Brasil: izquierda y progresismo a la calle, que es nuestro lugar – Por Carta Maior
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
En primer lugar, estamos juntos. Sí, perdimos la elección, Jair Bolsonaro fue elegido con 57,7 millines votos (55% de los válidos) frente a los 47 millones (44%) de Fernando Haddad. Sí, la suma de blancos y nulos fue la mayor registrada desde 1989. Observando la totalidad de votos, de los 147,3 millones de electores, los votos en blanco (2,14%), nulos (7,43%) y las abstenciones (21,3%, sumaron más del 30% del total. Números que levantan múltiples cuestión que demandarán, a su tiempo, sólidos y profundos análisis, considerando las varias fuerzas envueltas en esta disputa electoral, incluyendo las cuestiones geopolíticas que no pueden ser ignoradas. Lo importante, en este momento, es enfocarnos en las conquistas de este período electoral, que no fueron pocas. En mis 73 años no conocí otro momento histórico, en el que la izquierda y los progresistas hayan alcanzado tan elevado grado de unión. Y todo indica que ella sólo tiende a aumentar de aquí en adelante. Fue emocionantes acompañar a Manuela y Boulos, a lo largo de toda la campaña, demostrando tamaño compromiso político e ideológico. Con toda su vida política por delante, dieron otra estatura a la campaña de Haddad que, sin sombra de dudas, salió de la campaña como uno de los nuevos líderes principales del momento poselectoral. El progresismo no está partiendo de cero, ni está en tierra arrasada. Estamos unidos y tenemos con quién dialogar: 47 millones de brasileños que votaron por el campo popular, que quieren un Brasil más justo e igualitario, a los que se deben sumar 31 millones que se recusaron a votar, un amplio sector en disputa. De acuerdo con las urnas, se confirmó que el Nordeste sabe lo que quiere y tiene certeza del futuro que el país necesita. El Partido de los Trabajadores consiguió, asimismo, elegir la mayor bancada en el Congreso Nacional y el mayor número de gobernadores. No se puede dejar de mencionar que también el PSOL tuvo un crecimiento y pasó de seis a 10 diputados federales, y 18 diputados estaduales en 11 estados, aunque el PCdoB, el PCB, PSTU y el PCO no lo lograron. Estos datos exigen calma y análisis sólidos, tarea para los intelectuales, cientistas políticos, economistas, historiadores. que, diariamente, a lo largo de toda la campaña alertaron sobre los riesgos que se corrían. Como afirma Pepe Mujica, “la única lucha que se pierde es la que se abandona”. La construcción de una Frente Democrático, con un programa claro, bien difundido, discutido, acordado y apropiado por la inmensa parte de la población brasileña que se unió en la segunda vuelta electoral, debe ser llevado al Congresso Nacional. La conformación del Frente es de suma importancia para poder enfrentar los ataques que ciertamente vendrán, y para avanzar en una propuesta propia de Brasil. A todos los movimientos y liderazgos populares y sociales, sindicales y partidarias, activistas y entidades de la sociedade civil, profesionales de la cultura, de la comunicación, Fernando Haddad les pasó un recado: “No tengan miedo, nosotros estaremos aquí. Estamos junto, nos abrazaremos a la causa de ustedes. Cuenten con nosotros. ¡Coraje!, pues la vida está hecha de coraje”. Frente a una multitud de manifestantes en la avenida Paulista de Sao Paulo, Guilherme Boulos también pasó su recado: «Reconocemos el resultado de los elecciones, Bolsonaro fue elegido presidente, no emperador de Brasil. Y un presidente tiene que respetar las libertades democráticas, la libertad de expresión, las oposiciones y no decir que ellas van a ocupar las cárceles o irán al exilio. Nosotros vamos a las calles que es nuestro lugar de lucha por nuestros derechos y por la democracia”. La construcción de una Red de la Legalidad Virtual, para difundir cuestiones de fondo necesarias tanto para el enfrentamiento a las amenazas del momento como para el fortalecimiento de la oposicón, que haremos en los próximos cuatro años. No podemos parar, no podemos retroceder ni un milímetro. Precisamos encontrar las alternativas posibles para contribuir, de la mejor manera posible, con la lucha por nuestros derechos, contra la violencia, la ignorancia crasa y la corrupción que marcarán el próximo gobierno. El desafío es inmenso y ya lo alertábamos como el principal problema de los medios alterantivos: el hecho de hablar para los convencidos y para algunos demócratas dispersos, La Red de la Legalidad, única alternativa en 1961, no fue recreada hasta ahora en la dimensión necesaria. Por ello urge formular una Red de la Legalidad Virtual colaborativa, con la participación activa de militantes y demócratas. Precisamos reestructurar el ambiente virtual con suficiente capacidad de difusión de contenidos (textos, vídeos, memes audios, etc.), producidos por militantes dispersos en todo el país, preferencialmente, a partir de una línea editorial previa, a ser creada y distribuida por la actual red de prensa alternativa. Para que eso funcione, es fundamental la concordancia y apoyo de los cuadros de izquierda que se destacaron en esta elección. La guerra que enfrentaremos transciende a los partidos. Solitos, los medios alternativos no podrán llevar adelante la misión: se necesita la colaboración de todos (*) Director de Carta Maior. |
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