Colombia: 90 años del nacimiento del cura guerrillero Camilo Torres

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El 3 de febrero de 1929 nació el sacerdote, sociólogo y guerrillero Jorge Camilo Torres Restrepo en la ciudad de Bogotá, hijo del médico Calixto Torres Umaña e Isabel Restrepo Gaviria.

Camilo vivió algunos años de su vida en Europa entre 1931 y 1934, en 1937 tras el divorcio de sus padres, él y su familia se devolvieron a vivir en Bogotá.

Camilo Torres conocido como el cura guerrillero, es pionero de la teología de la liberación, asegurando así la continuidad y el vigor de la presencia cristiana y católica en la lucha contra las democracias capitalistas americanas tras el freno a la expansión de la «revolución latinoamericana» y la implementación de las dictaduras en varios países del continente.

Torres ha sido y es un referente mundial de cómo entender de manera distinta el ejercicio sacerdotal, siendo ejemplo en múltiples experiencias similares como la del llamado “grupo de Golconda” liderado por monseñor Gerardo Valencia Cano, vicario apostólico de Buenaventura.

Recibió la influencia de la Democracia Cristiana, del sindicalismo cristiano y de las teorías sociológicas en boga, y se aproximó tímidamente, al marxismo, postulados e ideologías que lo llevaron a tomar la senda que nunca abandonó: la de los oprimidos, con el ideal de llevar con ellos una vida comunitaria, compartiendo sus tareas y esfuerzos.

En 1960 junto a Orlando Fals Borda, creó en la Universidad Nacional la carrera de Sociología, de los que ambos fueron profesores y en el escenario universitario fundó el Movimiento Universitario de Promoción Comunal (MUNIPROC), y adelantó acciones sociales en barrios populares y obreros de Bogotá, como Tunjuelito.

Participó en Lima en el Segundo Congreso Bolivariano de desarrollo de la comunidad y a su regreso viajó clandestinamente a Santander donde se reunió con Fabio Vázquez Castaño, comandante del Ejército de Liberación Nacional –ELN-, quien le encomendó una “comisión” en la ciudad, en la que debía seguir su programa de agitación política con el Frente Unido, hasta el momento en el que fuera requerido a incorporarse a filas de dicha guerrilla.

El sacerdote sociólogo terminó sus días como guerrillero, legó a la historia y a la humanidad sus profundas concepciones humanistas sobre un amor eficaz, capaz de llegar hasta las últimas instancias en defensa de los pobres y sus derechos, bajo la firme convicción que el deber de todo cristiano era hacer la revolución, y más en las condiciones concretas de dicho momento histórico, que según Camilo hacían apremiante y necesaria la toma de las armas, una vez las instancias legales estaban agotadas.

Torres y sus propuestas de unidad quedaron materializadas en sus esfuerzos por construir un movimiento amplio de masas que recogiera a diversos sectores de la población, en donde primaran los intereses comunes y la búsqueda de la revolución, por encima de las diferencias étnicas, políticas y religiosas.

El 15 de febrero de 1966, en Patio Cemento, Santander, cayó muerto en su primer enfrentamiento con las fuerzas del ejército colombiano. Su cuerpo fue recogido por el ejército, y sepultado en algún lugar clandestino, razón por la que se desconoce hoy el paradero de sus restos, pese a las reiteradas peticiones de su madre Isabel Restrepo.

En el marco de la conmemoración de los 50 años de la muerte de Camilo Torres, el gobierno colombiano ordeno la búsqueda de los restos del revolucionario colombiano, tras las reiteradas exigencias de diversas personas del movimiento social.

Colombia Informa

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