El Salvador – Hugo Martínez, candidato a presidente por el FMLN: “Mi apuesta es contribuir a la unidad latinoamericana”

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Contexto de Nodal
Este 3 de febrero se realizarán las elecciones presidenciales en El Salvador. El FMLN, con el excanciller Hugo Martínez como candidato, aparece con mucha debilidad después de casi una década en el gobierno. El favorito según los sondeos es el empresario Nayib Bukele (por el partido GANA), exalcalde de San Salvador por el FMLN antes de su expulsión en 2017. El tradicional partido de derecha ARENA presentará al también empresario Carlos Calleja y la alianza VAMOS a Josué Alvarado. Si ningún candidato supera el 50% de los votos habrá una segunda vuelta el 10 de marzo. Podrán votar unas 5,2 millones de personas y hay casi 6 mil habilitadas en el exterior.

Por Carla Perelló, de la redacción de NODAL.

Hugo Martínez llega como candidato a la presidencia por el FMLN tras haberle ganado las internas a Gerson Martínez en mayo del año pasado. Fue dirigente estudiantil del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y es ingeniero. Además, fue diputado por el departamento de San Salvador (2003-2009) y canciller durante dos periodos (2009-2013 y 2014-2018), cuando dejó su cargo para emprender la campaña. En esta entrevista con NODAL cuenta sus planes de gobierno y recorre los temas más trascendentes de la región.

¿Qué significan estas elecciones para América Latina?

En primer lugar, El Salvador es una de las democracias más jóvenes que se ha ido consolidando, no hemos tenido mayores sobresaltos. No puedo decir lo mismo de nuestros vecinos que han estado atravesando algunos problemas, algunas crisis. Nuestro país ha sido políticamente estable y mi apuesta es que estas elecciones garanticen una mayor estabilidad y que esa estabilidad pueda contribuir a la unidad y a la estabilidad de Centroamérica como subregión y de Latinoamérica como región.

¿Cuál es su visión sobre la situación en Venezuela?

Mi planteamiento es que los países no tenemos que echarle más leña al fuego. No creo que contribuyamos a resolver la situación si nos ponemos a dividir el mundo entre países que apoyan a un presidente y otros que apoyan a un Congreso. Debemos ayudar a los venezolanos a que resuelvan sus problemas entre ellos. Yo fui de la comisión de cancilleres que ayudó a arreglar el problema de la crisis constitucional en Honduras y se logró exitosamente. De la misma manera, creo que deberíamos hacer para ayudar a los venezolanos que son hermanos entre ellos, los del gobierno y los de la oposición, y nos digan claramente cómo va a gestionarse la institucionalidad en Venezuela. Nuestros esfuerzos deberían estar en buscar una mediación adecuada, sin el uso de la fuerza ni de la represión o la violencia. El Salvador lleva un ejemplo de cómo se puede resolver un conflicto, que ya era un conflicto armado, con la mediación adecuada. Es un ejemplo, también, de cómo estuvimos en una guerra de 12 años: cada quien quería imponer por la fuerza su visión, nadie lo logró y tuvimos más de 75 mil muertos. Así que nosotros sí hemos aprendido en la práctica que lo mejor es el diálogo respetuoso, de los derechos humanos y que no se use la violencia como mecanismo para resolver una diferencia o un conflicto social.

El año pasado su gobierno ha tomado la decisión, junto con otros, de romper relaciones con Taiwán y restablecerlas con China. ¿Cuál es su evaluación al respecto?

Esa es una decisión que era prácticamente inminente, no quedaba mucho margen de maniobra. Siempre insistí como canciller en que ambos lados del estrecho de Taiwán deberían arreglar las cosas entre ellos y no ponernos en la situación de elegir. El gobierno tomó la decisión en un momento en el cual la mayoría de los países estaban trasladando sus relaciones hacia la República Popular China, que es la segunda economía a nivel mundial y puede llegar a ser la primera. Fue en un momento en el que China ofreció a través de la relación con la Celac (N de R: Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) una serie de recursos en cooperación para infraestructura y otros proyectos de tal suerte. Nuestro país no podía quedarse aislado. De hecho, siempre insistimos en sostener una relación con ambos, pero como su posición es que si se abren relaciones con uno automáticamente se rompen con otro, pues, lamentablemente ya no se tiene una relación diplomática con Taiwán, claro que sigue habiendo relaciones comerciales, de cooperación y demás.

