Brasil | Repudio a la ministra de la Mujer: Caetano Veloso se suma a la campaña «el color no tiene género»

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Vestido de rosa, Caetano Veloso le hace frente a la polémica ministra de Familia brasileña

El músico y cantante Caetano Veloso se unió hoy a la campaña en respuesta a las polémicas declaraciones en que una de las ministras de Jair Bolsonaro dijo que los niños tienen que vestirse de azul y las niñas de rosa.

Bajo el lema «el color no tiene género», miles de personas se manifestaron en las redes sociales en contra de las palabras de la ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, Damares Alves, al punto que convirtieron en tendencia líder en Twitter mensajes como #cornaotemgenero (el color no tiene género) y «rosa y azul».

La polémica comenzó con la divulgación de un video en que Alves, una pastora evangélica que asumió el martes como ministra de Derechos Humanos en el Gobierno de Bolsonaro, asegura que con la llegada del nuevo presidente se inicia una nueva era en Brasil en la que «los niños visten de azul y las niñas de rosa».

El video de Alves se hizo viral en las redes sociales y catapultó las menciones a la ministra que se encargará de temas como derechos de la mujer, de la familia, de los ancianos, de personas con discapacidad, de los indígenas y de las minorías.

Entre las respuestas más destacadas está, sin dudas, la del cantante Caetano Veloso, que subió a Twitter una foto suya con una remera rosa y el lema «Proteja a sus amigos» con la etiqueta #MeninosVestemRosa (los niños visten de rosa).

Tras la polémica generada, Alves dijo en una entrevista al canal de televisión Globo que no se arrepiente de sus palabras pero que se trataba de una metáfora. «En Brasil tenemos el ‘octubre rosa’, que se refiere a la campaña de prevención del cáncer de mama de mujeres, y tenemos el ‘noviembre azul’, en relación al cáncer de próstata con el hombre; cuando dije que la niña viste color rosa y el niño azul significa que vamos a respetar la identidad biológica de los niños«, explicó.

Ya durante la ceremonia de su toma de posesión la ministra criticó las «ideologías de género» y reafirmó la promesa del presidente de «combatir» el «adoctrinamiento ideológico» de niños y adolescentes, quienes pasarán a tener «acceso a la verdad y serán libres para pensar». «En nuestro Gobierno, nadie nos va a impedir llamar a nuestras niñas princesas y a nuestros niños príncipes«, afirmó.

TN



La ministra brasileña de Mujer minimiza su primera polémica sexista: «Las niñas de rosa fue una metáfora»

Damares Alves, la ministra de la Familia y los Derechos Humanos del presidente brasileño Jair Bolsonaro, inauguró la temporada de polémicas que se esperan de los funcionarios más conservadores del nuevo Gobierno. En un video, la pastora evangélica que asumió bajo protestas los temas de derechos humanos, festejó el comienzo de una «nueva era» en Brasil, en la que el «niño viste de azul y niña de rosa».

«¡Atención, atención! Es una nueva era en Brasil: niño viste de azul y niña viste de rosa», celebra Alves dando saltos entre seguidores que repiten la frase con ella. La fiesta de la ministra ocurrió minutos después de asumir el puesto, vestida con la misma ropa blanca que usó durante la ceremonia de su toma de posesión, el miércoles, en Brasilia.

Grabado en un teléfono móvil, el video viralizó el jueves en redes sociales y generó millares de memes que se burlaban de la ministra de Bolsonaro, el presidente que se ha elegido pese a las polémicas del mismo nivel, con declaraciones de corte racista, machista y homófobas.

La etiqueta #cornãotemgênero (color no tiene género) fue la más registrada en internet. El cantante Caetano Veloso y otros importantes artistas brasileños vistieron camisetas rosadas, mientras las mujeres se registraban en redes sociales usando blusas azules, en protesta contra la ministra conservadora.

La Asociación Nacional de Travestis y Transexuales publicó un comunicado declarando que la ministra «hiere la libertad individual, el derecho a la autodeterminación y la dignidad de la población transexual».

Desconcertada con la repercusión del video, la ministra se presentó el jueves vestida con una blusa de seda azul eléctrico, que se destacaba en la primera reunión ministerial de Bolsonaro.

