Dudoso atentado contra Maduro – La Nación, Argentina
Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.
Resultan confusos los hechos que envuelven a Venezuela después de que se produjo una explosión en un desfile militar y el presidente Nicolás Maduro denunció un atentado en su contra.
No es la primera vez que Maduro recurre a este tipo de argucias sin presentar pruebas que respalden sus acusaciones. Las primeras versiones que se conocieron señalaban que se habrían empleado supuestos drones que portaban elementos explosivos. Para acrecentar las dudas, un desconocido grupo de oposición llamado Movimiento Nacional Soldados de Franelas se atribuyó la autoría del ataque, a través de su cuenta de Twitter.
El incidente, hasta que se lo esclarezca por completo, parece otra perfecta cortina de humo destinada a distraer a los venezolanos de la dura realidad que están atravesando. Un régimen arrinconado por el desastre que le ha causado a Venezuela aprovecha cualquier excusa para desviar la atención. En una nación sometida a un régimen que se resiste a restablecer las garantías democráticas, que cierra las puertas a la oposición y a la comunidad internacional, con una inflación que en julio alcanzó el 125 por ciento y con las necesidades básicas insatisfechas, el gobierno necesita distraer la atención.
Las pruebas aportadas hasta ahora por Maduro carecen de la solidez probatoria necesaria para dar por cierto el atentado. Haya sido o no real, el episodio llega cuando Venezuela atraviesa el peor momento de su historia, paralizada, arruinada, plagada de protestas. Hasta el propio Maduro tuvo que aceptar el fracaso del sistema.
Recientemente, los gobiernos de la Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, que integran el Grupo de Lima, formularon un «exhorto urgente» al gobierno de Venezuela para que realice una investigación «independiente, exhaustiva y transparente» del atentado fallido con el fin de que se esclarezca «de manera imparcial». El organismo repudió «cualquier intento de manipulación» del ataque del 4 del actual, en un acto que encabezaba Maduro.
Asimismo, los gobiernos que integran el grupo rechazaron «firmemente» la violación del debido proceso penal y de las normas internacionales en materia de derechos humanos con la detención «arbitraria, ilegal y sin investigación previa» del diputado Juan Carlos Requesens, a quien el gobierno acusa de ser uno de los responsables del atentado fallido.
También condenaron la orden de captura internacional emitida por el gobierno del país caribeño contra el expresidente de la Asamblea Nacional de Venezuela Julio Borges.
El Grupo de Lima consideró que ambas circunstancias suponen una «abierta violación de sus fueros parlamentarios y de las garantías e inmunidades previstas en la Constitución» venezolana, así como en la Convención Americana de Derechos Humanos y otros tratados internacionales. Finalmente, el grupo reafirmó su compromiso de seguir tomando acciones e iniciativas dirigidas a contribuir a la restauración de la institucionalidad democrática, el respeto de los derechos humanos y la plena vigencia del Estado de Derecho en Venezuela».
Es inaceptable que Maduro y su corrompido régimen pretendan victimizarse acudiendo a la escenificación de un atentado para buscar solidaridades. Por ello, debe celebrarse la iniciativa del Grupo de Lima de solicitar una investigación imparcial y transparente que permita esclarecer este confuso y lamentable episodio.
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