El polémico decreto de Bolsonaro para flexibilizar el control de armas

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El lobby de las armas tiene socios en el Planalto

El Brasil de Jair Bolsonaro ya superó las peores estadísticas criminales de Estados Unidos, el modelo de país que pretende copiar. Pero lo paradójico es que su gobierno quiere utilizar el mismo remedio que EE.UU. para resolver el mal de la inseguridad: la flexibilización en el uso de armas. Para lograrlo aspira a inutilizar una ley votada en 2003, el llamado Estatuto del Desarme. Cree que de ese modo podrían bajar los registros de 2017, cuando se contabilizaron 63.880 muertes violentas, a razón de 175 por día. La marca más alta del mundo según el Fórum Brasileño de Seguridad Pública. Detrás de esta propuesta del presidente ultraderechista hay algo más que una razón de Estado. El lobby del emporio armamentístico tiene sus aliados en el Planalto. El ministro-jefe de la Casa Civil (jefe de gabinete), Onyx Lorenzoni, recibió 100 mil reales de empresas del sector cuando hizo campaña para diputado federal en 2014. El día que asumió Bolsonaro en Brasilia entre los invitados estaba el presidente de la Asociación Nacional de la Industria de las Armas y Municiones (ANIAM) y dueño de la compañía Taurus, Salesio Nuhs. Se tomaron sonrientes una foto que presagia por dónde irá el negocio de la mano dura.

En octubre de 2018 y una vez consumada la victoria electoral del militar, las acciones de Taurus se dispararon. Este fabricante que exporta a más de 85 países y cuya sede está en Sâo Leopoldo, Río Grande do Sul, también tiene presencia en el mercado de Estados Unidos. La comunión de intereses político-comerciales ya se expresaba en la denominada bancada de la Triple B (Buey, Biblia y Bala) que agrupa a los diputados federales que representan a los hacendados del campo, las iglesias evangélicas electrónicas y a los lobistas de las armas. Buena parte del desgaste contra los gobiernos del PT provino de esta entente ultraderechista cuyo mojón fundamental fue el impeachment a la ex presidenta Dilma Rousseff.

En el país más grande de América Latina era previsible que con un presidente como Bolsonaro crecería la industria armamentística. Las expectativas del sector habían aumentado incluso antes de que asumiera el cargo. Caracal, de Emiratos Árabes Unidos y CZ de la República Checa anunciaron sus planes de inversión el año pasado. Para que sea posible la expansión de este negocio resulta necesario voltear el Estatuto del Desarme, una ley de 2003. Su texto dice que los portadores de armas deben ser mayores de 25 años, estar capacitados para su manejo, no tener antecedentes penales, pasar por un test psicológico y mantener un trabajo estable y domicilio fijo. Incluso si una pistola o revólver fuera para uso personal, quien los solicitara debería justificar por qué motivo y mantenerlos en su casa.

El flamante presidente justificó una y otra vez porque pretende derrumbar esta barrera legal que había probado bajar la tasa de homicidios. “Estamos en guerra, todo el mundo dice eso, ustedes en la prensa dicen eso”, les espetó el año pasado a los periodistas. Los controles a que somete la ley actual han provocado que miles de brasileños acudan al Ejército para conseguir una licencia como tiradores deportivos, cazadores y coleccionistas (CAC). Este tipo de portación no paró de aumentar. En un país donde el vicepresidente es un general retirado y varios ministros pasaron por las Fuerzas Armadas, se puede inferir lo que vendrá.

Según la última encuesta menos negativa contra el uso de armas, el 55% de la población brasileña está en contra de su portación. En 2013 ese porcentaje era del 68% lo que demuestra que la prédica de Bolsonaro y el aumento de los homicidios y hechos violentos en general formatearon una nueva subjetividad sobre el tema. Los 175 muertos por día de 2017 en todo el país pegaron muy fuerte en el inconsciente colectivo. Pero esa estadística a menudo no se profundiza para detectar que durante el año pasado en Río de Janeiro, el 77% de las víctimas fatales fueron negros o mulatos y el 35% jóvenes. En ese mismo estado, el Instituto de Seguridad Pública (ISP) relevó que entre enero y noviembre de 2018 la policía mató a 1.444 personas, el mayor número de muertos en 16 años. Las estadísticas generales a nivel país no eran más alentadoras en 2017. La policía había terminado con la vida de 5.169 brasileños, a razón de 14 por día. Un 20% más que en el año anterior.

Lejos de mostrar una conducta moderada, el actual gobernador de Río, el ex marino y ex juez Wilson Witzel acaba de lanzar una propuesta que imita una cuestionada política penitenciaria de EE.UU (ver aparte). La ex candidata a presidenta Marina Silva ya había anticipado lo que señalan las estadísticas contrarias al uso de armamento letal: “La mayoría de la población es contraria a la tenencia de armas de fuego y quiere soluciones más inteligentes. Cuanto más armas, más violencia”, escribió en Twitter. La dirigente ambientalista proviene de Acre, uno de los estados de Brasil con las tasas más altas de homicidios. Ubicado en las fronteras con Perú y Bolivia, es zona de tránsito para el narcotráfico y las bandas de contrabandistas.

