Costa Rica: sindicatos de educadores mantienen huelga contra la reforma fiscal

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Los sindicatos del sector educativo de Costa Rica no asistieron a una reunión convocada por el ministro de Educación, Edgar Mora, y anunciaron que se mantienen en la huelga indefinida contra una reforma fiscal que empezó el pasado 10 de septiembre.

Mora convocó a los sindicatos a una reunión este lunes para tratar de encontrar una salida a la huelga, pero ningún representante sindical acudió al llamado.

“Hemos tenido una serie consecuencias de la huelga que trascienden el mero hecho de que los docentes no lleguen a trabajar, consecuencias que impactan directamente a los estudiantes”, declaró Mora en una conferencia de prensa.

El funcionario pidió a los sindicatos sentarse a negociar y a los docentes volver a las aulas, pues hay atrasos con las calificaciones de los estudiantes desde el segundo trimestre del año.

Los sindicatos aseguran que se mantendrá en huelga hasta que un juez de Trabajo resuelva la apelación que presentaron en contra del fallo del pasado 9 de octubre que declaró ilegal la protesta en el sector educativo.

Ese fallo señaló que la huelga en el sector educación es ilegal, pues no fue pacífica a causa de los bloqueos de carreteras que los manifestantes causaron durante las primeras semanas.

El Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) publicó este lunes una carta en la que rechaza la reunión con el ministro aduciendo que están a la espera de la resolución de la apelación presentada sobre la ilegalidad de la huelga.

El pasado 10 de septiembre sindicatos de diversos sectores comenzaron una huelga indefinida en rechazo a la reforma tributaria que impulsa el Gobierno y que está siendo tramitada por el Congreso, que busca paliar el déficit fiscal.

Con el pasar de los días la huelga fue perdiendo fuerza y en la actualidad los docentes son prácticamente los únicos en huelga.

La participación de los educadores en el movimiento ha rondado el 70 por ciento desde el inicio.

Los sindicatos creen que la reforma es regresiva y golpea a las clases medias y bajas, pero el Gobierno afirma que el 80 por ciento de los nuevos ingresos provendrán del 20 por ciento más rico de la población.

El plan convierte el impuesto de ventas del 13 por ciento en uno de valor agregado (IVA) de la misma tasa pero que gravará los servicios y, de manera diferenciada, algunos productos que antes estaban exentos.

También incluye cambios en el impuesto sobre la renta, en la renta de capital, la renta global y medidas para reducir el gasto público, como por ejemplo la disminución de pluses salariales.

La reforma fiscal fue aprobada en primer debate en el Congreso el pasado 5 de octubre, pero el proyecto se encuentra en estudio de la Sala Constitucional, de cuyo pronunciamiento dependerá que los diputados puedan efectuar la segunda y definitiva votación.

El País


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