Luis Almagro convoca a sesión de la OEA para activar la Carta Democrática contra Nicaragua
Sesión de OEA para activar Carta Democrática a Nicaragua sería en primera semana del 2019
Antonia Urrejola, la relatora para Nicaragua de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, (CIDH), no descartó que el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) cite la próxima semana a una sesión extraordinaria para activar el inicio del proceso de la aplicación de la Carta Democrática al estado nicaragüense.
“La presidenta del Consejo (Permanente) tiene que ver si hay quórum, etcétera, y allí se empieza a discutir (…) tienen que citar y debe haber quórum, seguramente la otra semana”, dijo Urrejola al ser consultada por El Nuevo Diario.
La carta enviada por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, a la Embajadora Monserrat Solano Carboni, solicitando la activación de este mecanismo, está circulando desde este fin de semana entre los representantes de los estados miembros de la OEA, a fin de obtener el quórum necesario para la convocatoria de la reunión.
La comisionada Urrejola explicó que la convocatoria es apenas un primer paso para aplicar la Carta Democrática Internacional, instrumento jurídico aprobado en 2001 para la preservación de la institucionalidad democrática en América Latina.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica, a través de un comunicado, informó que Solano Carboni –presidenta en ejercicio hasta el 31 de diciembre del Consejo Permanente de la OEA– se mantiene en “consultas” y “gestiones” a pesar de los días feriados por las fiestas de fin de año y año nuevo.
“Recibimos la nota de parte del señor Secretario General y como corresponde, ha sido circulada entre los representantes de los Estados Miembros”, confirmó la embajadora Solano.
Las gestiones de la diplomática están encaminadas a iniciar los pasos para la activación de la Carta Democrática Interamericana, conforme a lo que establece el artículo 20 de este instrumento jurídico.
Durante la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA del pasado 27 de diciembre, el Secretario General, Luis Almagro, anunció el inicio de este proceso para aplicar el instrumento jurídico a Nicaragua, contando con el apoyo de Argentina, Colombia, Chile, Estados Unidos y Perú.
Según Almagro, el gobierno de Nicaragua se ha negado a buscar una salida a la crisis sociopolítica que empezó el pasado 18 de abril, a través de una propuesta de diálogo. El retiro de la CIDH del territorio nicaragüense agrava la situación y «sólo queda la vía prevista en el artículo 20 de la Carta Democrática”, advirtió Almagro.
Por su parte, Costa Rica, en esa sesión, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para sumar esfuerzos multilaterales en función de garantizar el respeto de los derechos humanos en Nicaragua.
EL PROCESO
El artículo 20 faculta a cualquier Estado Miembro o al Secretario General de la OEA a convocar de forma inmediata al Consejo Permanente cuando se produzca “una alteración de orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático”.
Luego, el Consejo Permanente de la OEA tendría que declarar por mayoría simple, con al menos 18 votos, que en Nicaragua hay una alteración al orden constitucional y democrático.
Esto abriría una puerta para ciertas gestiones diplomáticas a fin de buscar una salida a la crisis y asegurar el orden democrático en Nicaragua.
El artículo 20 también señala que durante el proceso se realizarán las “gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios para promover la normalización de la institucionalidad democrática”.
“La primera medida es establecer una mediación, por decirlo así, con el Gobierno, habla de gestiones diplomáticas (…) hay todo un procedimiento en la Carta antes de que (el país) sea suspendido de la OEA”, agregó la relatora Urrejola.
De no encontrar una salida por la vía diplomática, la aplicación del artículo 20 sería la antesala de que la OEA apruebe el artículo 21, que suspendería por completo a Nicaragua de su participación en este organismo.
El Consejo debe contar con 24 votos para suspender a Nicaragua de este foro internacional, con lo que dejaría de participar en los programas y actividades de la OEA.
“No es automático, en caso de suspensión de la OEA, se necesitan condiciones”, manifestó Urrejola.
Con esta medida se ejerce una presión diplomática para conseguir que cualquier país al cual le sea aplicado la Carta Democrática, se normalice.
Una vez que la crisis empieza a superarse, cualquier Estado miembro de la OEA puede nuevamente solicitar otra reunión a fin de que se levante el embargo diplomático.
Andrés González, exembajador de Colombia ante la OEA, explicó a medios internacionales que todos los requisitos están dados para la apertura del proceso a la aplicación de la Carta Democrática.
“La Carta Democrática lo que pretende es que en nuestro continente se preserven los valores fundamentales de la democracia, la separación de los poderes, pero en especial la garantía y el respeto de los derechos humanos”, dijo el exdiplomático.
Por su parte, el exembajador costarricense ante la OEA, Edgar Udalge, afirmó a medios costarricenses que las implicaciones de la activación de este mecanismo son medidas drásticas, que conllevan a la suspensión de créditos por parte de organismos internacionales.
