Obispos denuncian que Daniel Ortega ignora los llamados al diálogo nacional
Daniel Ortega ignora los llamados al Diálogo Nacional
Pese al llamado de la comunidad internacional y de la Conferencia Episcopal para reiniciar el Diálogo Nacional, el cual busca una solución a la profunda crisis sociopolítica de Nicaragua, el presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega, no da señales de querer volver a la Mesa de Diálogo mientras continúa la represión gubernamental.
El cardenal y arzobispo de Managua, así como monseñor Silvio José Báez Ortega, confirmaron que enviaron una comunicación al canciller orteguista Denis Moncada Colindres para retomar el proceso de las conversaciones, pero Moncada no responde.
“Hemos estado pidiendo una cita con él (Moncada), pero como ha estado saliendo del país no nos ha respondido.
Tenemos allí las solicitudes y esperamos que nos responda”, dijo el cardenal el domingo, luego de presidir la santa eucaristía en una parroquia de Managua.
Los obispos son mediadores y testigos del diálogo por invitación del propio Ortega, quien el pasado 19 de julio los calificó de golpistas. La reacción del caudillo devino por una propuesta que los obispos le hicieron el pasado 7 de junio, en la que le ofrecieron una ruta para poder solucionar la crisis política, una de las cuales era que aceptara elecciones anticipadas para marzo de 2019.
La represión en Nicaragua iniciada desde el 18 de abril ya cobra la vida de 450 ciudadanos, de acuerdo con datos de organización de derechos humanos.
En el más reciente ataque gubernamental, una persona perdió la vida —el sábado en Matagalpa—, luego que paramilitares dispararan a los ciudadanos desde las instalaciones de la alcaldía de esa ciudad en poder del partido de gobierno; además un campesino fue ejecutado por la policía del régimen en Mulukukú, Caribe Norte, por sospechas de haber participado en el asalto a una estación policial en junio pasado.
Por su parte, monseñor Silvio Báez confirmó que enviaron carta al Gobierno para informarles de su disponibilidad de continuar en el proceso del diálogo, en un impasse desde el pasado 16 de junio.
“No hemos tenido repuesta oficial en este momento”, expresó el religioso carmelita, luego de concluir una misa en la parroquia de Monte Tabor, al suroeste de Managua.
Obispo no ven nada normal en Nicaragua
Los jerarcas católicos coincidieron en que la situación de Nicaragua sigue siendo crítica en cuanto a las garantías a los derechos humanos, muy distinta a la posición del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, quienes sostienen que la situación del país es “normal”, pese a los centenares de muertos, heridos, desaparecidos, encarcelados y una población grande huyendo del país por la violencia gubernamental.
“En este momento el país sufre todavía una gravísima crisis a nivel social, político, económico, que está golpeando a toda la población. En este momento querer elaborar un discurso que quiera distorsionar la realidad no hace bien”, señaló Báez.
Por su parte, el cardenal Brenes explicó que no se puede considerar normal al país cuando andan por las calles paramilitares encapuchados y policías.
“Los policías y encapuchados dan temor a las personas y eso debe ir desapareciendo porque eso no es normal”, aseguró el arzobispo de Managua.
“En este momento, la realidad que vive Nicaragua está marcada por el luto y el dolor, por el miedo y la incertidumbre. Sigue habiendo mucho peligro, sobre todo por el hecho de transitar en las calles de algunas zonas de la capital y de algunas ciudades. Mucha gente está huyendo, otras saliendo del país y un país nunca será normal mientras hayan personas privadas de libertad”, dijo Báez.
Brenes trabaja para reanudar el diálogo
El cardenal Leopoldo Brenes condenó durante su homilía dominical la muerte de un hombre ocurrida el sábado durante una manifestación contra el gobierno en Matagalpa y aseguró que desde la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), “se hacen todas las gestiones posibles”, para reanudar el diálogo.
“Es triste, es lamentable y condenable de nuestra parte. Un nicaragüense que fallezca sea de la tendencia (política) que sea, siempre es un dolor para Nicaragua y es condenable”, reiteró en declaraciones a los periodistas.
Miles de personas participaron este sábado en multitu-dinarias marchas a nivel nacional para pedir la liberación de los “presos políticos” en Nicaragua, detenidos y acusados por protestar contra el gobierno del presidente Daniel Ortega desde el 19 de abril.
