El gobierno de Mario Abdo y la profundización de la discriminación y el conservadurismo – Por Mirta Moragas Mereles

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El gobierno de Mario Abdo y la profundización de la discriminación y el conservadurismo

Por Mirta Moragas Mereles*

Paraguay es el país más conservador del Cono Sur. Este conservadurismo se ha manifestado, entre otras cosas, en la dificultad de abordar legislación y políticas públicas sobre igualdad y no discriminación. Por ejemplo, no se cuenta con una ley contra formas de discriminación, no se ha logrado establecer una política pública de educación de la sexualidad pese a las altas tasas de embarazos en niñas y adolescentes y a las alarmantes cifras de abuso sexual en niñas y niños. Asimismo, Paraguay tiene una de las legislaciones más restrictivas con relación al aborto, estando despenalizado solo en casos de peligro de vida de la mujer.

Históricamente, la Iglesia Católica ha sido un actor no sólo religioso sino también político, siendo a su vez una de las instituciones más creíbles para la población paraguaya, de acuerdo al Latinobarómetro. Esta influencia es utilizada por la Iglesia para obstaculizar la adopción de políticas públicas para la igualdad de género. Así, en el año 2014 se han opuesto a la ley contra toda forma de discriminación. También se han opuesto a que la ley contra la violencia hacia las mujeres proteja a las mujeres trans. El poder político de la iglesia ha logrado además una gran influencia en los actores políticos, quienes buscan en esta institución, la legitimidad que han perdido por sus acciones.

Durante la última campaña presidencial, el hoy Presidente electo Mario Abdo Benítez se declaró “pro-vida y pro-familia” manifestando que “se le iba a terminar la tinta vetando proyectos que atentaran contra la familia”. En ese mismo contexto, el entonces Ministro de Educación y Ciencias y pre-candidato a la senaduría por el mismo partido de Abdo, Enrique Riera, emitió una resolución prohibiendo la aplicación de la teoría de género en la educación, profundizando aún más la deuda de la educación con la igualdad de género.

Las posturas conservadoras no se limitan a temas de igualdad y a los derechos de las mujeres. Abdo, cuestionado por ser el hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, había declarado durante la campaña electoral que los hijos de madres solteras deberían cumplir el servicio militar obligatorio para acceder a la educación. Asimismo, las posturas públicas de defensa de la vida y los valores no necesariamente se trasladan a otros ámbitos. Recientemente, el diputado José María Ibáñez, autodenominado “pro-vida”, militante de una iglesia evangélica y férreo opositor de las legislaciones progresistas en materia de derechos humanos, estuvo envuelto en un escándalo cuando se comprobó que dos personas que ejercían labores domésticas en su domicilio, figuraban como funcionarios contratados por el parlamento. Adicionalmente, el diputado se quedaba con parte del dinero que estas personas cobraban ilícitamente. Luego de reconocer los hechos y solicitar una salida alternativa al procedimiento penal, y ante crecientes manifestaciones ciudadanas que solicitan su renuncia o su pérdida de investidura, Ibáñez sostuvo que era perseguido por su postura de defensa a la vida. Su iglesia mantuvo silencio ante sus hechos.

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Este escenario permite anticipar grandes desafíos para el avance de temas vinculados a los derechos humanos y la igualdad. Una posible reforma constitucional promovida bajo el argumento de la necesidad de discutir la figura de la reelección actualmente prohibida, podría abrir la puerta para grandes retrocesos en derechos humanos y la pérdida de derechos garantizados constitucionalmente.  La prohibición de la discriminación, las garantías para el debido proceso y otros derechos sociales podrían verse vulnerados en un contexto donde se promueve el odio no sólo hacia las mujeres y las personas LGTBI, sino también hacia el campesinado y las personas en situación de pobreza y donde persiste una gran desigualdad en la distribución de la riqueza.

* Abogada paraguaya, activista feminista y defensora de derechos humanos. Twitter: @Michimoragas


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