América Latina es la región más peligrosa para ambientalistas, advierten expertos

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América Latina se convirtió en una de las regiones más peligrosas para los activistas y defensores de los derechos ambientales, que pagan con su vida la protección al medio ambiente, dijeron este lunes (10 de diciembre del 2018) en Panamá expertos en el tema en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos.

En este escenario, Centroamérica también tiene conflictos medioambientales que han cobrado la vida de algunos activistas como fue el caso de la hondureña Berta Cáceres, asesinada en marzo de 2016, dijeron los especialistas durante el acto de conmemoración de la fecha organizado por la Red de Derechos Humanos de Panamá y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La guatemalteca Marlene Alejos, representante regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo a EFE que en Centroamérica se vive «en muchas áreas una regresión en materia de Derechos Humanos».

Alejos se refirió al caso de algunos países donde activistas de derechos humanos y un buen número de defensores del medio ambiente han pagado con su vida la lucha por la causa de los derechos ambientales, lo cual «nos dice en realidad cuál es el estado de la situación».

La funcionaria de la ONU resaltó que esta misma realidad se vive en América Latina con «un número de muertes que lamentablemente es muy alto».

Con Alejos coincide la chilena Andrea Sanhueza, investigadora para Chile de la Alianza por el Gobierno Abierto y también miembro del Comité de Negociación del Acuerdo de Escazú, quien es de la opinión que América Latina es una región de alto riesgo para los activistas y defensores ambientales.

«América Latina es la región más peligrosa del mundo, donde se asesinan personas, precisamente por cuidar sus territorios y sus tierras, su agua», afirmó Sanhueza a EFE.

Sanhueza indicó que esta es una realidad que recoge la ONG Global Witness, que «registra en su reciente informe las amenazas, las muertes y los asesinatos de defensores ambientales», y, dijo, «desgraciadamente en ese ránking está América Latina con los países más peligrosos como Brasil, Perú y Colombia».

Destacó que en 2016 «la mayoría de defensores ambientales fueron asesinados en el marco de proyectos mineros», mientras el informe de Global Witness de 2017 resalta que «la mayor cantidad de muertes se asocia a proyectos agroindustriales».

Según el informe de Global Witness, citado por Sanhueza, 2017 fue el año con más muertes registradas de personas defensoras de la tierra y el medio ambiente, con la agroindustria como el sector de negocios más vinculado a los asesinatos.

Al menos 207 activistas perdieron la vida en 22 países, casi cuatro por semana, siendo el peor año del que se tiene registro, de acuerdo con este recuento, que destaca que el 60% de los asesinatos registrados tuvo lugar en América Latina.

Brasil registró mayor cantidad de asesinatos que cualquier otro país en la historia, con 57 homicidios en 2017.

En México y Perú los homicidios aumentaron drásticamente, de tres a 15 y de dos a ocho, respectivamente. Nicaragua registró la mayor cantidad de homicidios per cápita, con cuatro asesinatos.

Sanhueza consideró que en esta realidad es que cobra vigencia el Acuerdo de Escazú, firmado en marzo de 2018 en esta localidad de Costa Rica. La iniciativa iguala a nivel legal los derechos ambientales con los derechos humanos y se encuentra en fase de ratificación para que sea vinculante.

«Este convenio contempla un conjunto de obligaciones para los Estados de proteger a los defensores ambientales, y también de garantizar de una mejor forma que las personas puedan ser parte sobre asuntos ambientales que las van a impactar», explicó Sanhueza.

El Comercio

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