La economía convencional no funciona – Por Fander Falconí, especial para NODAL

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Por Fander Falconí*

La economía falla como ciencia descriptiva, explicativa y predictiva. Se requiere un nuevo enfoque desde la universidad, en particular en las materias introductorias. Si la descripción es incompleta en la medida que solo trata de los mercados y de los precios, la explicación se reduce a ellos, omitiendo la realidad social y ambiental.

La economía convencional no ha predicho las crisis de los últimos cien años, incluyendo la más aguda: la crisis civilizatoria actual, es decir el rebasamiento de los límites planetarios por nuestros excesivos consumos de energía y materiales. Laeconomía convencional ha quedado como una ciencia, o mejor dicho una disciplina, normativa, que dice lo que debemos hacer, casi como una gramática del dinero.

Comparando lo que nos dice la economía convencional con la realidad, algo no funciona. En Estados Unidos, el sueldo promedio real, es decir, ajustado a la inflación, tiene más o menos el mismo poder adquisitivo de hace 40 años. Eso ocurre aunque en números absolutos hayan subido bastante los sueldos, según el analista económico DrewDeSilver (FactTank: news in thenumbers, “Formost U.S. workers, real wageshavebarelybudged in decades”, Washington, DC).

En contraste, hasta 20 años después de la II Guerra Mundial (1946-1966), el aumento acelerado de la producción estadounidense siempre estuvo acompañado por una subida real cuantiosa del salario de las mayorías. Hoy, en cambio, ha subido significativamente el valor de las acciones corporativas que posee el 10% más rico de ese país.

El economista Simon Johnson, ex directivo del FMI y actual catedrático del MIT (Project Syndicate, SavingCapitalismfromEconomics 101,Washington, DC) sostiene que la materia Introducción a la Economía da una imagen distorsionada de la realidad. Esa materia asegura a los novatos que si dejamos que los mercados actúen solos, crecerá la producción, subirán los salarios y habrá prosperidad.No toma en cuenta las externalidades, es decir la afectación que sufren terceros por causa de las transacciones de otros en el mercado. Las externalidades son los efectos de terceros, no incorporados en los precios de mercado, por el consumo o producción. Este concepto esencial no se explica en la introducción a la economía.

¿De dónde nace la idea de economía? Las primeras universidades europeas se fundaron a partir del siglo XI, al irse disipando las nieblas medievales. Al recuperarse los escritos antiguos, se descubrieron las obras de Aristóteles. Entre ellas, su Política mencionaba por primera vez la palabra “economía”, derivada de oikos, casa en griego, y nomos, ley (Campillo, 2012). Para el economista ecológico Joan Martínez Alier habría que distinguir el significado actual de “economía” del dado por los griegos a la oikos-nomia. En la actualidad economía sería sinónimo de crematística o riqueza, mientras que para los griegos era la administración de la casa. La economía ecológica, es decir el diálogo de saberes y aplicaciones entre la economía y la ecología que tienen la misma raíz etimológica, nos proporciona una comprensión más adecuada de la realidad.

Se supondría que los gerentes, en particular de las grandes corporaciones, deben repartir la parte salarial a todos. No lo hacen. Dan unas migajas extras a unos pocos capataces y nada al verdadero trabajador. En cambio, los directivos de la empresa no pueden hacer eso a los accionistas. Deben darles buenos dividendos y lo hacen, pero no sin antes elevar sus propios sueldos. El directivo de la empresa recibe un súper sueldo y a la vez es accionista.

Las grandes corporaciones deberían comprometerse a respetar no solo los derechos de los accionistas, sino también los de los trabajadores. Habría representantes de los trabajadores, que no sean gerentes, en la mesa directiva.  Eso ya ha funcionado en algunos países europeos.

No es injusto este pedido porque las grandes corporaciones tienen beneficios legales, que fueron dados cuando Estados Unidos las contrataba para hacer grandes obras públicas, como en los años 30, para salir de la depresión. La rendición de cuentas sería indispensable. Los gerentes ya no podrían subirse sus propios sueldos y los trabajadores volverían a ser respetados.

La legisladora Warren (en un intento por salvar al capitalismo de sí mismo, como antes lo hicieron Marshall y Keynes) cree que solo así la gente volverá a creer en el llamado “sueño americano”. Esto se podría interpretar como una convocatoria al pacto fordista, versión 2018.

Ella considera que de esta aceptación de la rendición de cuentas de las corporaciones, depende la legitimidad del capitalismo. Los empresarios de nuestros países latinoamericanos deberían imitar esta iniciativa, nacida en el país que tanto admiran.

Se apruebe o no la rendición de cuentas, lo que ha quedado demostrado es la que Introducción a la Economía no es una asignatura académica, es una lección del catecismo capitalista. La materia buscaría otro propósito: adoctrinar a los futuros profesionales  para que mantengan su interés en el mercado, como única entidad social digna de preocupación de la “ciencia triste”.

Presentar al mercado como un fenómeno incontrolable, como un huracán, es desvirtuar su naturaleza social. Hace falta reformular la materia Introducción a la Economía, y en general todo el pensamiento económico.


Bibliografía utilizada

(*) Ex canciller y actual ministro de Educación de Ecuador.

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