Una marcha que se realizó en Matagalpa fue atacada a balazos y murió una persona con impactos de bala en el tórax, que en medios oficialistas fue identificado como el militante sandinista de nombre Lenín Mendiola.
“Era miembro de una familia con la cual tenía cercanía. Conocí a esa familia de Matagalpa durante 13 años que estuve allí (como obispo), tuve la cercanía con las personas. Mi oración y mi cercanía a la familia Mendiola, igual con la familia de esta persona campesina que fue acribillado (Darwin Rostrán muerto en Mulukuku), es lamentable”, manifestó Brenes durante la homilía dominical en la Catedral de Managua.
Mensajero de paz
Brenes exhortó a los asistentes reunidos en la catedral metropolitana de Managua a no desanimarse ante la situación de crisis sociopolítica que vive el país, y más bien los llamó a levantarse y convertirse en mensajeros de paz.
“Ustedes tienen una vocación y es ser mensajeros de paz, de reconciliación y allí está el gran papel hoy para nosotros con nuestras vidas, con nuestras palabras, de ser esos verdaderos mesajeros… y hoy que vemos mucho desánimo, la palabra de Dios nos recuerda que hay que levantarse”, expresó el cardenal Leopoldo Brenes.
“Cuando nos sentimos morir y desfallecer, el señor nos dice levántate, el camino es largo, y necesitaremos esa fuerza, y esa fuerza la tenemos en Jesús, ese Jesús que es criticado, que es descartado… los judíos criticaban a Jesús, lo querían poner mal ante su pueblo… y le decían nosotros lo conocemos, acaso no conocemos a su padre y a su madre, es hijo de José y María, esto significaba descalificar a Jesús. Eso puede ser un problema, la descalificación”, agregó el cardenal Brenes.
Inicio del diálogo
El cardenal agregó que desde la Conferencia Episcopal “se hacen todas las gestiones posibles para verlo (reiniciado el diálogo) lo más pronto posible, ojala que tengamos las respuestas positivas”, indicó.
El arzobispos de la arquidiócesis de Managua pidió “evitar epítetos que puedan enfrentar a las personas, es doloroso escuchar epítetos bien feos contra la otra personas, está aquel dicho: no quieras para los demás lo que no quieres para ti”.
Respecto a la reiterada negativa del gobierno de no acceder a la visita de la comisión integrada por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el cardenal afirmó que “cada gobierno tiene su política y es libre de aceptar o no aceptar (la visita) de una comisión”.
“Según se dice, oyendo a algunos analistas políticos, esta comisión no necesariamente tiene que estar dentro trabajando, sino que también ellos tienen su metodología para recibir la información y apoyar (desde fuera del país)”, manifestó el líder católico.
El cristiano en la vida política
Durante la homilía dominical el cardenal Leopoldo Brenes se refirió a una pregunta que le hiciera un feligrés sobre la importancia o no de que los cristianos se involucren en temas de la vida política del país, a lo cual el líder religioso dice que le respondió con un juego de palabras.
“Me gustaría tener católicos políticos, no políticos católicos. Porque el católico que es político primero tiene su fe, y la ideología pasa a un segundo lugar: en cambio un político católico pone primero su pensamiento, su ideología política y en segundo lugar pone su fe”, explicó su respuesta el cardenal Brenes.
Al dirigirse a los feligreses que asistieron a la homilía, el cardenal agregó: “su servidor y los obispos somos obispos de los católicos independientemente de su filiación social o política. Y en este momento tenemos que fortalecer nuestra fe y tener actitudes ante el mundo y ante la problemática desde una actitud propia de hombres y mujeres de fe”.
Nicaragua se movilizó exigiendo libertad de los presos políticos
Decenas de miles de manifestantes alzaron sus voces en Managua por la libertad, la justicia y el respeto a los derechos humanos de los presos políticos que se encuentran en diversas cárceles del país, detenidos ilegalmente por fuerzas parapoliciales.
La CPDH ha informado que al menos 137 personas están siendo judicializadas, tras haber sido secuestradas por las policìas y paramilitares sin orden judicial ni delitos comprobados. Algunos de los presos políticos más conocidos son los líderes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena; la dirigente de los comerciantes autoconvocados, Irlanda Jerez; uno de los coordinadores del Movimiento 19 de Abril en Masaya, Cristhian Fajardo; y los jóvenes Brandon Lovo y Glen Slate, a quienes se les acusa del asesinato del periodista Ángel Gahona.
