Mulheres contra Bolsonaro | Katia Marko, periodista brasileña: «Nos movilizamos en defensa de nuestra dignidad como seres humanos»

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Entrevista a Katia Marko, periodista brasileña

Por Carla Perelló, de la redacción de NODAL

Este sábado 29 de septiembre las mujeres brasileñas se meten de lleno en la campaña de las elecciones presidenciales del 7 de octubre: tomarán las calles de más de 70 ciudades del país y habrá réplicas de las actividades en, al menos, 24 países. El movimiento Mulheres contra Bolsonaro inició como un grupo de Facebook hace un mes y su génesis se halla en el movimiento de las mujeres y feministas, tejió lazos a lo largo de los días y se instaló en las redes sociales con el hashtag #EleNão (Él no) para ponerle un freno al ultraderechista Jair Bolsonaro. El candidato del Partido Social Liberal permanece a la cabeza de las encuestas pese a sus declaraciones homofóbicas, misóginas y violentas. ¿A quiénes representa? ¿Por qué millones se levantan para decirle «no»? Katia Marko, periodista brasileña del portal Brasil de Fato, responde a continuación algunas preguntas para NODAL.

De este movimiento participan, además, académicxs, artistas, intelectuales y empresarixs de distintas tradiciones partidarias y políticas que acompañarán la jornada. Entre ellxs se encuentran: Alice Braga, Chico Buarque, Caetano Veloso, Fernando Meirelles y Walter Salles. «Tenemos trayectorias personales y públicas variadas. Votamos personas y partidos diversos. Defendemos causas, ideas y proyectos distintos para nuestro país, muchas veces antagónicos. Pero tenemos en común el compromiso con la democracia», señala el manifiesto «Por la democracia, por Brasil» que presentaron.

Aquí y aquí para ver horarios y lugares de actos y movilizaciones.

¿Cómo caracteriza y qué significa este movimiento de mujeres que se articulan y movilizarán contra Bolsonaro el próximo sábado? ¿Dónde está el origen de este movimiento?

El movimiento surgió de forma bastante espontánea, varios grupos ya estaban articulándose cuando Mulheres de Bahía convocadas por una feminista llamada Ludmila Teixeira resolvieron hacer una reunión, conversar con representantes de distintos grupos y articular en uno solo. Cuando lanzaron el grupo «Mujeres Unidas Contra Bolsonaro» en Facebook fue un efecto cascada, en poco tiempo ya tenía miles de mujeres y pasó a tener millones, y ya somos unas cuatro millones de mujeres que participamos. Desde ahí se convocaron actos y movilizaciones para este sábado 29 en todo Brasil, y son las mujeres las que están al frente y se han ido incorporando otros grupos, como la comunidad LGBT+, grupos cristianos, judíos, hombres, en fin, es un movimiento que tomó una proporción mucho mayor de la que se esperaba y ahora la gente asegura que vamos a tener grandes actos acá y fuera del país también, ya son 24 países los que van a participar de los actos este fin de semana.

¿En qué situación están y cuáles son las demandas de las mujeres y de los colectivos LGBTI+ para estas elecciones?

El movimiento de mujeres tiene demandas históricas, como la legalización del aborto, legal, seguro y público para todas las mujeres; y equidad salarial, reclamos que vienen de muchos años. Así como la comunidad LGBT también pide respeto a las diferencias, a las diversidades, a la legalización del casamiento, de reconocimiento de los derechos. Lo que estamos viendo ahora es amenaza muy fuerte a todos los derechos que están siendo cuestionados por este candidato representante del conservadurismo, del autoritarismo más retrógrado y más maléfico. Estamos viendo un retroceso grande en las políticas de salud, asistencia social y educación porque los grupos económicos están avanzando en la privatización de cada área.

A pesar de haber tenido varias manifestaciones de violencia hacia distintos grupos, Bolsonaro va primero en las encuestas para las elecciones, ¿por qué? ¿a quiénes representa este candidato?

