Chile: huele mal en la Jaula segura – Por Felipe Rojas (especial para NODAL)
Por Felipe Rojas *
Pasan y pasan los días, desde que aquel artificio mediático “Aula Segura” fue presentado con bombo y platillos desde La Moneda.
Para contextualizar a quiénes aún no lo conocen, consiste en un proyecto de ley, de artículo único, que busca permitir a directores, la expulsión inmediata de estudiantes, cuando éstos incurran en ciertas causales de violencia.
La situación es una muestra deliberada de ignorancia, porque la legislación vigente ya contempla la expulsión y también un proceso racional que permite la participación de varios actores de la comunidad en la decisión final de estos casos, delegando entonces, la responsabilidad de evaluar a los docentes y emplazando a actuar a la fuerza pública en las situaciones que ameriten.
El gobierno por su parte, sigue coleccionando buenas fotos y postales de Europa, teniendo solo reacción, cuando la cámara alta de nuestro país declaró inconstitucional el proyecto. ¿Y cuál fue su reacción? Delirar a través de redes sociales, desvelando las reales intenciones del gobierno con este burdo proyecto: criminalizar la protesta estudiantil en general y dar sensación de gestión, o mano dura, para evadir el debate que siempre le ha complicado al Señor Piñera; la educación.
Quiénes sufrimos la violencia en nuestras comunidades la condenamos categóricamente, aunque el oficialismo quiera instalar lo contrario. Viene a la mente la inoportuna frase de la presidenta de la Unión Demócrata Independiente (UDI) que hace un tiempo dijese que el Museo de la Memoria estaba cooptado y contaba una sola realidad, pero al ser consultada de si lo había visitado, ella sin ninguna vergüenza asumiera que jamás ha ido.
La derecha indolente, no conoce lo que significa que un grupúsculo de encapuchados se enfrenten belicosamente contra carabineros, exponiendo a la violencia a compañeros, profesores, auxiliares y tantos más que componen comunidades, que a su vez, por el contacto periódico, desarrolla lazos tan fuertes como los familiares. Pero eso poco importa para sus operadores políticos, que les es más cómodo utilizar la estrategia Goebbels, de la Alemania nazi, para crear un enemigo ficticio a quién toda la ciudadanía naturalmente pueda condenar, escondiendo la agenda del gobierno detrás y su ineficacia para abordar la crisis en la educación.
Es importante que los ciudadanos sepan que no ha pasado una varita mágica en el país tras las fiestas y feriados; nuestro Chile sigue sufriendo y hay dos situaciones que me siento obligado a exponer:
Primero, la catástrofe ambiental en Quintero – Puchuncaví, una zona de sacrificio en la cual el normal desarrollo de sus actividades se ve diariamente interrumpida por la emanaciones de tóxicos, que provocan inmediatamente deterioro grave a la salud de la población; tales como desmayos, vómitos sangrientos, parálisis y náuseas. Y por favor, no me digan que encapuchados son los que impiden las clases allá, o protestas y paros. No. Es la inoperancia del gobierno que nos tiene con docenas de menores de edad en hospitales, todos los días, que ni siquiera tienen especialistas.
Y no, tampoco es un problema nuevo o un artificio de los malulos zurdos. Existe un precedente igual de atroz y también con la misma capacidad de gestión: Antofagasta. Y allá, también es recurrente que los liceos cancelen sus clases a minutos de empezar, porque funcionarios y estudiantes se desmayan o comienzan a presentar síntomas de intoxicación. Pero el ejecutivo no se pronuncia pese a las advertencias de expertos.
Ya, quizás estamos siendo “mala leche” y no dando la oportunidad al gobierno de trabajar ¿No? Pero saben, el gobierno incluso ha sido incapaz de llevar a cabo su propia agenda. Si analizamos hacia atrás, había una fascinación casi parafílica con los niños y el SENAME, ahora ya a casi un año de instalados, poco y nada han hecho. Dos datos relevantes sobre eso son el 70% de niños de dicho servicio que no asisten ni están matriculados en ningún establecimiento educacional y el segundo dato, corre por cuenta de la Subsecretaria Caro Bown, quién en exposición ante el congreso reconoce que en el nuevo servicio de protección de la niñez “algunos derechos no serán plenamente garantizados”.
Parece que los tiempos mejores se empiezan a desinflar cada vez más rápido. Los medios tradicionales y el humo no podrán callar una vez más a quiénes se indignan ante tanta injusticia.
* Coordinador nacional de la Coordinadora nacional de estudiantes secundarios de Chile (CoNes)
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