México: Jesusa Rodríguez, la primera senadora abiertamente lesbiana
Ella es Jesusa Rodríguez, la primera senadora abiertamente lesbiana en México
Laura María de Jesús Rodríguez Ramírez, mejor conocida como Jesusa Rodríguez, se convertirá en la primera senadora en México abiertamente lesbiana, esto sucederá porque Olga Sánchez Cordero, actual senadora de la República, presentó su licencia para poder unirse al gabinete de Andrés Manuel López Obrador como secretaria de Gobernación y Jesusa es su suplente.
Rodríguez es actriz, directora de teatro, dramaturga, artista de performance, cantante, feminista, maestra y activista social mexicana. “Cuando era niña, me dijeron que era autista. Entendí ‘artista’ y por eso dediqué mi vida a esto”, cuenta la futura senadora.
Entre las obras que ha dirigido se encuentran: “¿Cómo va la noche, Macbeth?”, adaptación de William Shakespeare; “Trece señoritas”, donde representó a Frida Kahlo; “Donna Giovanni”, adaptación de Mozart y Da Ponte; “Cabaret prehispánico: cielo de abajo”; “Sor Juana en Almoloya”, donde representó a la monja Sor Juana Inés de la Cruz; “El derecho de abortar”; “Primero sueño” y “Apoidea, breve ópera hexagonal”, por mencionar algunas.
Jesusa, entre 1971 y 1973, estudió en el Centro Universitario de Teatro. Fue una de las más destacadas alumnas del director Julio Castillo (1943-1988), cuyo trabajo marcó su carrera. Formó parte del grupo Sombras Blancas, con quienes montaron varias obras, la más exitosa de las cuales fue Vacío (1980).
En 1979, Rodríguez conoció a su actual esposa, la cantante y actriz argentina Liliana Felipe. Ambas montaron el cabaret El Fracaso, que no tuvo éxito en México.
En 1980 compraron el derruido Teatro de la Capilla, fundado por el poeta y dramaturgo Salvador Novo. Para remodelarlo decidieron abrir un cabaret, El Hábito, para que generara el dinero que ayudara a la reconstrucción del teatro, que se convirtió en un laboratorio de teatro experimental y un espacio alternativo de performances, referente de la escena mexicana durante quince años. Allí rescataron del olvido, por ejemplo, a la cantante costarricense Chavela Vargas.
Con su montaje “Donna Giovanni” ―una notable adaptación del Don Giovanni, de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) y de Lorenzo da Ponte (1749-1838)― causó mucha polémica, pues el tema central era el lesbianismo.
En la obra Coatlicue (1993), Rodríguez transformó una estatua prehispánica de la Sala Mexica [azteca] del Museo Nacional de Antropología de México en un ser animado (la verdadera madre de los mexicanos), que se candidatea para la presidencia de México.
Mediante el uso de un ícono femenino indígena confinado en un museo, la artista parodia la actitud de los políticos oficiales mexicanos frente a los problemas de su país.
Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe realizaron juntas una gira de cinco años por Europa con su versión lésbica del emblemático “Don Juan de Mozart”. Juntas compusieron varias obras de teatro, y Jesusa escribió la letra de más de 100 canciones de Liliana.
La pareja recibió el Obie Award otorgado por el diario Village Voice en Nueva York. Entre 2001 y 2004 impartió 17 talleres de Empoderamiento para Mujeres Indígenas y Campesinas y 4 Talleres de Renovación de la Masculinidad para hombres indígenas y campesinos en 18 estados de México.
También recibió el premio Julio Bracho, de la Unión de Críticos y Cronistas de Teatro de México, por “Atracciones Fénix”, como “mejor obra de teatro de búsqueda”.
Rodríguez dirigió el cabaret El Hábito hasta 2005, ahora se encuentra bajo la administración de Las Reinas Chulas ―que lo renombraron El Vicio―.
En 2006, guió una de las manifestaciones más grandes de Oaxaca contra la elección de los partidos políticos del PAN y del PRI.
En 2009, a partir de las elecciones presidenciales mexicanas, Rodríguez y Liliana Felipe impulsaron el Movimiento de Resistencia Civil Pacífica. En 2009 representó al científico británico ateo Charles Darwin en su obra “Diálogos entre Darwin y Dios”.
Sus espectáculos no necesariamente se adhieren a la clasificación tradicional de género, ya que pueden reflejar estilos de élite o populares, provenir de la tragedia griega, el cabaret, mitos precolombinos, las tradiciones operísticas, y tomar la forma de una revista, un sketch, una carpa, o una performance de arte político.
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