A partir del primero de enero de 2019, el Estado de El Salvador asumirá la presidencia del Consejo Permanente de la OEA, en sustitución de Costa Rica.
El gobierno de Nicaragua rechazó durante una sesiòn de la OEA, el jueves, que el Estado haya cometido crìmenes de lesa humanidad, como lo indica un informe del GIEI; también expresó se negativa a la conformación de un Grupo de Trabajo y acusó a varios países de cometer actos de injerencismo.
Almagro, en tanto, declaró que aplicar la Carta Democrática no representa ninguna injerencia, pues todos los Estados miembros de la OEA la firmaron en 2001 y respaldaron su aplicación en 2009 en Honduras, cuando se dio un golpe de Estado contra el entonces presidente Manuel Zelaya.
¿Cuáles son las consecuencias que sufriría Nicaragua con la Carta Democrática de la OEA?
Las consecuencias directas de una suspensión de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos (OEA) serían la suspensión de las relaciones diplomáticas, ausencia en foros políticos y congelamiento de los préstamos otorgados por instituciones financieras multilaterales de la región interamericana, explicó José Luis Velásquez, exembajador nicaragüense en la OEA.
El pasado jueves Nicaragua quedó expuesta a sufrir en cualquier momento la aplicación de la Carta Democrática, luego de que un informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) determinara que el Estado ha cometido crímenes de lesa humanidad.
El ejemplo más cercano de todos los efectos negativos que conlleva una posible suspensión en la OEA, es Honduras, comentó Velásquez al recordar que ese país vecino sufrió las secuelas del golpe de Estado ejecutado contra Manuel Zelaya en 2009.
Las medidas diplomáticas que se pueden tomar son: cierre de las embajadas de países miembros de la comunidad interamericana y de sus consulados, lo que dejaría suspendida la entrega de visas y anularían ese documento a funcionarios que ya la tengan.
Nicaragua también quedaría aislada de los foros regionales que tengan relación o estén vinculados con la OEA.
En lo comercial
El intercambio comercial también se vería afectado si el CA 4, integrado por Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, decide cortar el comercio vía terrestre con Nicaragua, tal como ocurrió en 2009, cuando la OEA suspendió a Honduras.
Las dos entidades financieras internacionales concernientes a Nicaragua: El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) podrían suspender desembolsos de préstamos.
Solo en el año 2018, el BCIE aprobó un financiamiento para Nicaragua superior a US$526 millones para proyectos que deben ejecutarse en 2019 y 2020; mientras que la suma de préstamos firmados en 2018 con el BID es de US$205 millones.
Hasta donaciones
Además, se podría detener la cooperación externa en la cual se incluyen donaciones, tal como le ocurrió a Honduras, que incluso vio afectada la asistencia para la lucha contra el narcotráfico.
Los reportes de lo ocurrido en Honduras, indican que hasta la Unión Europea decidió paralizar su cooperación con ese país.
Aún falta camino para ver qué decisión tomarán los representantes de los países en la OEA respecto a Nicaragua, comentó Velásquez, quien opina que la reunión del Consejo Permanente de la OEA del jueves “reflejó el estado singular en que se encuentra la región centroamericana, dividida fundamentalmente entre el Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), relacionado también en una serie de problemas con el crimen organizado y la lucha contra la corrupción, y Costa Rica y Panamá que han respaldado plenamente los informes sobre Nicaragua presentados en la OEA”.
“El Salvador, con el gobierno del FMLN (Frente Farabundo Martí), está implicado en los negocios con el ALBA (Venezuela) y parece estar bastante neutralizado para intervenir en este tema. Guatemala quiere deshacerse de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (Cicig) y Honduras, hemos visto que el mismo hermano del presidente está preso en Estados Unidos”, comentó el ex embajador nicaragüense.
“Mientras Panamá y Costa Rica defienden los informes sobre las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, la región está fraccionada”, enfatizó Velásquez.
En una entrevista concedida a El Nuevo Diario, el excanciller de Nicaragua, Francisco Aguirre Sacasa, consideró que este país está cada vez más aislado, luego de que el GIEI presentara su informe en la OEA el jueves.
“La represión selectiva en contra de oenegés y medios de comunicación, como Confidencial y 100% Noticias, también despertó un avispero que a lo mejor el Gobierno no esperaba por darse durante las fiestas de fin de año. En esto, francamente, el Gobierno no supo valorar el clima internacional. La realidad es que Nicaragua sigue en la palestra mundial”, opinó Aguirre Sacasa.
El gobierno nicaragüense desconoció el informe del GIEI, calificándolo como parcializado y acusó a varios países de la OEA de injerencistas.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, sostiene que lo que ocurre en Nicaragua permite comenzar el proceso de aplicación de la Carta Democrática, abriendo primero un espacio diplomático para la negociación.