No se arrepiente

En una entrevista a la cadena de noticias GloboNews, en la que trataba de encerrar la crisis, Alves, dijo que no se arrepentía de la declaración y garantizó que su ministerio no acabará con ningún derecho adquirido por la población homosexual ni transgénero.

La ministra explicó que la frase controversial era «una metáfora» contra lo que llama «ideología de género». «De ninguna manera. Fue una metáfora», respondió al ser cuestionada si se arrepentía de la frase.

«Tenemos en Brasil el «octubre rosado», que se refiere al cáncer de mama con mujeres, tenemos el «noviembre azul» relacionado al cáncer de próstata con los hombres. Entonces, cuando dije que niña viste color rosa y niño, azul, quiere decir que respetaremos la identidad biológica de los niños», explicó.

Cuestionada sobre políticas públicas para homosexuales y transgéneros, como la unión civil y la adopción de niños, Alves afirmó que «ningún derecho adquirido será violado por el Gobierno Bolsonaro». «Los homosexuales ya pueden adoptar no queremos cambiar eso», señaló.

El miércoles, en una de sus primeras medidas, Bolsonaro firmó un decreto que excluye a los homosexuales como sujetos de protección de las políticas de derechos humanos, sin citarlos en las descripciones y directivas del organigrama de derechos humanos. En su cuenta en twitter, Bolsonaro explicó que no abandonará a nadie de esas políticas y que ese papel estará a cargo de la Secretaría Nacional de la Familia, la Secretaría Nacional de Protección Global y el Consejo Nacional de Combate a la Discriminación.

En su discurso de investidura, el excapitán de 63 años, prometió combatir la «ideología de género». «Es un tema de política pública, para que no haya exageración en la adoctrinación ideológica. Seguiremos combatiendo los prejuicios», explicó la ministra, sobre el consenso en su Gobierno de que los niños estaban siendo adoctrinados ideológicamente en las escuelas.

¿Quién es Damares Alves?

La abogada, de 54 años, es una pastora evangélica conocida por sus posiciones contra el aborto y lo que ella y Bolsonaro llaman «ideología de género», según la cual, le estarían enseñando a los niños en las escuelas a ser homosexuales. «En este gobierno, la niña será princesa y el niño será príncipe», declaró en su primer discurso oficial.

La ministra, que es madre adoptiva de una niña indígena, reveló recientemente que fue víctima de una serie de violaciones cuando era niña, por parte de un pastor evangélico que frecuentaba su casa. Una de sus propuestas más polémicas es la creación de una «bolsa violación» que daría una ayuda financiera a las mujeres que tengan hijos fruto de abusos.

«El estado es laico, pero esta ministra es terriblemente cristiana», enfatizó Alves al asumir el cargo en que promete una cruzada evangelizadora.

ABC


En su nueva residencia, Bolsonaro no quiere nada rojo a la vista… ni siquiera las sillas

Cada presidente brasileño que pasa a residir en el elegante Palacio de la Alvorada, en Brasilia, le da su toque personal a la decoración del área privada de este edificio ícono de la arquitectura modernista diseñado por Oscar Niemeyer. Pero en el caso de su nuevo inquilino, Jair Bolsonaro , el mandatario impuso también in extremis su visión política ultraderechista: ordenó sacar todas las sillas rojas, color vinculado al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), y cambiarlas por azules.
Luego de una intensa semana de preparativos, ceremonia de asunción y primeras medidas de gobierno, Bolsonaro, de 63 años, se instaló anteayer por la noche en el Palacio de la Alvorada, acompañado por la primera dama, Michelle, 38; la hija de la pareja, Laura, 8, y la hijastra del presidente, Leticia, 16, fruto de un matrimonio anterior de su mujer. Los cuatro compartían casa en el condominio Vivendas da Barra, frente a las playas de Barra da Tijuca.
Horas después de su llegada, varios empleados sacaron las sillas rojas del palacio para ser reemplazadas por unas similares pero azules. Otro símbolo de la nueva era que inauguró la presidencia del exmilitar, que durante la asunción prometió eliminar el socialismo y destacó que la bandera «jamás será roja», en referencia al color petista.
Desde que habían desembarcado en Brasilia, la última semana de diciembre, los Bolsonaro habían permanecido alojados en la Granja do Torto, residencia presidencial alternativa, con aires de chacra. Conocido por su estilo simple y su vida austera, el exmilitar indicó que en realidad hubiese preferido quedarse allí, ya que le recordaba al ambiente campestre en el que se crió, en el interior del estado de San Pablo .

