Inicia en EEUU el juicio contra »El Chapo» Guzmán, líder del cartel de Sinaloa

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Juicio contra “El Chapo” Guzmán tendrá gran despliegue de seguridad

Este lunes, Nueva York será escenario de un gran despliegue de seguridad en el inicio del juicio por narcotráfico contra el mexicano Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo», considerado por el Gobierno de Estados Unidos como «extremadamente peligroso» por ser el líder del cartel de Sinaloa.

Las medidas van desde las condiciones extremas de su encarcelamiento hasta su transporte a la corte, y se extienden más allá para proteger a los miembros del jurado y a los testigos de una posible venganza del presunto capo, del que las autoridades temen que use sicarios para secuestrar y asesinar a quienes se atrevan a hablar en su contra.

Sus abogados rechazan que su cliente represente una amenaza para testigos o jurado debido a las extremas medidas de seguridad con las que se le mantiene, en una celda en aislamiento, lo que según uno de ellos, Eduardo Balarezo, hace imposible que pueda tener contacto con sus socios del narcotráfico.

Guzmán, de 61 años, está en el ala más segura del Metropolitan Correctional Center en Manhattan, una de las prisiones más seguras del país, donde es mantenido 23 horas en una celda de 18 metros cuadrados en la que nunca se apaga la luz, con una pequeña ventana opaca que no le permite ver el exterior.

Tampoco tiene contacto con otros presos, ni con su esposa, y no sale al patio debido a su historial tras haberse fugado en dos ocasiones de cárceles de máxima seguridad en México, la última de ellas a través de un túnel al que accedió desde su celda.

Sólo se le permite una hora para ejercitarse y una llamada mensual de 15 minutos a su madre y hermana que es escuchada por las autoridades. También cuenta con una Biblia y un diccionario de inglés a español.

A sus abogados tampoco se les permite tener contacto físico con su cliente, lo que alegan ha sido un obstáculo para preparar su defensa, y ni siquiera a sus hijas de siete años que le han visitado, ya que todo ocurre en una habitación con una pared de vidrio, desde la cual Guzmán sólo puede mantener una conversación.

Algunos reos que han estado en sus mismas condiciones han calificado la sección 10 South de la cárcel en la que se encuentra de «cámara de tortura».

Sus traslados a la corte federal de Brooklyn, donde se lleva el proceso en su contra para audiencias previas al juicio, han sido un dolor de cabeza para los neoyorquinos que utilizan el puente de Brooklyn, cerca de la cárcel donde «El Chapo» espera su juicio, ya que se cierra mientras dura el recorrido del convoy de coches y policías fuertemente armados, lo que genera problemas en el tráfico.

Además, la comitiva del traslado siempre es vigilada desde un helicóptero policial.

Esas medidas se repetirán ahora dos veces al día, y en horas punta, mientras dure el juicio, que podría extenderse hasta 3 o 4 meses.

Sus abogados pidieron que a Guzmán se le trasladase a otra jurisdicción para evitar el aparatoso operativo, que alegan va en contra de la imagen de su cliente, lo que fue rechazado por el juez Brian Cogan que preside el caso.

Aunque el juez se comprometió a trabajar en una solución con la policía para aliviar el problema en el puente, el juicio se inicia mañana con la incertidumbre de si el capo de la droga permanecerá en otra prisión federal en Brooklyn mientras dure el proceso o si se queda en Manhattan y buscan otras medidas de transporte.

Las medidas de extrema seguridad que rodean a Guzmán desde su llegada a EU también incluyen a la corte federal, donde se lleva a cabo el proceso judicial en su contra, que de por sí ya es un lugar que se mantiene vigilado por los agentes del tribunal.

Allí puede verse a agentes con armas largas y unidades caninas que custodian el lugar y se ha colocado un segundo detector de metales frente a la sala de Cogan, un proceso regular para los casos de narcotráfico en la esfera federal.

El objetivo es también proteger al jurado, que se mantendrá en el anonimato, y a los testigos en contra de «El Chapo».

Publimetro


Las 5 claves del juicio de «El Chapo» en Nueva York

El mexicano Joaquín Guzmán Loera, conocido como «El Chapo», quien durante mucho tiempo fue uno de los hombres más buscados por Estados Unidos siendo considerado uno de los más violentos capos de la droga, responderá a partir de este lunes por cargos de narcotráfico ante una corte federal en Nueva York.

