La inflación de septiembre fue del 6,5% y acumula 40,5% en un año

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El Indec midió una suba general de precios de 6,5 por ciento en septiembre, por debajo de varias de las estimaciones privadas. El número iguala la mayor marca de inflación difundida por el Indec durante la gestión de Cambiemos, en abril de 2016, que a su vez fue la más alta desde abril de 2002, en plena salida del régimen de convertibilidad. El principal aporte a la inflación mensual de septiembre provino del rubro alimentos y bebidas, seguido de prendas de vestir y transporte. El traslado de la devaluación del peso que se produjo en agosto es el primer factor de tracción de los precios, junto al aumento de combustibles y colectivos y trenes metropolitanos. En nueve meses, la suba de precios acumula un 32,4 por ciento, mientras que la interanual arroja un alza de 40,5 por ciento. Productos centrales de la canasta básica como fideos, aceite, pan y arroz subieron por arriba de un 15 por ciento en apenas 30 días.

La inflación de este año no sólo está traccionada por la suba de tarifas, componente que predominó en 2017, sino también por los “precios núcleo”, que no incluyen los estacionales (como frutas y verduras) ni los regulados (servicios públicos). El IPC núcleo creció 7,6 por ciento en septiembre y acumula un 38,9 por ciento en doce meses. Por su parte, los servicios públicos, al calor de la política de ajuste de subsidios, acumulan en la comparación interanual un incremento del 52,5 por ciento.

El componente más importante de la inflación núcleo es alimentos y bebidas, que además impacta de lleno en las canastas de pobreza e indigencia, que definen la evolución de los índices de pobreza e indigencia. Alimentos y bebidas subió 7 por ciento en septiembre, acumula un alza del 35,8 en nueves meses y un 40,4 por ciento en el interanual. Según el Indec, en septiembre los fideos secos subieron un 20,1 por ciento, al igual que las hamburguesas congeladas. El aceite de girasol subió un 17 por ciento, mientras que pan francés, arroz y pollo lo hicieron un 16,7 por ciento mensual. La harina creció un 11,7; la carne picada, un 7,7 por ciento y la leche en polvo entera subió un 8,6 por ciento mensual. En el último año, la harina subió casi un 150 por ciento y los fideos secos, un 74,6 por ciento, según el Indec. El arroz lo hizo en un 55 por ciento; el aceite de girasol, un 70,3 por ciento y el pollo, un 54,6 por ciento.

El rubro que mayor incremento presentó en septiembre fue transporte, con el 10,4 por ciento. Transporte acumula en nueve meses un alza de 47,4 por ciento y de 58,8 por ciento en la comparación interanual. El incremento mensual se explica por la quita de subsidios implementada por el Ministerio de Transporte, que motivó una suba del boleto de colectivo entre un 10 y un 12 por ciento sólo en septiembre, mientras que el tren lo hizo alrededor de un 20 por ciento. La suba del colectivo acumula en el año un 117 por ciento, desde los 6 pesos de enero. Las naftas también subieron a lo largo de septiembre. Tanto transporte público como combustibles volvieron a subir en octubre.

Por otro lado, el capítulo de prendas de vestir y calzado subió un 9,8 por ciento aunque en la comparación interanual todavía está 12 puntos porcentuales por debajo de la inflación general. Similar a la ropa fue la suba de equipamiento y mantenimiento del hogar, ambos afectados por el impacto cambiario en los insumos difundidos utilizados en la producción.

El 6,5 por ciento de inflación del Indec quedó por debajo de varias de las mediciones de las consultoras. Por ejemplo, Elypsis, que dirige el economista oficialista Luciano Cohan, calculó que la suba de precios en septiembre había sido de 7,3 por ciento, mientras que la UMET calculó un avance de 6,7 por ciento. Para Orlando Ferreres, el alza de precios fue del orden del 7 por ciento, aunque Eco Go y Ecolatina midieron una suba del 5,5 y del 6 por ciento, respectivamente. El CESO publicó una suba de 7,7 por ciento.

El capítulo de salud subió en septiembre un 4,5 por ciento empujado por la inflación en medicamentos. Según la entidad Consumidores Libres, la cafiaspirina acumula en el año una suba de 67 por ciento; los remedios para la diabetes, un 57 por ciento y 53 por ciento los de la tiroides. Por otro lado, el rubro de restaurantes y hoteles subió un 5,7 por ciento en septiembre y los servicios públicos de gas, electricidad y agua lo hicieron en un 2,3 por ciento. En octubre comenzó a regir un incremento del gas.

