Richard Arce, congresista peruano: “Sólo una nueva Constitución ayudará a cambiar este modelo de corrupción”
Entrevista a Richard Arce, congresista peruano
Por Gerardo Szalkowicz y Lucio Garriga (*)
Los últimos cinco presidentes de Perú están presos, procesados o prófugos de la Justicia. Ahora se sumó la detención con tres años de prisión preventiva para Keiko Fujimori, hija del dictador y principal referente de la oposición. Cada día se multiplican los escándalos de corrupción que envuelven a buena parte de la clase política y el poder judicial. En este escenario de profunda crisis de representatividad, el congresista Richard Arce, vocero de la bancada de centro-izquierda de Nuevo Perú, asegura que “todos los poderes del Estado están seriamente cuestionados” y evalúa que la única salida pasa por implementar reformas estructurales y cambiar la Carta Magna heredada del fujimorato: “Esta Constitución ha sido diseñada para poder defender intereses empresariales por encima del interés del país”.
-¿Cómo está impactando en la vida política y en la sociedad peruana la corrupción estructural que atraviesa a la clase dirigente?
-Hay mucha indignación con lo que viene ocurriendo. Un sector importante de la política se ha pervertido, sobre todo con este mega escándalo que se llama Lava Jato y abarca a los últimos cuatro gobiernos. Alejandro Toledo, que recibió una coima de 20 millones de dólares para favorecer a Odebrecht en la construcción de una vía asfaltada que une el Perú con Brasil; Alan García, por una coima de más de ocho millones de dólares que recibieron altos funcionarios de su gobierno; en el caso de Ollanta Humala son tres millones de dólares que se han pagado para financiar su campaña y después se le han otorgado licitaciones sobrevaloradas; y también está involucrado Pedro Pablo Kuczynski por haber utilizado sus empresas para favorecer obras públicas cobrando jugosas comisiones.
En ese marco, también está involucrada Keiko Fujimori, relacionada con el financiamiento ilegal de campañas políticas. Hablan de un millón de dólares que habría pagado la empresa Odebrecht y que después ese dinero entró al sistema financiero a través de aportantes falsos. Realmente todo es un gran escándalo de corrupción que deja muy mal parado a un sector de la clase política tradicional. Eso es contra lo que estamos peleando desde la bancada de Nuevo Perú en el Congreso. Un Congreso que, para desgracia, tiene mayoría de esta gente que está involucrada en casos de corrupción.
– ¿Cómo juega el descreimiento de la población en la política a partir de esta situación?
-Claramente estas circunstancias generan un fuerte rechazo a toda la política porque la percepción de la población es que todos los políticos están involucrados. Afecta la gobernabilidad porque si las autoridades están cuestionadas pierden legitimidad y eso pone en riesgo el funcionamiento de la institucionalidad. Además hay un serio cuestionamiento a nuestro sistema de justicia porque los procesos judiciales son largos, engorrosos y la impunidad es lo que ha estado prevaleciendo, y esto genera desazón en la población. Evidentemente están seriamente cuestionados todos poderes del Estado porque la población se da cuenta cómo la corrupción ha ido enquistándose. Los partidos políticos se han vuelto una especie de membrecía para poder canalizar intereses particulares.
-¿Cómo analizan desde Nuevo Perú la propuesta del presidente Martín Vizcarra de impulsar una reforma política y judicial a través de un referendo y su discurso anticorrupción?
-Creemos que es un buen punto de partida. La población se siente traicionada por sus autoridades y en ese marco ha sido interesante esta propuesta. Es importante la participación ciudadana y qué mejor que sea a través de un referéndum. Pero hay que dejar en claro que esto no va a resolver el problema de la corrupción. Nosotros proponemos que se cambie la Constitución, tenemos una Constitución de 1993 impuesta por Alberto Fujimori y el siniestro personaje que tenía de asesor, Vladimiro Montesinos. Esta Constitución ha sido diseñada para poder defender intereses empresariales por encima del interés del país y ha permitido todo este ambiente de corrupción. Nuestro cuestionamiento abierto es incluso a este modelo, un modelo que refrenda esta Constitución. Por eso planteamos que sólo una nueva Constitución cambiará las reglas de juego y ayudará a cambiar este modelo de corrupción. Sería un nuevo contrato social que garantice una mejor visión del país. Entonces: nosotros apoyamos la iniciativa del presidente Vizcarra pero somos críticos. Queremos cambios estructurales. Con las cuatro reformas planteadas no se va a resolver el problema de la corrupción.
-¿El encarcelamiento de Keiko Fujimori y la anulación del indulto a su padre puede significar el ocaso del fujimorismo?
– La política clientelar que desarrolló Alberto Fujimori en la década de los ´90, con la utilización de dineros del Estado para favorecer intereses particulares y que de manera populista implementó algunos programas, ha generado cierta credibilidad y eso ha permitido que en el tiempo el fujimorismo siga vigente. Ahora cayó mucho la imagen de Keiko Fujimori, hoy tiene una imagen positiva del 5% que es un número muy bajo para la historia del Perú. Es cierto que está perdiendo espacio real dentro de la política pero es difícil decir que es el final del fujimorismo. A comienzos de este milenio pensábamos que iba a desaparecer el fujimorismo luego que se conocieran los videos que mostraban claramente la podredumbre que existía dentro del gobierno de Fujimori, pero pasó lo contrario, permitió reordenar sus fuerzas y en la última elección presidencial perdió sólo por 40 mil votos. Igualmente, creo que la población se está dando cuenta de cuáles eran los verdaderos intereses de esta agrupación política que llegó al extremo de blindar a personajes cuestionados y no permitió el desarrollo normal del Congreso en la labor de fiscalización y control político.
(*) Entrevista realizada en el programa “Al sur del Río Bravo” que se trasmite los martes de 15 a 17hs por Radionauta FM 106.3 (www.radionauta.com.ar)