A las dos de la tarde, los ciudadanos se reunieron en la rotonda Jean Paul Genie para marchar en dirección norte hasta la catedral metropolitana, donde se encontraba una gran cantidad de antimotines que resguardaban la salida de una movilización sandinistas hacia la avenida Bolívar.
A pesar de la fuerte presencia policial y de la amenaza de un posible ataque, los pobladores avanzaron sin temor. El inclemente sol no dio tregua, y los más favorecidos fueron los vendedores de gaseosas, aguas y refrescos.
“Las madres no se rinden, exigen justicia”, gritaba la muchedumbre.
Entre el cúmulo de personas, sobresalía María del Socorro Altamirano, madre de Edwin Altamirano, un hombre que según su progenitora, fue herido por la misma Policía Nacional y secuestrado.
“Mi hijo está en La Modelo. He hablado con él en las audiencias, pero poco tiempo. No hayan de qué acusarlo. Es inocente y más bien le desbarataron su camioneta”, expresó Altamirano, quien cargaba un gran cartel con la foto de su vástago.
Altamirano manifestó que el secuestro, y ahora juicio, en contra de su hijo, es una represalia por haber apoyado las manifestaciones en contra del régimen de Daniel Ortega, que hasta la fecha ha dejado más de 300 muertos.
“Me le pusieron un montón de armamento, morteros, de todo. Él es un hombre trabajador. No es nada de eso que lo acusan, y qué más prueba de lo que digo, que la camioneta se la tienen en El Chipote, desbaratada… Yo lo que pido es justicia, que liberen a mi hijo y que Daniel se vaya”, agregó la ciudadana.
El grupo que iba liderando la movilización, alertó de presencia policial en la rotonda de la Centroamérica. Unos motorizados, al ver que los ciudadanos venían avanzando, dieron varias vueltas en la rotonda. Los pobladores comenzaron a gritar “asesinos, asesinos, asesinos” y los oficiales respondieron con disparos al aire. Afortunadamente el hecho no pasó a más.
Los autoconvocados, ante el altercado, consideraron desviar la marcha, sin embargo, al notar que los oficiales se replegaron hasta el sector de Metrocentro, decidieron avanzar.
Las voces de quienes exigen justicia
Miurel Salinas, trabajadora de la empresa privada, dijo que apoyaba la marcha en solidaridad no solo con los presos que están siendo judicializados, sino con los que permanecen detenidos, y no les dan a sus familiares mayor información.
Juan Carlos García, jubilado, afirmó que estaba apoyando la manifestación, porque “solo el pueblo salva al pueblo”, además porque le daba vergüenza que un Gobierno al cual apoyó en el pasado, ahora estuviera masacrando a los jóvenes, y torturándolos en las cárceles clandestinas.
La instrumentalización del Ministerio Público y el poder judicial, para castigar la disidencia, ha sonado la campana de alerta a la ciudadanía.
“Hay que cambiar todos los poderes del Estado, porque solo de esa forma es que vamos a tener justicia, pero de verdad”, dijo Fernando Pérez, médico.
“El papel que ha jugado la Fiscalía, el Poder Judicial, es el de siempre, le lavan la cara al Gobierno, en complicidad total con el Orteguismo”, refirió Magaly Quintana, de las Católicas por el Derecho a Decidir.
La criminalización de la protesta es un grave delito a los derechos humanos, y abre una nueva etapa en la ola represiva de Daniel Ortega, advirtieron organizaciones de derechos humanos.
Gonzalo Carrión, Director Jurídico del Cenidh, manifestó que protestar es un derecho que todo nicaragüense tiene, y que el delito es reprimir la libre voluntad de la población. Carrión recordó cuando el 18 de abril los antimotines, junto a las turbas orteguistas, golpearon a estudiantes universitarios y autoconvocados, que se manifestaban por las reformas al INSS.
A pesar de la represión y la ola de muerte que golpea a Nicaragua, los ciudadanos continúan confiando en el Diálogo Nacional, cuya mediación está a cargo de los obispos de la Conferencia Episcopal.
