Costa Rica: la reforma fiscal avanza en el Congreso a pesar de la huelga
Plan fiscal avanza pese a presiones
La presión de los sectores que se oponen al plan fiscal y que se manifiestan a las afueras de la Asamblea Legislativa y en la barra del público del Plenario genera poca o ninguna reacción en los diputados, pues continúan avanzando sin mucha demora en la aprobación del expediente 20.580.
Este martes nuevamente, las bancadas que se oponen al plan fiscal (FA, PIN, Restauración y Republicano) intentaron sin éxito aprobar mociones al texto para por ejemplo exonerar la canasta básica, las medicinas, la salud privada y los impuestos a la electricidad y consumo de agua.
Sin embargo, a pesar de que se conocieron 59 mociones, ninguna fue aprobada. El día lunes se conocieron 81 mociones y hasta el momento solo cuatro han sido aprobadas.
También hubo polémica con una moción del diputado José María Villalta que buscaba modificar la amnistía tributaria que se le introdujo al texto.
El frenteamplista leyó en el Plenario una nota de DIARIO EXTRA que informa cómo este procedimiento beneficiaría a empresas como la Cervecería Costa Rica.
Esta estuvo a punto de ser aprobada, pero finalmente no contó con el apoyo.
Carteles con mensajes como “Legislen para el pueblo, no para al evasor”, o “Que paguen los evasores, no los trabajadores”, se acompañaban de gritos y señalamientos a los diputados que están a favor de la reforma.
POLÉMICA CON EDUCACIÓN PRIVADA
Aunque se pensaba que este martes el Congreso iba a conocer la moción de la diputada socialcristiana María Inés Solís para gravar con un 30% de renta a las grandes cooperativas, lo que incluso hizo ver a personal del lobby cooperativo en los pasillos legislativos, una polémica con la educación privada impidió llegar a esa moción.
El problema es que el actual texto del expediente 20.580 que se discute en el Plenario tiene la ambigüedad de, por un lado, exonerar en un inciso a la educación privada y, por otro, gravarla con el 2% del IVA.
En el capítulo de exoneraciones se establece que no se gravaría “los servicios de educación privada, preescolar, primaria, secundaria, universitaria, parauniversitaria y técnica”.
Esto luego de que se aprobó una moción del diputado Dragos Dolanescu del Republicano Social Cristiano en la Comisión Fiscal.
Pero luego de que en esa misma comisión se aprobara una moción del PAC que permitió gravar de nuevo la canasta básica, también quedó en el texto el impuesto a la educación privada.
Es decir, la educación privada queda en un limbo y no hay una moción de reiteración presentada que arregle la incongruencia.
El diputado socialcristiano Pedro Muñoz, por su parte, presentó una que se aprobó para su revisión, pero esta generó otra polémica porque de acuerdo a como está redactada lo que haría, por los incisos que toca del texto, sería elevar el IVA que pagan las compras de bienes y servicios de las universidades públicas, variando del 2% al 13%.
Muñoz quería corregir el problema del texto con la educación privada, pero contó que los incisos del proyecto actualizado habían cambiado.
Lo anterior atrasó una hora la revisión de otras mociones, hasta que finalmente acordaron votarla en contra y pedir un criterio al departamento de Servicios Técnicos.
SESIÓN EL JUEVES
Hoy será el sexto y último día para conocer las mociones en la sesión extraordinaria. En la tarde no se podrán conocer debido a que los días miércoles son únicamente para reformas de tipo constitucional.
Por ello se aprobó una moción para sesiones también de forma extraordinaria el día jueves en la mañana.
El jefe de fracción del PAC, Víctor Morales Mora, descartó que se pueda aprobar el plan fiscal en primer debate esta misma semana, aunque la esperanza es que se haga entre el lunes o martes de la próxima.
Una vez conocidas las mociones, lo que sigue es la discusión por el fondo, donde cada diputado podrá hablar 10 minutos. Es decir, si todos hablan serían 9,5 horas.
VENDEPATRIAS
Como ya ha sido costumbre en estas sesiones, los opositores al plan fiscal esperan a la salida de los diputados para gritarles y señalarlos como “vendepatrias”.
La situación no pasó a más y gracias al operativo policial, los legisladores salieron sin mayores problemas del recinto.
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