En función de la continuidad en el efecto arrastre del dólar sobre los costos internos, el incremento de la tarifa del gas, transporte público, naftas y prepagas (que subieron un 8 por ciento), entre otras cosas, se espera que la suba de precios de octubre ronde el 4/5 por ciento, con lo cual la inflación en diez meses sería del 38 por ciento. Para la consultora Ecolatina, el IPC cerrará en 47/48 por ciento este año.

Página 12


Abriendo el paraguas: Dujovne dijo que la inflación de octubre será las más alta del año

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo ayer por la tarde que la inflación de septiembre, del 6,5%, y la de octubre, serán las más altas del año.

El funcionario reaccionó de esta forma, ante los tremendos y dramáticos números arrojados por el INDEC este miércoles. Además, en desconcertantes apreciaciones que no se ven reflejadas en las góndolas de los supermercados, dijo que «la inflación de los últimos diez días muestra que la presión en los precios está disminuyendo».

En diálogo con Cronista.com, Dujovne reconoció que en octubre el costo de vida aún será elevado, por la suba del dólar de fines de septiembre.

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Fuerte caída en el consumo de alimentos básicos y medicamentos

La fuerte suba de precios registrada en los últimos meses está forzando una modificación en los hábitos de consumo. Según una encuesta realizada el mes pasado en el Area Metropolitana de Buenos Aires por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y el Instituto Proyección Ciudadana, el 34 por ciento disminuyó el consumo de lácteos, el 54 el de carnes, 63 de frutas y verduras, 44 de gaseosas, jugos y soda, 69 de salidas y esparcimiento, 39 de combustible y 23 por ciento de medicamentos. En todos los niveles socioeconómicos (alto, medio, bajo) hubo un porcentaje relevante de encuestados que disminuyó las cantidades consumidas. En términos generales, mientras que los de nivel socioeconómico bajo redujeron más el consumo en productos de primera necesidad, los sectores medios y altos lo hicieron en salidas recreativas y combustibles.

La carne es uno de los alimentos que más se recortó dentro de la canasta familiar. El 54 por ciento de los encuestados disminuyó su consumo, el 40 lo mantuvo igual y sólo el 5 por ciento incrementó su consumo. Al analizarlo por nivel socioeconómico se observa que el 35 por ciento de la clase alta redujo su consumo mientras que en la clase baja ese porcentaje trepa al 59 por ciento. Según el Indec, los precios de los principales cortes de carne treparon durante el último año entre 35 y 45 por ciento sobre valores que ya eran relativamente altos respecto de otros alimentos que si bien registraron un mayor aumento son más baratos en términos absolutos. Por ejemplo, el kilo de asado trepó en los últimos doce meses de 124,08 a 166,96 pesos (34,6 por ciento), la carne picada de 73,28 a 102,45 pesos (39,8), la paleta de 119,34 a 172,42 pesos (44,5) y la nalga de 153,17 a 211,85 pesos (38,3 por ciento). Los fideos tipo guisero, en cambio, si bien en el mismo lapso subieron 74,6 por ciento, en valores absolutos son más baratos pues el kilo aumentó de 19,86 a 34,68 pesos.

También se recortaron fuerte los gastos en el rubro salidas y esparcimiento. El 69 por ciento de los encuestados disminuyó sus salidas y sólo el 19 por ciento las mantuvo sin cambios. El derrumbe se explica porque cuando el poder adquisitivo se reduce se trata de preservar el consumo de los alimentos de la canasta básica dejando para un mejor momento otros gastos considerados más superfluos.

El impacto de la devaluación sobre los salarios fue tan pronunciado que incluso afectó el consumo de los medicamentos, aunque en menor medida que el resto de los rubros porque en muchos casos la vida depende de su consumo. Según la encuesta, el 23 por ciento disminuyó su consumo y el 62 por ciento lo mantuvo sin cambios, mientras que en el sector socioeconómico bajo el 29 por ciento disminuyó su consumo de remedios. Un informe anterior de CEPA había advertido el mes pasado que el aumento promedio de los 50 remedios más consumidos por los adultos mayores entre mayo de 2015 y agosto de este año fue de 157,8 por ciento, mientras que en el mismo período el aumento en la movilidad jubilatoria fue de 111,9 por ciento, lo que equivale nada menos que a una diferencia de 46 por ciento

También cayeron fuerte las compras de combustible. En septiembre el 39 por ciento de los encuestados declaró haber consumido menos que el mes anterior. En la clase alta el 32 por ciento compró menos combustible, mientras que en la clase baja la caída fue de 37 por ciento. Las naftas se dispararon por la devaluación y la suba del barril del petróleo en un mercado desregulado. YPF, por ejemplo, en lo que va del año aumentó el precio de la nafta premium nada menos que un 66,2 por ciento.

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