Cada tres muertes en Brasil, dos son cometidas con armas de fuego como las que vende Taurus. El 29 de diciembre pasado, Bolsonaro anunció en sus redes sociales que firmaría un decreto para flexibilizar los requisitos para portarlas. En un artículo reciente del sitio Brasil de Fato (Brasil de hecho), Guilherme Paiva, un abogado del Instituto Brasilero de Ciencias Criminales (IBCCrim) dijo que “el presidente no tiene competencia para modificar por decreto el contenido del Estatuto del Desarme, atribución que es del Congreso Nacional. Pero podría cambiar el tiempo de validez del registro”.

Página 12


Decreto que flexibiliza posse de arma sai este mês, diz Bolsonaro

O presidente Jair Bolsonaro afirmou essa semana que o decreto flexibilizando a posse de armas de fogo sai ainda em janeiro. Bolsonaro disse que o decreto vai tirar a “subjetividade” do Estatuto do Desarmamento.

“Ali, na legislação diz que você tem que comprovar efetiva necessidade. Conversando com o [ministro da Justiça] Sergio Moro, estamos definindo o que é efetiva necessidade. Isso sai em janeiro, com certeza”, disse em entrevista ao SBT, a primeira após ter assumido a Presidência da República.

Ele disse que uma das ideias é comprovar a efetiva necessidade com base em estatísticas de mortes por arma de fogo. Assim, moradores de locais com altos indíces de mortalidade teriam mais facilidade em adquirir armas.

“Em estado, por exemplo, o número de óbitos por arma de fogo, por 100 mil habitantes, seja igual ou superior a dez, essa comprovação de efetiva necessidade é fato superado. Vai poder comprar sua arma de fogo. O homem do campo vai ter direito também”.
Além disso, o presidente quer aumentar o limite de armas por cidadão. Para ele, o limite de duas armas por pessoa pode ser aumentado, sobretudo para agentes de segurança. Nesse caso, o limite pode subir para “quatro ou seis armas”.

O presidente avalia que a violência “cairá assustadoramente” com a medida. “Eu vou buscar a aprovação, botar na lei também, a legítima defesa da vida própria ou de outrem, do patrimônio próprio ou de outrem. Você estará no excludente de ilicitude. Você pode atirar. Se o elemento morrer, você responde, mas não tem punição. Pode ter certeza que a violência cai assustadoramente no Brasil”.

Porte de arma

O decreto a ser editado pelo governo diz respeito à posse de arma de fogo, que permite ao cidadão ter a arma em casa ou no local de trabalho. Já o porte diz respeito à circulação com arma de fogo fora de casa ou do trabalho.

Sem se alongar muito, Bolsonaro diz que também flexibilizará o porte de arma. “A questão do porte vamos flexibilizar também, pode ter certeza. Podemos dar por decreto, porque tem alguns requisitos para cumprir. E esses requisitos são definidos por decreto.”

Itupeva


‘Ficamos satisfeitos com oferta da base militar’, diz Pompeo

O secretário de Estado Mike Pompeo disse que os Estados Unidos estão «muito entusiasmados» com a guinada da América do Sul à direita, liderada pelo governo Jair Bolsonaro no Brasil, e agradeceu particularmente a oferta do novo presidente para a instalação de uma base militar em solo brasileiro no futuro: «Nós ficamos satisfeitos.»

Em entrevista concedida por telefone ao Estado, nesta sexta-feira, 4, Pompeo disse que a recondução de Nicolás Maduro na Venezuela é «inaceitável» e alertou contra a «atividade predatória» da China. Ambos foram temas de Pompeo em sua vinda a Brasília para a posse de Bolsonaro.

É conveniente e apropriado um alinhamento automático do Brasil com os EUA desde já, logo depois da posse de Bolsonaro?

Estou muito satisfeito de ter tido a chance de passar algum tempo com o novo presidente e de nossas equipes terem ainda mais tempo juntas. Tivemos muito bom consenso sobre diferentes questões-chave de interesse não só para as relações entre os dois países, mas também para a região. Então, eu realmente creio que teremos um bom alinhamento nas nossas políticas daqui em diante, inclusive para desenvolver melhor as relações econômicas e comerciais e gerar empregos e oportunidades para os cidadãos no Brasil e nos EUA.

Quando será a visita do presidente Bolsonaro aos EUA? 

Nós convidamos o presidente Bolsonaro para visitar Washington e espero que isso possa ocorrer já nessa primavera (que começa em março no hemisfério norte), ainda sem data. O presidente (Trump) espera recebê-lo aqui, por causa dessas coisas que acabei de descrever. Há tantas coisas em que nossos países podem trabalhar juntos, para tornar o mundo um lugar mais seguro e próspero.

