agresiones del régimen contra su propia población. No solo contra la represión, persecución política, asesinatos y tortura, sino también respecto a la manera mas genocida que tiene la dictadura usurpadora de reprimir y oprimir través del hambre y las enfermedades.

¿Por qué no participó al final Juan Guaidó con un video o una aparición? ¿Qué pasó? Algunos fueron críticos de esa ausencia..

-Nosotros estamos muy reconocidos a los esfuerzos que hizo el Presidente Encargado para participar, así como por el envío luego un audio de reconocimiento y agradecimiento. Durante la conferencia hubo algunas dificultades técnicas con la conexión remota y, lo peor de todo, un considerable atraso en la consideración del orden del día, que complicaron la posibilidad de su participación directa. Definitivamente eso no fue culpa suya.

¿Cómo cree que va a ser la operatividad de la ayuda humanitaria que dice Guaidó se comenzará a recibir el 23 de febrero, cuando en realidad Maduro ha bloqueado sus accesos.

-Indudablemente no le debo contestar esa parte operativa, a no ser que Usted quiera que ayudemos de alguna forma hoy a Maduro a reprimir. El concepto es el siguiente: es el pueblo que debe ayudar a llevar la ayuda humanitaria a donde tiene que llegar. Los venezolanos deben de seguir principios gandhianos, deben de hacer desobediencia civil, romper con las prohibiciones de la dictadura. Desbordar a la dictadura de tal forma que las fuerzas militares no puedan resistirse a la movilización de la gente. Obviamente que cuidando a la gente.

¿Cómo va seguir actuando la OEA de ahora en más?

-Fundamentalmente apoyaremos el proceso de transición democrática comenzado por el Presidente Encargado Juan Guaidó. Ese es un camino por la democracia hacia la democracia. Asimismo, la Secretaria General continuará trabajando por la reconstrucción de la democracia en Venezuela como hemos hecho hasta ahora. Atendiendo todos los frentes, todas las fuentes de sufrimiento humano y denunciando cada violación de los derechos humanos y cada atentado contra las instituciones. Hemos producido cinco informes desde la declaración de la alteración del orden constitucional adheridos a los principios del sistema interamericano, del derecho interamericano, sin excusas. La OEA tiene ya tres resoluciones claves que han marcado el camino: la Resolución 1078 que declara la alteración del orden constitucional; la Resolución 2929 de la Asamblea General que declara la ilegitimidad de las elecciones del 20 de mayo de 2018; y la Resolución 1117 que declara la ilegitimidad del gobierno de Maduro. La OEA debe de continuar en el camino del restablecimiento de los derechos humanos y la democracia para Venezuela.

¿Por qué cree que sigue resistiendo tanto el régimen de Maduro habiendo tantos países que no lo reconocen, habiéndosele bloqueado cuentas, con marchas a diario. ¿El fenómeno es o excede el apoyo militar?

-Son delincuentes atrincherados. Violadores de derechos humanos y ejecutantes de crímenes de lesa humanidad atrincherados. Narcotraficantes atrincherados. Y a eso se agregan 22.000 cubanos por delante realizando tareas de inteligencia y represión, entre otras.

¿Cuál es el plan en la OEA para el día después de la caída de Maduro?

-Seguir trabajando por la re democratización de Venezuela. Desde los mecanismos de observación electoral durante la celebración de unas elecciones realmente legítimas, pasando por el apoyo y la cooperación técnica en materia de reconstrucción de la institucionalidad democrática, el estado de derecho, así como los mecanismos de rendición de cuentas y transparencia para evitar volver a caer en las redes de la corrupción y crimen organizado.

¿Le duele que el Frente Amplio lo haya expulsado por sugerir una intervención armada en Venezuela?

-Es la crónica de un divorcio largamente anunciado. La posición del Frente Amplio respecto a la situación en Venezuela y Cuba es diametralmente opuesta al sistema de principios y valores de democracia y derechos humanos que yo defiendo. El Frente Amplio ha caído en el mismo error que muchas corporaciones que actúan por intereses y no por valores, han perdido el sentido de humanidad, que es la única protección que tenemos contra la injusticia y su peor expresión, la impunidad. No puedo pertenecer a una organización que asume esas posiciones; así lo dije antes que todo eso ocurriera y de hecho ni ocupaba cargo alguno, ni militaba cuando se realizó esa farsa. Es decir, no sé de donde me echaron. En cuanto a la excusa utilizada por el Frente Amplio para abrir ese proceso, es una falsedad más como el resto de la parodia que constituyó el mismo.