Sin embargo, esto significó una respuesta por parte de Estados Unidos…

Estados Unidos dio unas declaraciones, llamó a los embajadores de Dominicana, Panamá y El Salvador a consultas sobre el tema, pero más me parece a mí que una señal para estos países era una señal para otros países que estaban negociando el restablecimiento con la República Popular China. La verdad es que si EEUU restableció sus relaciones hace 40 años, ¿por qué algo que ellos consideraron bueno no puede ser bueno para nosotros?

¿Cuáles son los ejes más importantes de su plan de gobierno?

Nuestro plan de gobierno comprende seis pilares fundamentales: seguridad, generación de empleo y crecimiento económico, educación, salud, trabajo para los salvadoreños en el exterior y protección del medioambiente. Abarca todas las etapas de la vida, pero dos son las poblaciones prioritarias: juventud y mujeres. En caso de la juventud, hemos hecho un planteamiento para la generación de empleo a través de los polos de desarrollo, que lo que hacen es acercar las oportunidades a sus comunidades aprovechando las potencialidades de cada una de ellas, que pueden ser turísticas, agroindustriales, agrícolas o de comercio. Luego hemos planteado una reforma a la educación para garantizar que se descentralice, vaya a los territorios y se flexibilice, porque es muy rígida y queremos darle a las y los jóvenes una formación técnica de seis meses que les permita tener su primer empleo. En el caso de las mujeres, la primera medida es que nuestro gabinete va a estar integrado por un 50% de mujeres y 50% de varones. Además, vamos a extender a todo el país un proyecto que fue muy exitoso en varios departamentos del país que se llama Ciudad Mujer. Eso, junto con un programa de empoderamiento a través de créditos, de los centros de desarrollo infantil integral para garantizar que tengan más posibilidades, no sólo de tener igual remuneración y autonomía económica, sino también de tener a sus hijos en lugares donde se les pueda dar cuidado, educación y salud.

¿Qué lo llevó a presentarse como candidato? ¿Qué considera que está en juego en esta elección?

Yo no tenía en el radar participar y me decidí hace un año por la misma situación del país. En primer lugar, lo que está en juego es que hay una serie de programas sociales, de conquistas, que serían borradas del mapa si retrocedemos y se elige el partido que ya estuvo gobernando durante 20 años (N de R: ARENA) y que tuvo un enfoque totalmente antisolidario, neoliberal, y no podemos volver a ese pasado. Pero también producto del descontento que hay no sólo a nivel nacional sino internacional con los partidos políticos, con la forma tradicional de hacer política, ha surgido una candidatura que pienso que podría poner en peligro nuestras instituciones y nuestro sistema democrático, porque es una candidatura que se ha alimentado de los descontentos y de las inconformidades que existen, no ha hecho prácticamente propuestas. En otros países he visto cómo pasa esa candidatura a un gobierno totalitario y autoritario y yo no quiero que se destruya nuestra institucionalidad democrática que tanto nos costó construir con el Acuerdo de Paz y después. No quiero volver al pasado ni que el país se embarque en una aventura irresponsable. Quiero que se continúe con las conquistas que ya logramos, pero trabajar hacia otras nuevas, por supuesto, recuperando lo que se ha hecho bien y corrigiendo lo que se ha hecho mal. Y también debemos atrevernos a hacer cositas nuevas.

No lo ha mencionado, pero su advertencia es sobre la candidatura de Nayib Bukele, ¿cierto?

Bueno, esas son las tres opciones que hay en este momento. En realidad, surge como una candidatura antisistema, anti-instituciones y es el tipo de candidatura que ha desencadenado en gobiernos populistas o autoritarios en otras partes.

¿Por qué cree que él de alguna manera está capitalizando los votos del FMLN?

