Jorge Arreaza, canciller venezolano: «Los del Grupo de Lima son gobiernos sicarios»

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Entrevista al canciller de Venezuela Jorge Arreaza

Por Gustavo Sylvestre, David Cufré y Pedro Brieger

Nicolás Maduro asumió el 10 de enero de 2019 su segundo mandato como presidente de Venezuela, que se extenderá hasta 2025. Sin embargo, el secretario general de la OEA Luis Almagro y varios de los países alineados en el Grupo de Lima llaman a desconocer su mandato. Por otra parte reconocen a la Asamblea Nacional (de mayoría opositora) como único organismo legítimo.

Se está hablando mucho de Venezuela ante el nuevo mandato del presidente Nicolás Maduro y el rechazo que ha generado en los países del Grupo de Lima instando a un gobierno paralelo en el país. ¿Cómo lo están observando, cómo lo están viviendo y cuál es la reflexión que hace el gobierno sobre esta situación?

Este es un plan que se ha venido desarrollando a lo largo de los últimos años. El año pasado hubo partidos que no se inscribieron y no se registraron en las elecciones, hubo gobiernos que desconocieron las elecciones desde antes que se realizaran y lo que estaban buscando era este momento. Es un guión para un golpe de Estado que ha sido continuado desde 2002 en Venezuela pero que está en esta nueva fase que es la del desconocimiento al gobierno y al mandato legítimo que el pueblo de Venezuela le ha dado a Nicolás Maduro en elecciones libres y transparentes. Así, desconociendo de antemano y llamando fraudulentas a unas elecciones antes que se realizaran, ahora pretenden desconocer el mandato popular del presidente.

Es parte del plan, nosotros estamos acostumbrados a esta guerra que tiene distintas intensidades pero que es permanente. Lo que nosotros tenemos que entender, y que los pueblos del mundo entiendan, es que aquí hay un gobierno y unas instituciones, que hay cinco poderes públicos y que nosotros vamos a seguir adelante por nuestra obligación y nuestro deber que es procurar el cambio de modelo y la felicidad del pueblo de Venezuela.

El 15 de enero de 2019 algunos diarios de Argentina dan cuenta del creciente apoyo de Rusia al gobierno de Maduro. ¿Hay un nuevo realineamiento y Rusia aparece fuerte en el apoyo al gobierno de Venezuela?

Las relaciones con Moscú han sido extraordinarias desde hace casi 15 o 16 años cuando el comandante Hugo Chávez vio la necesidad de construir un mundo multipolar y apuntó hacia Rusia, hacia China y hacia India. Esas relaciones lo que hicieron es profundizar este momento en el cual es tan notable y tan evidente cómo se trata de una confabulación de los Estados Unidos y de sus gobiernos satélites. Lamentablemente hay que incluir a Argentina cuando hablamos de gobiernos satélites para desconocer a un gobierno soberano que además propone alternativas a la organización social, a la organización económica y a la visión del mundo.

Rusia es muy clara y ante este intento de acorralamiento de un pueblo o de un gobierno responde con mucha dignidad y nosotros le agradecemos no solo a Rusia sino a todos los pueblos y gobiernos del mundo que extienden la mano al pueblo venezolano en estos momentos de intentos de asedio.

¿Cómo han tomado la posición del gobierno argentino y el presidente Macri que incluso lo llamó dictador a Maduro vía twitter y quitó la representación allí en Caracas?

Cualquiera de estos gobiernos del autodenominado Grupo de Lima que están “cartelizados” con el objetivo de agredir a Venezuela tiene poca importancia porque nosotros preferimos más bien hablar con los dueños del circo y referirnos a ellos que son los que emiten el guión, los que emiten las órdenes, los que se conectan vía videoconferencia con estos gobiernos cuando están reunidos o los que van a ser los anfitriones de la próxima reunión.

De manera que son gobiernos que están sometidos y que están siguiendo un guión profundamente anti socialista y profundamente discriminadores. Son gobiernos sicarios, lamento mucho la condena a la luchadora Milagro Sala allí en Argentina pero es la expresión, son gobiernos que llegan al poder para liquidar a la izquierda, para liquidar en el caso argentino al kirchnerismo y a lo que se construyó durante esos años en los gobiernos populares. De esta forma llegan en otros países para liquidar lo que hubo y para imponer el modelo estadounidense por vía de la adaptación a cada uno de nuestros países. Esas son cosas lamentables pero hay que tener muy claro cuáles son los actores, cuáles son sus roles, cuál es su papel en este plan contra Venezuela y continuar. No es engancharse con un gobierno particular sino continuar avanzando.