¿Todavía sostiene que la intervención armada es un camino posible? Países como Argentina no lo acompañan.

-Reitero lo que ya dije: No, intervención militar no. Nosotros hemos hablado de opciones conforme al Derecho Internacional y específicamente nos hemos referido a sanciones, implementar medidas conforme a la justicia internacional en temas de narcotráfico, crímenes de lesa humanidad, violación de derechos humanos y corrupción y hemos hablado de Responsabilidad de Proteger. Reiteramos la necesidad de mantener abiertos cada uno de estos cursos de acción. He repetido mil veces esto. Se lo repito a Usted para ver si la próxima vez por lo menos Usted personalmente esté informada, aunque no tengo ninguna esperanza de desterrar la narrativa de mala fe que se ha instalado al respecto.

¿Cree que con la declaración conjunta de Tabaré Vázquez y Mauricio Macri en Uruguay empezó a cerrarse la grieta abierta por la posición favorable al régimen chavista del Frente Amplio?

-Lo importante es que estamos en la misma página con los firmantes respecto a elecciones democráticas y con observación internacional. Obviamente que la persona que puede garantizar ese proceso es el Presidente Encargado Juan Guaidó y un nuevo Consejo Nacional Electoral. No es de mi competencia si esto cierra o abre grietas en ningún partido político.

¿Se va a postular para tener un nuevo mandato en la OEA?

-Sí, acepté la presentación de mi candidatura para un nuevo periodo.

¿Coincide con la idea de que la calidad democrática en el mundo se ha deteriorado al tiempo que es mayor la violación de los derechos humanos? ¿Cómo esta esa medida hoy en América?

-La situación es mucho mejor hoy. El peor momento es cuando se pretendía que estaba todo bien mientras la corrupción de Odebrecht y del régimen bolivariano andaban rampantes por el continente y se erosionaba la democracia de muchas formas. Eso se terminó. Hoy la sociedad civil, los ciudadanos, están mucho mas empoderados y juegan un rol decisivo en las denuncias de malas prácticas, así como en la búsqueda de soluciones. Así como la comunidad hemisférica, sea OEA o el Grupo de Lima está mucho mas atenta y activa al respecto. Los países del hemisferio coincidieron en la necesidad de proteger y respetar solidariamente esos principios, valores y derechos en el sistema interamericano. Por eso es que la protección solidaria de los bienes comunes es un imperativo permanente, y es ese el principal rol y objetivo de nuestra organización.

En el reciente foro que organizaron sobre Cuba en la OEA, opositores al castrismo coincidieron en que la isla no respeta los principios de la Carta Democrática adoptada en 2001 ¿En qué situación se encuentra hoy la isla dentro del organismo?

-Está suspendida. Con la posibilidad de ser readmitida si puede internalizar y dar cumplimiento a la Carta de la OEA, a la Carta Democrática Interamericana y a las Convenciones de Derechos Humanos. Es decir, deberá democratizarse antes.

Cuba fue incorporada a la esfera de las cumbres de las Américas, ¿ha cambiado algo con ello?

-La Cumbre de las Américas es la única instancia de máximo nivel en la cual están representados todos los países del continente. La posibilidad de abrir un espacio de interlocución entre las máximas autoridades de los países de la región muestra resultados en la medida que esas autoridades tengan voluntad política de entenderse y avanzar en algún sentido. Sin voluntad política o un compromiso real con los principios y valores del sistema, es imposible esperar resultados.

¿Qué piensa del gobierno de Miguel Díaz Canel? ¿Qué relación tiene con el organismo?

-Miguel Díaz Canel es un eslabón más de un régimen dictatorial-hereditario. Es hoy la personificación de segunda línea de la dictadura jinetera seudo revolucionaria. En la primera línea siguen Raúl Castro, Ramiro Valdez y Machado Ventura.

Con respecto a Nicaragua, usted pidió la aplicación de la Carta Interamericana , ¿pero qué han hecho los nicaragüenses y qué ha hecho el organismo para aplacar la represión?

-Firmamos tres acuerdos con el objetivo de evitar y/o denunciar las violaciones de derechos humanos, se logró la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se firmó el acuerdo para la instalación del MESENI y del GIEI (mecanismo y grupo de seguimiento de la situación). Se ha continuado denunciando violaciones de derechos humanos desde adentro y desde afuera. Comenzamos el proceso de aplicación de la Carta Democrática y el mismo ya esta en la fase de evaluación colectiva de los Estados. Se han realizado misiones, incluso una esta semana, con objetivos claros al respecto. La OEA continúa trabajando para resolver la horrible situación de crisis que vive el país centroamericano.

