Maduro, ilegítimo y aislado – La Nación, Argentina
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
El Grupo de Lima (GL), representación de más de una decena de países que busca una salida pacífica para la dramática situación venezolana, anunció que no reconocerá la legitimidad del nuevo gobierno, al tiempo que exige al dictador que entregue el poder a la Asamblea Nacional mientras se convoca a nuevas elecciones. Se basan en que el sucesor de Chávez obtuvo una cuestionada e ilegítima victoria el 20 de mayo de 2018.
El texto habla de usurpación de las competencias y facultades legislativas de la Asamblea Nacional, «lo cual ratifica la ruptura del orden democrático y constitucional en Venezuela». Manifestó también que «la solución a la crisis política de Venezuela corresponde a los venezolanos», y sostuvo que continuará impulsando las iniciativas de la OEA y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU «para coadyuvar al restablecimiento del orden democrático y el respeto de los derechos humanos».
Además, los representantes diplomáticos de la Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía dispusieron que sus países iniciarán un bloqueo político, migratorio y financiero a los dirigentes del régimen de Maduro. México fue el único de los 14 países que integran el GL que no firmó la declaración.
Por su parte, Uruguay accedió a enviar representantes a la jura, en medio de fuertes críticas opositoras.
Venezuela enfrenta, una vez más, horas aciagas. Su sociedad ha venido padeciendo una terrible degradación de sus instituciones, de su seguridad y de su ya destruida economía, obligando a millones a emigrar.
El desgaste del régimen es tan alto como impopular, y su fracasado modelo económico y social solo se sostiene en el poder por la lealtad de una cúpula militar con fuerte presencia castrista, que impone el terror desde el Estado.
Si bien parece poco probable que la presión internacional ejercida a través del Grupo de Lima produzca efectos inmediatos, es de esperar al menos que Maduro y sus secuaces tomen nota del aislamiento al que serán confinados.
Es de creer también que la comunidad internacional no ceje en su esfuerzo por acompañar al sojuzgado pueblo venezolano en su justo reclamo de libertad.