Trump impide que migrantes soliciten asilo en EEUU por 90 días mientras un grupo de la caravana avanza a la frontera

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Trump firma la orden que prohíbe el asilo a los migrantes que entren ilegalmente al país

El presidente Donald Trump firmó este viernes una orden que prohíbe el asilo a los migrantes que entren ilegalmente al país. Esta norma estará vigente tan solo por 90 días desde hoy o «hasta la fecha que un acuerdo permita a Estados Unidos remover a los extranjeros a México», según dice el documento firmado.

Ayer jueves, la administración anunció un nuevo reglamento en la política de asilo que impedirá a los extranjeros que entren a Estados Unidos de manera ilegal solicitar esta protección. Según informó un alto funcionario de la Casa Blanca, quienes no cumplan con las nuevas normas serán arrestados y procesados para luego ser deportados del país.

» Necesitamos gente en nuestro país, pero tienen que venir legalmente y tienen que estar preparados», dijo Trump antes de salir hacia París. «Necesitamos los votos de los demócratas para aprobar nuevas leyes de inmigración», añadió.

Esta nueva medida se produce como respuesta a la caravana de migrantes centroamericanos que se dirige hacia la frontera sur del país.

«Nuestro objetivo es tener un proceso que funcione de manera rápida y eficiente para las personas cuyas vidas realmente corren peligro», dijo un funcionario del gobierno este jueves, quien aseguró que en la actualidad existe una «crisis judicial sin precedentes históricos» en el sistema de migración y de asilo, por el que menos del 10% de quienes solicitan asilo califica realmente para ello.

Datos de la Oficina de Revisión de Casos de Inmigración (EOIR) a los cuales tuvo acceso Univision Noticias, muestran que a finales de junio, las cortes de inmigración tenían acumulados más de 740,000 expedientes o casos.

«La llegada de un gran número de extranjeros contribuirá a la sobrecarga de nuestro sistema de inmigración y asilo y a la liberación de miles de extranjeros en el interior de los Estados Unidos», afirma el texto firmado por Trump.

Según ese documento, la migración «a través de nuestra frontera sur ha precipitado una crisis y socava la integridad de nuestras fronteras».

Golpe al debido proceso
El nuevo reglamento de asilo es una “excusa” para dañar el debido proceso migratorio, dijo la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) en un comunicado.

“El gobierno de Trump está utilizando la caravana de personas desesperadas que se encuentra cientos de millas de distancia como excusa para destruir las leyes de nuestra nación y evitar que los solicitantes de asilo obtengan una oportunidad justa de asilo”, dijo la entidad.

“La ley se asilo de Estados Unidos garantiza una oportunidad justa y significativa para solicitar asilo, incluso para quienes ingresan por lugares fuera de los puertos de entrada”, agrega.

El nuevo reglamento de asilo firmado por Trump dice que negará el derecho de asilo a las personas que ingresen ilegalmente al país, quienes serán detenidos y puestos en proceso de deportación de Estados Unidos.

AILA dice que, si bien “ no todos son elegibles para el asilo, todas las personas que llegan a la frontera merecen que su reclamo de asilo sea escuchado. El intento del gobierno de poner fin a ese valor fundamental estadounidense del debido proceso es reprensible”.

“Forzar a los solicitantes de asilo a presentarse en los puertos de entrada significa que, incluso más personas serán rechazadas, algo que la administración ya está haciendo”, añade.

AILA dijo además que “Estados Unidos necesita soluciones reales para abordar este complicado problema, que incluye trabajar con los gobiernos de México y América Central para mejorar el acceso al asilo y aumentar el número de refugiados que reasentamos de esos países».

La nueva regla
De acuerdo con la nueva regla que norma el proceso de asilo en la frontera, esta será implementada conjuntamente por los departamentos de Justicia (DOJ) y Seguridad Nacional (DHS) y afecta directamente las solicitudes de asilo de extranjeros que solicitan la protección en la frontera.

El gobierno advierte que el reglamento está sujeto a lo señalado en la Sección 212 de la Ley de Inmigración (INA), que describe los motivos de inadmisibilidad al país de ciertos extranjeros. En este caso, quienes sean arrestados por ingresar al territorio estadounidense por lugares no autorizados. Estas personas, además de ser inelegibles para permanecer en Estados Unidos, se les negará el derecho de asilo.

