Pedro Sánchez cierra en Costa Rica su primera gira latinoamericana

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La delegación oficial de España encabezada por el presidente Sánchez, arribó a suelo nacional cerca de las seis de la tarde y fue recibida por el presidente Carlos Alvarado y la Vicepresidenta y ministra de Relaciones Exteriores, Epsy Campbell, en la Casa Amarilla, donde se realizó la primera reunión bilateral entre ambos Mandatarios y sus delegaciones.

En apariencia, la crisis política y social de Nicaragua no está explícita en los temas de agenda de los Mandatarios de España y Costa RIca, el interés de Sánchez en los temas de fortalecimiento de las democracias lationamericanas y los derechos humanos sumando a la condición limítrofe de Costa Rica, hacen suponer que hará parte de los temas que verán. La visita de Sanchez a Costa Rica eparte de su gira de trabajo por varios países de América Latina que incluyó, entre otros, Chile y Bolivia.

Ambas delegaciones sostuvieron este jueves, un encuentro para tratar temas sobre la política exterior del gobierno de Alvarado en relación con la cooperación internacional para el desarrollo sostenible y las políticas ambientales de Costa Rica.

Campbell señaló que a Costa Rica le interesa profundizar sus relaciones con España, con el objetivo generar mayores alianzas estratégicas, en espacios multilaterales en asuntos relacionados con el desarme, la promoción de la paz, la democracia, la defensa de los derechos humanos, la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, los principales objetivos de la política exterior costarricense.

“Las reuniones incluyen dos ejes de trabajo. El primero, relacionado con temas ambientales, porque es prioridad para nuestro país compartir con España la propuesta de descarbonización de la economía. Por otra parte, abordaremos los temas de cooperación bilateral y el empoderamiento político y económico de las mujeres. Hay oportunidades importantes para crear alianzas estratégicas y avanzar con una agenda para la inclusión social”, explicó Campbell.

Este viernes, el Presidente Sánchez visitará la Casa Presidencial, en Zapote, para participar en un Conversatorio sobre Cambio Climático y Descarbonización, además, sostendrá otro encuentro con Alvarado en el que se espera que suscriban acuerdos de cooperación bilateral.

Al concluir sus actividades en Zapote, el presidente Sánchez hará una visita oficial a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) con una agenda privada. La visita del jefe del Estado español se interpreta como un espaldarazo a la labor que realiza en defensa de los Derechos Humanos en el continente, en tanto que el Mandatario ha expresado su respeto y admiración por el trabajo que realiza el máximo organismo continental de DDHH.

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Paz con el ELN sí, pero no así: la respuesta de Duque al presidente de España

Ni el presidente de España logró convencer a Iván Duque de dar su brazo a torcer en los diálogos con el ELN. No era un secreto que Pedro Sánchez quería ofrecer su país como sede para que se reactivara la mesa de conversaciones, pero esta posibilidad quedó descartada por Duque hasta tanto el ELN no libere a los secuestrados.

Falta solo una semana para que el gobierno colombiano le diga a la opinión pública qué hará con esa mesa de negociación. Pero a juzgar por las declaraciones del presidente Duque lo más probable es que sea una negativa sujeta a condiciones.

“Tengo todo el deseo y la voluntad de si hay amplitud para hacer desmovilización, desarme y reinserción conversar. Pero la premisa tiene que ser que se suspendan todas las actividades criminales, empezando por la liberación de los secuestrados”, explicó Duque tras la reunión a puerta cerrada que sostuvo con Sánchez en la Casa de Nariño.

Según Duque, dentro del análisis que han hecho, ve con preocupación los hechos de violencia que se presentaron en lo que va del diálogo, entre los que cuenta secuestros, extorsión y ataques al oleoducto. “Obviamente muestran todo menos una genuina voluntad de paz”, explicó. Por eso, es que Duque agradeció el ofrecimiento de España para ayudar, pero dijo que lo tendrán muy en cuenta para saber tocar la puerta oportunamente. Aún así, mientras los dos presidentes daban sus declaraciones, el ELN enviaba un mensaje desde su cuenta de Twitter en dos sentidos: ratificando su voluntad de diálogo y agradeciendo el ofrecimiento de España e invitando al gobierno Duque a sentarse a la mesa.

