Caso Catrillanca: fiscalía chilena no autorizó una nueva autopsia
No habrá exhumación: Fiscalía no autoriza nueva autopsia de Camilo Catrillanca
El fiscal Roberto Garrido, a cargo de investigar el homicidio del joven mapuche Camilo Catrillanca Marín (24) el pasado 14 de noviembre, informó a la defensa del sargento Raúl Ávila la determinación del Ministerio Público de no autorizar la segunda autopsia requerida del cadáver del comunero.
La solicitud había sido realizada, como publicó La Tercera PM, el pasado 24 de enero por el abogado Javier Jara, representante legal de tres de los involucrados en el crimen –Ávila, Sepúlveda y el cabo Braulio Valenzuela- quien, tras la recomendación del perito tanatólogo, Luis Ravanal Zepeda en su informe denominado Observaciones Preliminares al Informe de Autopsia, planteó la necesidad de una segunda opinión, posibilidad que desde un inicio fue resistida por el padre de la víctima Marcelo Catrillanca, que consideraba que la medida constituía una falta de respeto.
Hoy Jara confirmó que la Fiscalía le oficializó la determinación del “rechazo de la diligencia solicitada porque estiman que no está justificado el requerimiento. Como defensa no descartamos realizar la petición directamente en tribunales, toda vez que consideramos relevante establecer como fue exactamente el impacto balístico en la cabeza que le provocó la muerte al señor Catrillanca. Esto afecta directamente al imputado Carlos Alarcón, que no es mi defendido, pero sí se logra establecer que en el autor del disparo no hubo dolo, ello incide en la situación de mi representado, Raúl Ávila, toda vez que también se descartaría dolo de su parte”.
El informe de Ravanal
La petición de exhumación del cuerpo de Catrillanca, se basó en un documento de Ravanal Zepeda, médico forense, que fue requerido por la defensa de los Gope y que detalló que “dadas las características del tipo de proyectil utilizado (al cual me refiero en el informe pericial), que correspondería una proyectil encamisado calibre 5,56 de alta velocidad, este puede fragmentarse previo al ingreso en cráneo al contacto con el cuero cabelludo cuando ha sufrido una deformación previa con cambio de trayecto (rebote), tras un impacto con algún elemento que se interpone deformando al proyectil, que ingresa a cráneo siguiendo un patrón de desplazamiento errático, lo que explicaría la fragmentación parcial al contacto con el cuero cabelludo y superficie externa del cráneo”.
El análisis concluyó que “en base a las consideraciones precedentes, no es posible excluir dentro del análisis diferencial, que el disparo que causa las lesiones mortales craneoencefálicas pueda corresponder al denominado impacto por rebote” y advierte que “en el informe de autopsia se señala que el proyectil habría seguido un trayecto lineal a su paso a través de las estructuras encefálicas, generando un efecto explosivo que determina fracturas múltiples en los huesos del cráneo a predomino izquierdo, sin embargo, esta apreciación es contradictoria y no se valida a la luz de los registros fotográficos y descripciones autopsicas”.
Sin embargo, un informe de avance de la Policía de Investigaciones estableció, en concordancia con la autopsia oficial, que el proyectil percutido por Alarcón no experimentó un cambió de dirección, aunque sí rozó en una goma adosada al tractor. “Y al impactar una amarra de goma, de manera de poder establecer la disipación de velocidad y consiguiente disminución de energía (…) Esto podría explicar el comportamiento del proyectil al impactar la cabeza de Camilo Catrillanca, sumado a que el proyectil balístico al impactar una goma, si bien no habría cambiado notoriamente de trayectoria considerando la distancia que existe entre la amarra y la cabeza, sí es posible que haya cambiado la estabilidad del mismo, lo que habría provocado que el proyectil haya impactado el cuero cabelludo con la punta desplazada de su eje giroscópico”, consigna este análisis.
La muerte y las mentiras
A las 18.14 horas del miércoles 14 de noviembre, se constató en el Centro de Salud Familiar de Ercilla la muerte de Catrillanca Marín. El informe forense reveló que la bala que mató a Camilo siguió “una trayectoria rectilínea de 16 cm” que provocó “fracturas de cráneo, laceraciones de meninges, contusiones y laceraciones del encéfalo y hemorragia subaracnoidea”. La lesión, concluye era de “imposible sobrevida”.
Horas antes, el joven mapuche había conducido un tractor junto al menor M.A.P.C en Temucuicui cuando, en camino hacia la casa de su madre -en la búsqueda de ingredientes para una celebración que nunca se concretó- se encontró con un contingente del Gope que participaba de un operativo posterior a un robo de vehículos de profesoras en el sector. En esas circunstancias, recibió un proyectil en la nuca desde el arma del sargento Alarcón.
Su muerte intentó ser disfrazada de un enfrentamiento: había cruzado, supuestamente, una línea de fuego que luego se supo que nunca existió. Lo sí es real, y figura en la carpeta de la investigación, y en el video entregado por el suboficial Patricio Sepúlveda –que reveló Chilevisión y La Tercera PM– es la grabación de instrucciones de los helicópteros involucrados en los hechos que mencionan que al parecer los sospechosos del robo se encontrarían en un tractor. También se escucha que Alarcón da un aviso de alto, tras lo cual dispara 8 veces. Ávila percuta su arma 4 veces.
El cúmulo de mentiras sobre el fallecimiento de Catrillanca Marín aún se sostenían como la verdad oficial cuando el 17 de noviembre, en un predio de Temucuicui, más de 3 mil personas despidieron sus restos. El día después del funeral, el Gobierno informó de la falsedad del enfrentamiento y tras ello recién se comenzó a revelar qué había ocurrido.
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