En Venezuela hay una situación muy particular también porque hay una Asamblea Nacional que fue electa en diciembre de 2015 donde la oposición tiene la mayoría que convive con un gobierno y con un presidente de otro signo. ¿Cómo se convive política y jurídicamente en Venezuela con instituciones contrapuestas?

En Venezuela más que un conflicto de poderes, como se ha querido decir, hay un poder en conflicto con los otros. La burguesía venezolana se hizo de la Asamblea Nacional en 2015 y desde que comenzaron en 2016, lo poco que legislaron lo hicieron contra el pueblo. Además comenzaron a desobedecer los dictámenes del Tribunal Supremo de Justicia y se pusieron al margen de la legalidad del país. Esto comenzó porque el primer presidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup le dio seis meses al gobierno de Maduro porque ellos lo iban a derrocar. Luego, el expresidente de la Asamblea Nacional Julio Borges también tuvo un plan golpista y ahora este otro muchacho, que pocas personas se saben su nombre, inmediatamente salió en contra de Maduro. En vez de legislar, en vez de hacer leyes con y para el pueblo, en vez de buscar los problemas, el sufrimiento y la generosidad de un pueblo para construir con él, lo que hace la Asamblea Nacional es tratar de derrocar al poder ejecutivo pues evidentemente complica la coexistencia y la convivencia. Sin embargo, hay institucionalidad en Venezuela, hay una constitución y el resto de los poderes han equilibrado la situación política en Venezuela. Nuestro llamado a la Asamblea Nacional siempre ha sido “respeten el resto de los poderes, respeten los dictámenes del Tribunal Supremo de Justicia, entren en la legalidad y podremos nosotros coexistir y hasta convivir de manera armónica en Venezuela”. Aun así, ellos han decidido la vía del atajo, la vía del golpismo y tratar de salir de Maduro apurado por las órdenes que le dan desde Washington.

En cuanto a la situación económica en Venezuela, se ven los índices de inflación muy altos y caída de la actividad muy fuerte. ¿Cómo incide la cuestión política y qué responsabilidad tiene el gobierno en esa situación?

La economía es nuestro principal desafío desde 2015 cuando los precios del petróleo se desplomaron. El desplome no fue algo del mercado sino que fue algo intencional, una sobreproducción de Estados Unidos para atacar a economías como la venezolana, la rusa y la iraní, para luego llegar al bloqueo. A mí como canciller me cuesta un mundo que el salario de nuestros embajadores y nuestros funcionarios llegue a destino, pero ese es un pequeño detalle. Uno manda los recursos y cualquier banco internacional se niega a trabajar con Venezuela. Eso nos ocurre con la medicina, con los alimentos y con nuestros compromisos.

¿O sea que hay un bloqueo para importar medicamentos y alimentos en Venezuela?

Hay un bloqueo para usar los mecanismos financieros y eso se traduce en absolutamente todas las transacciones de compra y venta, de pagos y de cualquier cosa que queramos hacer. Rusia y Turquía nos han ayudado en este sentido pero no es fácil construir las rutas alternas.

Venezuela es una economía bajo asedio y es bueno que sepan que en el país el tipo de cambio no lo marca el Banco Central o el Ministerio de Finanzas sino que lo marcan páginas web en Miami y que hay un tipo de cambio criminal entre el bolívar y el euro o el dólar. Por ejemplo, el día antes de la toma de posesión del presidente Maduro el  cambio estaba “mil y tanto”, y al día siguiente amaneció en “dos mil y tanto”. O sea, se multiplicó por cien bajo ninguna lógica de economía y ninguna ley que la rija. Eso inmediatamente se traduce en los precios porque la hegemonía comercial y económica en Venezuela sigue en manos de la burguesía y el capital.

Es un sufrimiento inducido para el pueblo. Nosotros asumimos los errores que haya que asumir, no logramos todavía que el plan de crecimiento económico, social y prosperidad que el presidente está desarrollando logre dar con la clave porque además es como un monstruo que muta. Es difícil porque tomamos medidas que deberían dar un resultado y resulta que tienen otros debido a que hay un gran componente exógeno e internacional. Pero el pueblo de Venezuela sabe que solo nosotros podemos darle respuestas a ese problema, que aquí no va a llegar un gobierno por vía de la fuerza a privatizar los servicios, a privatizar la vida de los venezolanos, su educación, su salud y su futuro. El desafío que tenemos en este momento es hallar junto al pueblo la solución a este problema a pesar de la agresión internacional y a pesar de cualquier tipo de medida no adecuada que se haya tomado.

* La entrevista en su formato original fue realizada por los periodistas Gustavo Sylvestre, David Cufré y Pedro Brieger en el programa «Manaña Sylvestre» de Radio 10, Argentina, el 15 de enero de 2018″


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