Durante la reunión de los dos presidentes la paz fue un eje importante, no solo por los empantanados diálogos con el ELN, sino por la implementación de los acuerdos con las Farc. La percepción del presidente español fue que Duque quería genuinamente la paz.

“Después de escuchar al presidente Duque a mí no me cabe duda que quiere que la paz sea para siempre. España lo que va a hacer es ponerse a disposición de Colombia, para cualquier asunto”, aseguró Sánchez, quien considera que los cambios que quiere hacer Duque a lo firmado son parte del paquete que eligieron 10 millones de colombianos en las urnas.

“Duque ganó las elecciones con un proyecto político que tenía dentro de su discurso una serie de modificaciones de esos acuerdos de paz, respaldados por una mayoría amplia. Me parece que lo más importante es que el presidente Duque no reniega de la paz, de los acuerdos. Al contrario lo que he visto es un gobierno comprometido con la paz”, explicó el mandatario español.

Los acuerdos

Colombia y España tienen muchos asuntos que los unen, por ejemplo, los 1.961 millones de euros que genera el comercio bilateral. Por eso, la firma de una declaración conjunta para mantener la relación en buenos términos es vital. En el documento se contempla “poner en marcha un mecanismo de diálogo privilegiado que trate de forma preventiva las eventuales controversias empresariales y de inversión que puedan surgir”.

Esto hace parte de lo aprendido por ejemplo en la Operación Lezo, en la que están involucrados españoles y colombianos en un caso de corrupción. “Ratificamos el compromiso de España y de nuestras instancias judiciales para llegar al final y proteger los recursos de España y de Colombia”, dijo Sánchez, quien además felicitó a Colombia por lograr una votación tan alta en la consulta anticorrupción y por apostarle a una democracia regenerada, limpia, un objetivo que él comparte.

Tal como dijo Duque, durante la reunión se enfocaron en lo que los une, y no en lo que los separa. Por eso, también hablaron de la crisis venezolana. Sánchez –desde la experiencia de España con los migrantes- cree que es mucho más grave lo que se vive en esta tierra que en Europa, y que no es un problema solo de Colombia sino del conjunto de países de América Latina y de toda la comunidad internacional. Por eso, fue el primero en dar las buenas nuevas y felicitar la forma “humanista” en la que el país ha recibido a los venezolanos.

“El gobierno de España no mira a otro lado, ha hecho sus oficios en el marco de la Unión Europea. Hoy en Bruselas se ha acordado que serán 35 millones de euros los que la UE ponga a disposición de América Latina, para hacer frente a la migración de venezolanos”, aseguró Sánchez, quien además, firmó dentro del acuerdo con Colombia un punto en el que España se compromete a acompañar a Colombia en sus propósitos en la UE.

Asuntos espinosos

Por supuesto, los dos mandatarios debían hablar del Galeón San José. Hay que recordar que la decisión de rescatar el Galeón de San José a través de una alianza público-privada causó malestar en el gobierno español. Por eso, la reunión entre los presidentes era clave.

“Con esto sucede como en la vida, en la que se dice no me interesa resolverlo o vamos a resolverlo. Queremos darle una solución, no podemos empezar por aquello en lo que discrepamos”, dijo Sánchez al respecto.

Según las declaraciones de los presidentes durante la reunión no se tocó el tema de la propiedad del galeón. Duque coincidió en que tenían que encontrar las cosas que los unen y no las que los dividen. Por eso, discutieron cómo hacer para que el galeón pueda “ser puesto al servicio de la humanidad”.

Al final, Duque aseguró que veía en Sánchez a un gran amigo. Los dos mandatarios recién al frente de sus países tienen un largo camino que recorrer y este es el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre Colombia y España.

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