Fruta y carne

Contó que aprovechó los días en la Granja para recoger su propia fruta del huerto y organizar asados con sus hijos mayores -Flavio, 37; Carlos, 36; Eduardo, 34, y Renán, 20-, además de su madre, Olinda, 91, y amigos suyos y de Michelle, quien nació en Ceil’ndia, parte del Distrito Federal. Antes de Año Nuevo, fueron incluso visitados por varios miembros de la Iglesia Bautista Actitud, de Río, que la fervientemente evangélica primera dama frecuentaba.
Hacía más de dos años que el Palacio de la Alvorada, de 7000 metros cuadrados y construido en 1958, estaba sin ocupante. Tras el impeachment a la petista Dilma Rousseff, en 2016, el presidente Michel Temer pidió realizar algunas alteraciones -entre ellas la colocación de una cuestionada red de protección en los balcones del piso superior para evitar una caída accidental de su hijo, Michelzinho-, pero cuando finalmente se mudó del Palacio del Jaburu -residencia del vicepresidente- de la Alvorada, se quejó de que no conseguía dormir bien y llegó a decir que debía haber fantasmas. Unos 20 días después, Temer volvió a Jaburu.
Alvorada quedó entonces vacío y fue solo usado para eventos especiales. Se aprovechó todo este tiempo para hacer trabajos de restauración y devolverle a la residencia su aspecto interior original después de todos los presidentes que pasaron por allí, con el restablecimiento de la ambientación ideada por Niemeyer y su hija, Anna María. El palacio alberga también una importante colección de obras de artistas brasileños y extranjeros.

Huéspedes

El histórico edificio, en el que han sido recibidos, entre otros, Barack Obama, George Bush, Angela Merkel, Fidel Castro, la reina Isabel y Cristina Kirchner, está dividido en tres partes: subsuelo (área administrativa, que incluye la cocina, una lavandería, un auditorio-cine y una sala de juegos), planta principal (área pública, hall de entrada, salones de recepciones y reuniones, comedor y biblioteca), y el primer piso, zona reservada a la familia presidencial, con ocho cuartos y salas.
Es en esta zona privada que los Bolsonaro instalaron sus pertenencias, llegadas en camiones desde su hogar en Río de Janeiro. Según los empleados del palacio, el estilo «poco sofisticado» de los nuevos ocupantes desentona bastante con el refinado ambiente de Alvorada.
Es que los Bolsonaro no se preocupan mucho por cuestiones decorativas y de presentación. Durante la campaña, cuando el entonces candidato grababa videos en su casa de Barra de Tijuca, era posible apreciar los coloridos manteles de plástico en el comedor, jarrones de dudosa calidad en el living y los cables de la TV colgada de la pared. Varias conferencias de prensa fueron realizadas en el quincho, usando tablas de bodyboard para sostener los micrófonos. Incluso cuando Bolsonaro recibió allí, ya en calidad de presidente electo, a embajadores y otras autoridades extranjeras, los invitados apuntaron que se les ofreció jugo de fruta y yogur directo de los envases, gaseosas en lata y galletitas en paquetes.
En la cocina de Alvorada, por la que han pasado algunos chefs renombrados, se espera que el menú presidencial sea bien sencillo. A la familia le gusta mucho el asado y el pescado, acompañados por arroz, porotos y ensaladas, además de las frutas. Bolsonaro tiene predilección por el agua de coco y el mate.
El nuevo estilo presidencial, simple y popular, fue evidente durante la ceremonia de asunción. Para firmar el acta presidencial, Bolsonaro se rehusó a utilizar una distinguida lapicera Montblanc y prefirió usar una birome de marca Compactor, de fabricación local. La empresa notó el detalle y lo celebró en las redes sociales; luego, Bolsonaro respondió: «Nosotros agradecemos la excelente calidad y precio de la birome», que se vende por apenas 0,55 reales.

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