Estas son las claves de un juicio que puede durar más de tres meses:

* EXTRADICIÓN: Tras haberse escapado en dos ocasiones de prisiones de máxima seguridad en México, «El Chapo», quien durante dos décadas lideró el Cártel de Sinaloa, según las autoridades, fue arrestado en enero de 2016 en México y extraditado a Estados Unidos un año después gracias a la autorización del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con la condición de que no se le impusiera la pena de muerte.

Guzmán Loera, quien batalló legalmente para evitar su extradición, llegó en enero de 2017 a Nueva York, a una de las seis jurisdicciones de Estados Unidos que le reclamaban, esposado y fuertemente escoltado por agentes de la Agencia Antidrogas (DEA) y del Departamento de Seguridad Nacional, en un avión militar que aterrizó en Long Island.

Fue llevado, con un convoy de vehículos hasta la cárcel federal en Manhattan, confinado en solitario y bajo extremas medidas de seguridad en las que está desde entonces.

Sus abogados creen que en el proceso de su extradición se violaron sus derechos.

* CARGOS: Los cargos de los que el Gobierno de Estados Unidos acusa a Guzmán Loera, que fue experto huyendo de las autoridades y cuya vida ha sido llevada a la televisión, se relacionan con el narcotráfico. Son once acusaciones y la principal es dirigir una empresa criminal de forma continua, que desde 2003 habría exportado y distribuido a Estados Unidos 457 toneladas de cocaína, heroína, marihuana y metanfetaminas.

La fiscalía presentará pruebas de que el capo, quien llegó a estar en la lista de los más ricos de la revista Forbes, está vinculado con decenas de asesinatos como líder del Cártel de Sinaloa, el principal exportador de droga a Estados Unidos desde México.

De acuerdo con las autoridades, como resultado de esa empresa criminal, Guzmán Loera posee una fortuna de más de 14.000 millones de dólares que buscan confiscar.

* GOBIERNO Vs DEFENSA: El Gobierno de Estados Unidos está representado en este proceso judicial por un grupo de fiscales liderados por Andrea Goldbarg, de origen argentino, de la fiscalía del distrito federal para el este de Nueva York, en Brooklyn, una experta en cómo operan los cárteles de México, una mujer «estricta, estudiosa y rigurosa con los procedimientos y los plazos que fija», según sus colaboradores.

A Joaquín Guzmán lo representa desde hace un año el abogado radicado en Washington, Eduardo Balarezo, un ecuatoriano nacido en Guayaquil pero con cuatro décadas en Estados Unidos y que tuvo entre sus clientes al narcotraficante mexicano Alfredo Beltrán Leyva, que cumple cadena perpetua en Estados Unidos tras declararse culpable.

Su colega en este caso es el estadounidense Jeffrey Lichtman, que abrió su despacho en Nueva York en 1999, y es conocido sobre todo por haber logrado que John A. Gotti, hijo del difunto líder mafioso de la familia Gambino, John Gotti, esquivase la cárcel al declararse nulo un juicio en el que se enfrentaba a varios cargos por crimen organizado.

Además, Guzmán Loera ha reclutado a los abogados William Purpura, que llega de la mano de Balarezo, y Marc Fernich, que trabajó antes con Lichtman.

* JURADO: La selección del jurado, que comienza mañana y puede durar varios días, figura como uno de los puntos claves de este proceso ya que se hará fuera de la vista pública, con una limitada presencia de miembros de la prensa en la sala del proceso.

Los miembros del jurado elegidos serán mantenidos en secreto por su seguridad, ya que se teme por la venganza de los socios de «El Chapo», una práctica de seguridad no muy común pero usada en otros casos en diferentes cortes del país.

El juez del caso, Brian Cogan, dijo que debido al historial de violencia de «El Chapo» mantendrá en secreto sus nombres, lugar de trabajo y direcciones, y que serán protegidos por policías de la corte armados desde y hasta sus hogares.

* TESTIGOS: La seguridad se extiende también a los testigos del Gobierno, entre ellos exsocios, subordinados o rivales de Guzmán Loera en su presunto imperio de la droga, algunos de los cuales cumplen sentencias en prisiones de Estados Unidos y se les mantiene en celdas protegidas o están bajo el programa de protección de testigos, con nueva identidad.

El Gobierno estadounidense teme que haya también actos de venganza contra ellos ya que los tentáculos del Cártel de Sinaloa se extienden mucho más allá de la frontera de México, por lo que los nombres de los testigos se mantienen en secreto, si bien algunos documentos públicos dan pistas sobre algunos de ellos.

El Universal

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