“Es la salida que todos estamos esperando, el diálogo es lo que nos va a ayudar a salir de esta crisis. Nicaragua no quiere guerra, no quiere más muertos”, afirmó Rodrigo Cabrera, Diseñador Gráfico.
Ernesto Medina, rector de la UAM y miembro de la Alianza por la Justicia y la Democracia, expresó que aunque no existe una fecha para reanudar el Diálogo Nacional, espera que el Gobierno, se siente en la mesa y lleve propuestas que aligeren a una salida de la crisis nacional.
La llegada a la Catedral
La amenaza de represión de los antimotines cada vez era más latente. Después de los disparos al aire que realizaron los policías en la rotonda Centroamérica, los ciudadanos marcharon con cierta incertidumbre respecto a si llegarían o no hasta la Catedral.
A medida que los pobladores se acercaban a Metrocentro, los antimotines retrocedían. Cuando la manifestación estaba en los semáforos de McDonalds, los más de cincuenta antimotines abandonaron el lugar, y se retiraron hacia Plaza El Sol.
“La Policía pensaba reprimirnos, pero no contaba con que el pueblo ya no tiene miedo, ya ganamos esa batalla y ahora solo esperamos que Daniel se vaya”, dijo Rodrigo Mendoza, un manifestante.
Los ciudadanos llegaron hasta la Catedral sin ningún contratiempo. La marcha fue un preludio para el próximo 15 de agosto, día en que se está convocando a la gran movilización nacional, en la que se espera se sumen más personas. Esta saldrá de la rotonda Cristo Rey y culminará en La Virgen.
A pesar de que la actividad finalizó luego de que se cantara el himno nacional, los ciudadanos decidieron permanecer un rato más en la rotonda, escuchando las canciones de Carlos Mejía Godoy y Los Minúsculos.
Otros se retiraron hacia la Plaza de Las Victorias, donde más ciudadanos estaban reposando, luego de caminar casi cuatro kilómetros y después de haber soportado el sol de las dos de la tarde.
La contramarcha
Simpatizantes sandinistas salieron una vez más a las calles de Managua para respaldar al presidente Daniel Ortega y demandar justicia para las víctimas del “terrorismo golpista”, en alusión a quienes protestan contra el Gobierno desde el pasado 18 de abril.
A pie, en motocicletas y en vehículos, miles de simpatizantes del Gobierno, entre ellos, empleados públicos y miembros de la Policía Nacional, marcharon en un recorrido de unos cuatro kilómetros por diferentes puntos de la ciudad como las rotondas Hugo Chávez o Rubén Darío.
Durante esa caminata, convocada por el Gobierno para exigir justicia para las víctimas que ha dejado la crisis que atraviesa el país desde hace casi cuatro meses, los sandinistas expresaron su respaldo a Ortega.
“Todos sabemos quiénes son los terroristas, los golpistas, los asesinos, los criminales, los torturadores, los secuestradores, los pirómanos que les pegaban fuego a las instituciones y a las viviendas, todos sabemos quiénes son”, dijo en la víspera la vicepresidenta y primera dama del país, Rosario Murillo.
Los simpatizantes del Gobierno repetían esas consignas en esa caminata en la que además portaron las banderas roja y negra del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y la de Nicaragua.
Además, pancartas con mensajes como “Son 197 (…) ellos los mataron” y exigiendo justicia para las víctimas.
Un país movilizado
El movimiento autoconvocados de Bluefields una vez más salió a las calles en la ciudad para exigir la libertad de los presos políticos que hay en Nicaragua y se suman a la demanda nacional de justicia, libertad y democracia, así lo dio a conocer George Henríquez miembros del movimiento autoconvocados costeños de Bluefields, Caribe Sur de Nicaragua. Ellos están exigiendo la libertad de Glen Slate y Brandon Lovo que están siendo acusados por el régimen de Ortega injustamente por el asesinato del periodista Ángel Gahona.
En León, feligreses de esa ciudad y de Chinandega, realizaron una peregrinación por las principales calles de la ciudad universitaria, junto a la imagen de la Virgen de la Asunción para que cese la violencia y la persecución por parte del Gobierno Ortega Murillo. El peregrinaje terminó en la iglesia de Sutiaba. La actividad fue convocada por miembros del Movimiento 19 de Abril de León.
En Estelí, autoconvocados se reunieron para marchar en contra de la violencia y por la libertad de los presos políticos. El Frente Sandinista también convocó a una contramarcha en otro extremo de la ciudad.