Há também expectativa de reunião de Trump com os presidentes de Brasil, Colômbia e Chile, por exemplo? Qual a agenda?

Não sei se há um plano nesse sentido, mas sei que há momentos em que se ruma na mesma direção e essa coleção de países preza pelos mesmos princípios, logo, isso facilita bastante que todos eles trabalhem muito bem com a nossa nação em uma série de temas.

Ou seja, a posse de Bolsonaro lidera uma guinada à direita na região e um movimento de aproximação com Washington?

Exatamente. Estamos muito entusiasmados diante dessa perspectiva e vislumbramos grandes oportunidades.

Que tipo de apoio concreto Brasil e EUA pretendem dar para a Venezuela restaurar a democracia, como discutido com o chanceler Ernesto Araújo?

Não vou abrir o que conversamos privadamente, mas o chanceler e eu, de fato, falamos sobre a importância da restauração da democracia para o povo venezuelano e sobre a decisão da Assembleia Nacional no dia 10 janeiro – minha nossa! a menos de uma semana. O regime Maduro reivindica ocupar a Venezuela por mais um mandato, mas nós não consideramos que a eleição foi justa, achamos que foi uma farsa. Portanto, queremos ter certeza de que não só EUA e Brasil, mas os demais países da região deixem muito, muito claro que isso é inaceitável e que a democracia tem de ser restaurada. Há várias coisas que podem ser feitas e eu espero trabalhar com o nosso novo parceiro aí no Brasil em cada uma delas.

Esse foi seu principal tema na Colômbia, depois do Brasil?

Sim, também falei com o presidente (Iván) Duque (Márquez) e equipe e, além da Colômbia, outros países partilham nossa profunda preocupação com o impacto do regime Maduro na região. São mais de três milhões de pessoas querendo sair da Venezuela, o que joga um enorme peso sobre os outros países e, acima, de tudo prejudica e desvaloriza a vida dos que têm de fugir do regime.

O sr. concorda com a opinião do chanceler Araújo contra o «globalismo»? E com sua avaliação de que só Trump pode impedir uma ameaça liderada pela «China maoísta» contra os valores cristãos do Ocidente?

O presidente Trump tem sido muito, muito claro. Nos lugares onde as instituições globais fazem sentido e trabalham, nós desejamos integrá-las e ajudá-las a avançar, mas estamos reavaliando várias delas para determinar onde essas instituições estão atingindo os objetivos para os quais existem e onde não estão. Assim, podemos desistir de participar, se o trabalho delas vai num caminho contrário aos interesses dos Estados-Nações no mundo, não só nos EUA, mas certamente nos EUA e também nos demais países. Nós acreditamos profundamente que a ideia de soberania nacional, com os países usando sua soberania e seus poderes para trabalhar coletivamente, pode atingir grandes objetivos. E conversei com o ministro de Relações Exteriores sobre isso.

O sr. espera apoio do Brasil na disputa entre EUA e China, maior parceiro comercial brasileiro?

Nós chegamos a uma posição inquestionável de que a China não pode ser liberada para se engajar numa atividade econômica predatória ao redor do mundo. Isso não é do interesse de ninguém. Onde a China se apresenta, no Brasil, Chile, Equador ou qualquer parte, tem de haver competição, transparência e liberdade, então, se é bom para eles, isso é ótimo, companhias vêm de todos os lugares do mundo e competem e companhias americanas competem contra negócios chineses. Mas eles não podem ter permissão para se apresentar nos países e se engajar em práticas que não são abertas, transparentes, de forma a obter benefícios políticos usando esses fatores comerciais. Isso não é apropriado e vocês têm visto que nosso presidente (Trump) está preparado para lutar contra isso, onde quer que, em questões comerciais, a América não encontre práticas justas e recíprocas da China. Isso vale para outras atividades em que a China esteja envolvida.

Bolsonaro anunciou que o Brasil pode sediar uma base militar dos EUA no futuro. Há planos nesse sentido?

Isso é algo que estamos constantemente avaliando aqui nos EUA: qual a melhor forma de ter bons parceiros na região, bons parceiros ao redor do mundo, e onde, quando e como instalar nossas «US forces». Essa é uma discussão colocada o tempo todo, e nós ficamos satisfeitos com a oferta do presidente Bolsonaro. Eu estou confiante de que vamos continuar as discussões sobre todo um conjunto de temas com o Brasil, enquanto o novo governo vai colocando seus pés no chão. Isso é algo que nós estamos desejando muitíssimo.

Qual a previsão para concluir o acordo bilateral para ativar a Base de Alcântara?

Nós temos muito interesse nessa questão e o Departamento de Estado está negociando esse acordo de salvaguardas tecnológicas com o Brasil, que liberará licenças para lançamentos de veículos espaciais e satélites dos EUA a partir da Base de Alcântara. Estou muito esperançoso de que iremos progredir também nesse tema.

Estadão

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