“La regla advierte que se enviará a los extranjeros inadmisibles a los puertos de entrada, donde serían procesados de forma controlada y ordenada y de manera legal”, explica José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami, Florida.

El nuevo reglamento también señala que el DOJ está modificando sus regulaciones con respecto a los extranjeros que establezcan un temor razonable de persecución o tortura para que puedan solicitar la retirada de la orden de deportación.

También advierte que los solicitantes y/o beneficiarios de asilo que sean denegados “ya no estarán en un periodo de estadía autorizada y, si no salen de los Estados Unidos, la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) podrá emitir una Notificación de Comparecencia (NTA) para que se presenten ante un juez (de inmigración en un caso de deportación».

El gobierno dice además que la USCIS enviará las cartas de rechazo “para garantizar un aviso adecuado con respecto al período de estadía autorizada, verificar el cumplimiento de los viajes o validar la salida de los Estados Unidos”.

Univisión


En medio del caos y desorden, caravana migrante deja la CDMX

En medio del caos y en desorden, un grupo de migrantes centroamericanos, principalmente hondureños, decidió este viernes reanudar su caravana que los lleve a Estado Unidos.

Entre gritos de “vámonos, vámonos, hay que cumplir nuestra meta de llegar a Estados Unidos”, este grupo de centroamericanos entró de manera ordenada a la estación Ciudad Deportiva del Metro para dirigirse al Toreo, con el fin de partir hacia Querétaro.

Cerca de la 5:30 horas empezaron los gritos de “vámonos, vámonos”. Algunos hicieron caso, levantaron a sus familiares y de inmediato se alistaron a guardar las pocas pertenencias que llevan.

Varios de ellos, que se negaron a proporcionar sus nombres, denunciaron que se había roto el acuerdo de la asamblea de reanudar la marcha que los llevará hacia Estados Unidos, pues algunos decidieron quedarse aún en la Ciudad de México y salir hasta el día de mañana.

Otros, en cambio, decidieron que van a salir de la Magdalena Mixhuca alrededor de las 10:00 horas de hoy y continuar con su marcha hacia la tierra prometida.

Algunas madres de familia, junto con sus hijos, están a la espera de que lleguen los autobuses que los lleven en primera instancia a Querétaro.

Sin embargo, la mayoría de ellos va continuar su marcha caminando para llegar primero a Querétaro, luego a Guanajuato, San Luis Potosí y Tijuana.

El contingente de migrantes se dividió en pequeños grupos para abordar el Sistema de Transporte Colectivo Metro.

La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos capitalina, Nashieli Ramírez, dijo que se va a respetar la decisión que tomen los migrantes, y se les dará todo el apoyo que requieran para continuar su caminata o para aquellos que decidan aún quedarse en las instalaciones de la Magdalena Mixhuca y reanudar su marcha el día de mañana.

Algunos centroamericanos acusaron a otros grupos de querer dividir la caravana y “de dar un golpe de Estado” para no respetar el acuerdo al que se había llegado anoche de salir hoy a las cinco de la mañana hacia el estado de Querétaro.

En tanto, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina resguardan el campamento de centroamericanos que han permanecido en los últimos días en las instalaciones de la Ciudad Deportiva.

Las mujeres migrantes son las más enojadas, pues de alguna manera sus compañeros las están dejando solas junto con sus hijos, y tienen el temor de que se pierdan en el trayecto.

Por solicitan a las autoridades mexicanas les proporcionen camiones de pasajeros con el fin de garantizarles su seguridad.

Poco a poco, los grupos de migrantes de los países centroamericanos que integran la caravana empiezan a abordar el Metro para dirigirse al Toreo acompañados por personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Razón


Caravana migrante sale fragmentada de Ciudad de México hacia EE. UU.

La principal caravana de migrantes centroamericanos que desafía al presidente Donald Trump con su caminata hacia Estados Unidos se fragmentó nuevamente en Ciudad de México, donde cientos reanudaron su camino este viernes mientras el grueso permanece en un albergue esperanzados de conseguir autobuses para llevarlos.

La noche anterior, en una asamblea se había decidido mayoritariamente que salían de la capital luego de fracasar en su pedido de que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) los dotara de 150 autobuses para facilitar su camino.