Los estuvo capitalizando en los primeros meses del año pasado, después de las elecciones legislativas y municipales, porque había gente que no estaba satisfecha con el FMLN y él se quiso presentar como una alternativa. Pero al ver las señales que él ha ido dando y al ver nuestras propuestas, la solidez de nuestros planteamientos y la independencia de mi persona como candidato, esos votantes están regresando al FMLN y por eso se ha tenido una remontada que se ha reflejado desde de diciembre.

Mencionó los Acuerdos de Paz, ¿qué importancia tienen para El Salvador?

Los acuerdos de paz pusieron fin a la dictadura en El Salvador, pusieron fin a la represión, refundaron las instituciones y fundaron nuevas, como la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, la Policía Nacional Civil y otras instituciones, para la consolidación de un proceso democrático. Ese proceso aún es joven y debemos de seguirlo fortaleciendo. Cuando estaba como canciller propuse que se trabajara en una segunda generación de acuerdos y las Naciones Unidas nos ayudaron con un equipo político y se ha trabajado durante varios meses. Ahora eso se ha dejado en espera por la campaña, pero mi idea es que, si Dios lo permite y gano las elecciones, voy a retomar ese diálogo para una segunda generación de acuerdos porque es necesario en nuestro país.

Hablaba del lugar de las mujeres, ¿por qué le parece importante tener una plataforma que las ampare? ¿Qué lugar piensa que deben tener en El Salvador como actor político?

Soy de una fuerza política que cree mucho en el empoderamiento de las mujeres y en la igualdad entre hombres y mujeres. Cuando era dirigente de las juventudes hice una alianza con las mujeres para garantizar una mayor participación y luego una mayor participación en el gobierno. A mí me parece que no sólo se trata de hacer honor al 53 por ciento de la población salvadoreña que ellas conforman, sino que es un asunto de principios y una deuda histórica que tenemos con las mujeres que se han ganado a sangre y fuego el lugar que les corresponde y muchas veces se les ha sido negado por las estructuras tradicionales que existen en nuestras sociedades. Yo voy a romper con ese esquema y voy a garantizar un mayor empoderamiento, una mayor igualdad. Por eso, estoy empezando por mi gabinete. Mi compañera de fórmula es una mujer, profesional, talentosa y con la que tomamos las decisiones en equipo, no unilateralmente.

Una de las demandas más fuertes de las organizaciones de mujeres y feministas es el derecho al aborto, ya que El Salvador es uno de los países con legislación más restrictiva en el mundo. Bukele, en ese sentido, se ha manifestado a favor cuando esté en peligro la vida de la madre. ¿Cuál es su posición? ¿Impulsaría un debate sobre el tema?

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Es un debate que apenas se ha iniciado aquí. Ese tema era tabú, nunca se hablaba clara y abiertamente. Mi posición es que ese debate debe fortalecerse y que en base a ello el país debe de tomar una decisión. No es una decisión de Hugo Martínez, es del país. Por eso voy a insistir en que se deben escuchar todas las visiones y se debe buscar un consenso, una decisión al respecto de todas esas visiones que se presenten. No es necesario impulsarlo porque ya está puesto sobre la mesa. Se comenzó cuando se introdujo una reforma a la legislación para las cuatro causales del aborto en la Asamblea Nacional en 2018. Entonces ya está caminando. Lo importante es que siga.

Durante esta entrevista ha destacado su “independencia” dentro de la fuerza política que representa, ¿por qué?

En realidad, soy un militante, he estado más de la mitad de mi vida en el FMLN y me siento orgulloso, pero también soy una persona que considera que incluso dentro de un partido político precisamente por la democracia interna, es natural que se den diferencias de enfoque sobre algunos de temas. Lo que he dicho es que siempre buscaré que el Frente esté lo más cerca posible de la posición mayoritaria de la población salvadoreña, debe ser lo más parecido a ella. He dicho también que si en un momento hay una situación en la cual la mayor parte de la población opina que el presidente debe tomar una decisión sobre un tema de interés nacional y el Frente opina de otra manera, yo voy a estar del lado de la mayor parte de la población.


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