Es una candidatura que representa un enorme retroceso en el país. Bolsonaro es más que un candidato, representa una identidad, una idea de que los derechos humanos son cosa de bandidos, de que las mujeres son realmente inferiores a los hombres, de que gays y lesbianas deben ser exterminados, que son una enfermedad, un cáncer en la sociedad, de que todo tiene que ser tratado a partir de la violencia. Bolsonaro defiende la liberación de las armas, esa visión de ciudadano de bien que es hipócrita. Es moralista porque muchos de esos ciudadanos y ciudadanas de bien son de una sociedad que se mantiene en la cima del patriarcado, de la autoridad y del autoritarismo. Bolsonaro tiene un vínculo muy claro con los militares. El candidato a vicepresidente de él, el general retirado Hamilton Mourao, tiene apoyo de muchos militares así como de una parte del capital financiero. A través de sus representantes hizo su programa económico y probablemente sea su ministro de economía Paulo Guedes, integrante de este sector financiero. Él dice que va a privatizar todas las empresas estatales, que el servicio público debe ser cerrado. Es una visión del Estado mínimo, de las políticas sociales mínimas, de derechos humanos mínimos, basada en el miedo. Bolsonaro, por ejemplo, defiende la creación de escuelas militares en todos los estados y es una visión que aglutina a un sector de la sociedad, mientras hay gente que está con mucho miedo desde que las políticas sociales empezaron a ser cerradas a partir del Golpe que vivimos en el país con el impeachment de la presidenta Dilma (Rousseff). Bolsonaro representa esa visión de fuerte de familia, propiedad y tradición. Hay una psicóloga que escribió un texto muy bueno sobre el tema que propone que él representa al macho, al hombre ofendido por la ascensión de la mujer, como si ese proceso de la mujer fuera una amenaza al papel del hombre, él representa al papel de un padre autoritario que precisa garantizar la seguridad de la familia, llevar los estribos.

¿Cómo van a ser las movilizaciones y por qué hay que estar presente?

Habrá manifestaciones, protestas y caminatas. Habrá grupos de mujeres llamando a la concentración, preparando material, carteles, para los actos que se realicen en cada una de las ciudades. Hasta muy tarde habrá música, batucadas y la idea es que las mujeres y otras organizaciones participen de las manifestaciones. La expectativa es que haya grandes actos. La importancia de estar en estas actividades es por la defensa de la democracia, de lo que se construyó en los últimos años en términos de políticas sociales, de defensa de derechos humanos, de los derechos de las mujeres, de gays, lesbianas, negros y quilombolas, en fin, en defensa de lo que es lo más fundamental que es la vida, de nuestro país y de nuestra dignidad como seres humanos.

Se supo que la justicia brasileña canceló 3,3 millones de títulos de elector, ¿hay confianza en las instituciones electorales?

Ese hecho implica sobre todo a la mayoría del nordeste, donde decididamente el candidato Fernando Haddad, del PT, tiene más votos, por lo que nos demuestra que realmente no puede existir más confianza en el Poder del Estado ni en el Supremo Tribunal Federal. El impeachment contra la presidenta Dilma fue otro ejemplo. En el último tiempo hemos tenido un ministro recibiendo condecoraciones de militares, al mismo tiempo que los jueces piden aumento de sueldo en el medio de la crisis económica y tenemos un exgeneral candidato a vicepresidente. Con certeza se está viviendo un momento muy complicado para la democracia en Brasil. Es una democracia joven, de 30 años, y tenemos 20 de dictadura militar, a no ser por la reconstrucción federal que fue un gran pacto social establecido entre los partidos, estamos viendo que corre gran peligro, que es muy frágil y necesita que estemos bastante atentos para no perder todo lo que conseguimos conquistar. La mayoría de las personas están vulnerables, el sistema político está podrido. Se necesita una reforma política seria del sistema político electoral, una reforma tributaria que realmente cobre a los que tienen dinero. Esas son las reformas más urgentes y no las aprobadas por el gobierno de (presidente Michel) Temer, que, por ejemplo, acabaron con un sistema de trabajo como era hasta ahora, eliminaron la cartera laboral, herencia del expresidente Getulio Vargas. Lo que proponen son cosas que ellos no consiguieron en la década del 90 cuando también intentaron realizar una reforma administrativa del Estado. Ahora estamos teniendo un ataque muy fuerte del capital financiero del país, aliado con los militares y con la justicia. Yo temo del resultado de las elecciones, temo que si gana el candidato de la izquierda no lo dejen asumir, temo por lo que va a suceder en Brasil en los próximos días. Creo que otros países tienen que estar con los ojos puestos en aquí, porque el resultado de esta elección va influenciar en todos los países de América Latina.


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