Pero de los más de 5.500 migrantes, en su mayoría hondureños, alojados en un albergue instalado por la alcaldía desde el fin de semana, sólo unos cientos reanudaron este viernes su marcha hacia la frontera norte de México, constató la AFP.

Le dijimos a (las agencias de) la ONU que no los queremos volver a ver en nuestra caravana, nos han engañado», dijo Noé Martínez, un hondureño de 33 años que junto con otros migrantes que permanecen en el albergue dieron una rueda de prensa.

Este grupo, que asegura representar a migrantes de sus respectivas regiones de origen, acusó a la ONU de haberlos «abandonado» y acusaron al equipo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien alguna vez les prometió trabajo en México, de no cumplir su palabra.

«Hicimos una solicitud de encuentro con él o con su gente, pero fue rechazada directamente, nos dijeron que no teníamos derecho de tener una charla con ellos», aseguró el hondureño Rubén García.

Los migrantes que permanecen en el albergue instalado por la alcaldía en un centro deportivo, donde se les proporciona alimentos y atención médica, sostendrán un encuentro con «una persona», que rechazaron identificar, que les prometió tratar de conseguir 70 autobuses para las mujeres, niños y personas heridas o mayores.

Los que partieron lo hicieron al amanecer, la gran mayoría eran hombres jóvenes pero también se observó a algunas familias.

“Nos vamos porque ya no podemos estar ahí esperando, solo nos dicen mentiras de que nos van a dar buses y nosotros pasando hambre, frío”, dijo a la AFP Socorro Díaz, una hondureña de 32 años que decidió partir con sus niños de 4 y 7 años.

El primer grupo
La caravana partió el 13 de octubre de San Pedro Sula escapando de la pobreza y la violencia y ha recorrido más de 1.500 km, la mayor parte a pie. Le siguen dos grupos más con unos 2.000 migrantes cada uno.

Estos centroamericanos están decididos a llegar a Estados Unidos pese a que el presidente Donald Trump, que los tacha de protagonizar una «invasión», ha advertido que no se dará asilo a quienes ingresen ilegalmente.

En la frontera con México ya han sido desplegados unos 4.800 militares a la espera de la llegada de las caravanas.

La alcaldía les facilitó trenes completos del metro para viajar sin paradas hasta el límite con el Estado de México y al mediodía caminaban sobre una amplia avenida que conduce hacia la autopista al estado de Querétaro.

«¡Gracias México!», gritaban los migrantes mientras se arremolinaban, con niños y ancianos, en los andenes del metro.

Los centroamericanos lucían cansados y llevaban a cuestas grandes mochilas con ropa, cobijas, y cosas personales.

«Llevo ropa, los juguetes de los niños y la foto de mi difunta esposa, por ellos es que Dios mediante voy a llegar a la frontera y hasta Estados Unidos. Prefiero morir a darles una mala vida» dijo Justin Cortez mientras caminaba apurado agarrando de la mano a sus gemelos de diez años. Su esposa fue asesinada por las maras violentas que han empujado muchos de los migrantes a huir.

Los migrantes se dirigen hasta la caseta de peaje de la autopista, por donde transitan a toda velocidad tráilers cargados con toneladas de mercancía.

Ahí pedirán a los vehículos que pasan les permitan subir para adelantar varios kilómetros, como hicieron en las carreteras del sur del país. Un joven murió al caer de un camión de carga, por lo que la policía federal que sigue la marcha prohíbe que vayan colgados.

Otro de los debates ha sido la ruta ha seguir hacia la frontera norte, de 3.200 km de largo y en la cual lo mismo hay un desierto, considerado una trampa mortal, y montañas imposibles de atravesar.

«Nosotras las madres que llevamos hijos les decimos que la ruta más segura es Tijuana», dijo una mujer en la asamblea.

Tijuana, en la costa del Pacífico, está a unos 2.800 km de Ciudad de México, la ruta más larga y una de las fronteras más vigiladas por Estados Unidos.

La ruta más corta, de 1.000 km, es hacia Tamaulipas, en la costa del Golfo de México, pero es la más peligrosa por la presencia de cárteles de las drogas. En el 2010 fueron asesinados ahí un grupo de 72 migrantes.

La Nación


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