Un ajedrecista que hizo de Venezuela su cruzada

Luis Almagro, “El Oso”, solía jugar bastante al ajedrez en su adolescencia. Se dice que era incluso mejor que su hermano, quien llegó a competir en las ligas nacionales de Uruguay. La imagen que tiene él de sí mismo de aquella práctica, es la de que era “muy bueno”. La estrategia es un modo en el que piensa permanentemente quién al llegar a la secretaría general de la Organización de Estados Americanos, en mayo de 2015 inició una jugada por la que se le sigue identificando hoy: levantó fuertemente el perfil del organismo regional en el que Estados Unidos tiene fuerte presencia, y que estaba adormecido; y por otro lado, encabezó una cruzada para apretar, presionar y aislar al régimen de Nicolás Maduro.

Fue un giro individual al principio, y radical si se lo compara con la misión del chileno José Miguel Insulza, pero al que también pronto se le fue sumando la nueva ola de presidentes en Sudamérica, Mauricio Macri en Argentina; Michel Temer, en Brasil; Horacio Cartes, en Paraguay. Todos menos los mandatarios de Uruguay, su tierra, adonde Almagro no sólo encontró las mayores resistencia y fuente de críticas. Fue la izquierda uruguaya, en principio el MPP con el que acompañó a su ex amigo José Mujica el que lo apartó. Y este año, tras declaraciones por las que lo acusaron de fomentar una intervención armada contra el país caribeño el Frente Amplio lo expulsó de su seno.

Nacido en Cerro Chato, Paysandú en 1963, vivió en el campo hasta los 12 años, en un hogar con importantes dificultades económicas, y sin embargo llegó a la universidad , donde se recibió como abogado para luego seguir la carrera diplomática, y después la política. Almagro inició su cruzada contra Maduro, a quien enfrentó en persona llamando al delfín de Hugo Chávez “dictadorzuelo”. Una línea de filosofía política que apunta, siempre dice, a “promover la democracia y los derechos humanos”. De carácter fuerte, y palabras directas, su posición sobre Venezuela le ha valido entre la izquierda regional acusaciones de ser un “lacayo” de los Estados Unidos, de la CIA, de la derecha, del imperialismo. Todos motes que surgen de la propia fuerza donde militó durante años –aunque también militó en el Partido Nacional- y a la que ha sorprendido con sus respuestas a las críticas. Sin embargo, quienes lo conocen afirman que Almagro no ha cambiado y que siempre pensó en esa línea. Su mandato, sin dudas, llevará siempre la marca de agua contra la Venezuela chavista, aunque también viene presionando fuerte a Nicaragua, y en distinto nivel, a Cuba.

“Hola, yo soy Luis Almagro Lemes, para servirle a usted, al Partido Nacional y al Club Nacional de Futbol”. Así se presentaba durante años. Entre los datos más curiosos de su vida destacan que es políglota, ávido lector, padre de siete hijos, nacidos en distintas capitales, en Montevideo, en Teherán, en Pretoria, en Berlín y en Beijing. Se considera un “vegetariano por convicción”, hábito que adoptó siendo embajador en China (2007-2010), aunque afirma que siempre sintió aversión a que maten animales. Contó él mismo también que le dicen El Oso desde bebé, porque su papá al nacer dijo que superaba lo más lindo que había visto hasta entonces, un oso panda. Su segunda esposa es la diplomática sudafricana Marianne Birkolts, con la que se comunica en inglés.

Itinerario

Luis Leonardo Almagro Lemes nació el 1 de junio de 1963 en Cerro Chato, una pequeña población rural de Uruguay. Se recibió de abogado en la Universidad de la República, en Montevideo. Fue diplomático durante 23 años. Militó en el Partido Nacional, de tendencia liberal, hasta que se sumó a José “Pepe” Mujica de quien fue asesor y compañero en el MPP-Frente Amplio. Al llegar al poder, Mujica lo nombró su ministro de Relaciones Exteriores, cargo que ejerció entre 2010 y 2015. Fue electo senador en los comicios de 2014, pero decidió postularse en la candidatura por la secretaría general de la OEA, a la que fue electo en marzo de 2015.

Clarín


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