La caravana por la libertad, recorrió las principales calles de la ciudad. A pesar de la presencia de agentes especiales vestidos de negro y fuertemente armados, esto no minó la confianza en los pobladores, quienes nuevamente se tomaron las principales vías en esa ciudad.
Marchan en Nicaragua pidiendo castigo para los terroristas
Miles de nicaragüenses participaron este domingo en caminatas, caravanas motorizadas y sesiones de oración organizadas en todo el país con el objetivo de exigir castigo para los terroristas y justicia para las familias que perdieron a sus seres queridos.
En cada barrio, municipio y departamento la gente se movilizó para recordar que ya son 198 los muertos dejados por estos criminales desde el comienzo de la violencia en el país en abril pasado.
CIDH pide investigación imparcial de las muertes
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó este domingo al Estado de Nicaragua a investigar con diligencia e imparcialidad todas las muertes, después de lamentar el fallecimiento de Lenín Mendiola, de 54 años, quien recibió un impacto de bala en el pecho mientras se desarrollaba una manifestación pacífica exigiendo la liberación de los “presos políticos” en la ciudad de Matagalpa.
“La CIDH reitera a Nicaragua su obligación de garantizar la integridad de todas las personas”, expresó la comisión a través de su cuenta de Twitter, tras dar a conocer la muerte de Mendiola en Matagalpa. Según testigos, la manifestación habría sido atacada por grupos afines al Gobierno cuando pasaba frente a la alcaldía de esa ciudad, pero la Policía dice que “terroristas que participaban en la marcha” fueron quienes dispararon.
“Cualquier acto de violencia debe ser investigado por el Estado con debida diligencia e imparcialidad, conforme a los estándares interamericanos”, enfatizó la CIDH.
La Policía informó que su equipo técnico “se encuentra realizando las diligencias investigativas para el esclarecimiento de este asesinato, la búsqueda y captura de los criminales”.
Más detenidos
El sábado por la noche, cuatro personas del Movimiento Autoconvocado fueron detenidas por las autoridades en Matagalpa y enviadas a la Dirección de Auxilio Judicial “El Chipote”, en Managua, para ser investigadas: John Amor Paiz, Rogelio José Gómez Martínez, quien perteneció en la década de 1980 al Ministerio del Interior; Abdul Montoya, quien trabajó como delegado del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (Marena) en Matagalpa; y un adolescente aún no identificado.
El obispo de Matagalpa, Rolando José Álvarez, en la misa en la Catedral de San Pedro, oró por el fallecimiento de Lenín Mendiola. “Un hermano nicaragüense muerto se agrega a la larga lista de personas a las que se les ha arrebatado y se les ha quitado la vida en esta crisis”, señaló el prelado.
Hasta el 30 de julio, la CIDH contabilizaba 317 personas asesinadas en el marco de las protestas antigubernamentales, que iniciaron el 18 de abril en Nicaragua.
Continúa persecución
Desde hace siete semanas, especialistas de la CIDH se encuentran en el país a través del Mecanismo de Seguimiento para Nicaragua (Meseni). La semana pasada, la comisión también expresó preocupación por “la continuidad de prácticas de persecución selectiva y detenciones arbitrarias de disidentes y familiares” de manifestantes, opositores y personas que participaron en diversas formas de protesta.
Sobre este último punto, la CIDH recibió información sobre la detención de Bayardo Siles Rodríguez, estudiante y activista que fue detenido en la frontera de Peñas Blancas, mientras se dirigía hacia Costa Rica.
Álvarez: “no es fácil oponerse al mal”
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, sostuvo en su homilía que “no es fácil oponerse al mal con el bien”, pero la Iglesia está llamada a “seguir transmitiendo vida, principalmente, en medio de la muerte y el llanto”.
“No es fácil oponernos al mal con el bien, no es fácil cuando te dan de latigazos y a los latigazos le tienes que responder con el bien, al llanto causado le tienes que responder con el perdón; no es fácil, perdonar, compartir, acoger”, expresó Álvarez.
“Siempre van a encontrar nuestro perdón, aunque nos difamen y nos ataquen, aunque nos calumnien, aunque nos traten con ira aquí siempre encontrarán el perdón de Dios y de nosotros”, enfatizó.
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